«Buen Abrazo»
Uso los restos del pan de maíz y de las galletas del restaurante para esta receta, pero os voy a dar un atajo, es muchísimo más fácil así. Sale para seis u ocho personas… a menos que Scratch venga a la cena de Acción de Gracias.
Nota: No uso apio porque me sienta fatal (más información de la que te hacía falta, lo sé). Pero si quieres usarlo, pícalo finamente y saltéalo con las cebollas.
A algunos les espanta la idea de la guarnición de pan de maíz sin apio, como si fuera una traición a la feminidad sureña. Pero en mi opinión, NO debería crujir cuando lo masticas.
Haz un bizcocho con la maicena, siguiendo las instrucciones de la caja y reserva. Pon la sopa de pollo en una olla, lleva a ebullición y rehoga las cebollas hasta que estén blandas. Añade a la sopa las pastillas de caldo, asegurándote de que se disuelven bien.
Aparta la olla del fuego, desmiga sobre ella el bizcocho de maíz, añade los picatostes y remueve hasta que se haga una pasta grumosa. Añade lentamente un poco de agua, hasta que alcance la consistencia de unas gachas espesas. Después, añade los huevos y la mantequilla. Adereza con sal y salvia a tu gusto. Añade una pizca de azúcar (una cucharada más o menos… resalta los sabores).
Cuando lo tengas listo, estará muy espeso pero pegajoso… lo dicho, unas gachas. Unta con aceite o mantequilla un recipiente apto para horno con tapa y hornea a 190 °C durante una hora aproximadamente. Después, destápalo y déjalo en el horno hasta que la parte superior esté crujiente y dorada, y la masa haya adquirido consistencia. Otros 20 minutos en el horno, más o menos. Cuanto más hondo sea el recipiente, más tiempo tardará en hacerse.
Puedes preparar la masa antes y reservarla en el frigorífico desde el día anterior, pero tarda más en hornearse si está fría. También puedes congelarla para utilizarla cuando más te apetezca.
Y no, no se puede rellenar un pavo con esto. Se reblandecerá todo, y tampoco es muy sano.