Entre la provocación del hambre y la sobreexcitación del odio, la Humanidad no puede pensar en el infinito. La Humanidad es como un gran árbol lleno de moscas que zumban irritadas bajo un cielo tempestuoso y, en medio de este zumbido de odio, no puede oírse la voz profunda y divina del universo.

Jean Jaurès, “Sobre Dios”