Es sin fin que os admiro a vosotros, oh bienaventurados, por
vuestra deferencia
y por cómo tornáis el artificio efímero en un sentido eterno.
Pero, ay, quién supiera florecer: el corazón de ése pasaría por encima
de los vagos peligros y en el mayor de ellos estaría consolado.
Ronda, cambio de año 1912 - 1913