Al tiempo que vivo estás viviendo.
Mosca, mi dueña, ya colmada
por sus bodas obscenas; ya en el muro
con su macho a la espalda. Y hierve y sube
un verano podrido, y ya prospera,
paño de larvas, la familia
a quien soy herencia desde ahora.
Rubén Bonifacio Nuño, Siete de espadas