NECESITARÉ UNA VICTORIA

star01

—Pregunta número uno —dice mi padre—. ¿Cuántos touchdowns hará McNabb contra los Saints?

Me cuesta creer que realmente esté comiendo sentado a la mesa con mi padre. Mamá me sonríe mientras enrolla los espaguetis con el tenedor. Hasta me guiña un ojo. No me malinterpretéis, estoy feliz de que el plan de mamá haya funcionado y estoy encantado de comer con mi padre, incluso de tener una conversación con él, y sobre todo estoy feliz de ver que mis padres están cariñosos el uno con el otro; pero sé (y eso me preocupa) que un partido perdido de los Eagles será suficiente para convertir a papá en un huraño de nuevo. Estoy preocupado por mamá, pero decido que es mejor vivir el momento.

—Diez touchdowns —le digo a mi padre.

Papá sonríe, se mete una salchicha pequeña en la boca, mastica con entusiasmo y le dice a mamá:

—Pat dice que diez touchdowns.

—Quizá once —añado para sonar optimista.

—Pregunta número dos. ¿Cuantos touchdowns hará el debutante estrella de la temporada, Hank Baskett?

Me doy cuenta de que Baskett solo ha hecho un touchdown en los cinco primeros partidos, pero sé que mi familia es muy optimista esta noche, así que digo:

—Siete.

—¿Siete? —me pregunta papá sonriendo.

—Siete.

—Dice que siete, Jeanie. ¡Siete! —Y luego papá me dice a mí—: Pregunta número tres. ¿En qué cuarto sufrirá el quarterback Drew Bress una conmoción cerebral después de ser sacudido muchas veces por la defensa superior de los Eagles?

—Hum, esa es difícil. ¿En el tercer cuarto?

—Eso es incorrecto —dice mi padre negando con la cabeza en una mueca de decepción—. La respuesta correcta es en el primer cuarto. Pregunta número cuatro. ¿Cuándo vas a traer a casa a esa tía con la que siempre sales a correr? ¿Cuándo vas a presentarme a tu novia?

Cuando papá termina de hacerme la pregunta número cuatro se mete un puñado de espaguetis en la boca y empieza a masticar.

—¿Has visto que Pat encontró las fotos de su boda y las volvió a colocar en el salón? —dice mamá, y su voz tiembla un poco.

—Jake me dijo que habías superado lo de Nikki —dice papá—; me dijo que estabas interesado en la tía esa, Tiffany, ¿verdad?

—¿Me disculpáis? —le pregunto a mi madre. La cicatriz de la frente me está doliendo y siento que si no empiezo a golpearme la cabeza contra la mesa estallaré.

Cuando mi madre asiente, veo compasión en su mirada y eso lo agradezco.

Me pongo a hacer pesas durante horas, hasta que ya no siento la necesidad de abrirme la cabeza.

Con el nuevo chaleco reflector que me ha comprado mi madre puedo salir a correr por la noche, y eso hago.

Iba a abrir la carta de Tiffany esta tarde, porque estaba muy contento por comer con mi padre, pero ahora sé que no estoy de buen humor, así que abrir la carta sería violar las normas que Tiffany fijó hace dos noches. Casi abro la carta la noche anterior, pues estaba de un humor excelente, pero no habían pasado cuarenta y ocho horas.

Mientras corro, trato de pensar en Nikki y en el final del período de separación, pues eso siempre me hace sentir mejor. Me imagino que Dios ha hecho una apuesta conmigo y que si corro lo suficientemente rápido él traerá a Nikki de vuelta. Así que empiezo a hacer un sprint en el último tramo. De pronto estoy corriendo muy rápido, más rápido de lo que cualquier otro ser humano ha corrido antes. En mi mente oigo que Dios me dice que el último trozo debo correrlo en menos de cuatro minutos, lo cual es casi imposible, pero lo intentaré por Nikki. Corro más rápido que nunca y cuando estoy a una manzana de distancia de mi casa oigo que Dios empieza a contar en mi mente «5, 4, 3, 2» y cuando mi pie derecho se apoya sobre la acera de cemento de casa de mis padres Dios dice «1», lo cual significa que sí he corrido lo suficientemente rápido, pues he llegado antes de que diga cero. Estoy feliz. ¡Estoy increíblemente feliz!

Cuado llego, la puerta de mis padres está cerrada, así que subo, me ducho y me cubro entero con el edredón. Saco el sobre de debajo de la cama. Respiro hondo y abro la carta. Mientras leo las páginas escritas a máquina, mi mente estalla con un conflicto de emociones y necesidades terribles.

Pat:

Lee esta carta de principio a fin. ¡No tomes ninguna decisión hasta que hayas leído la carta entera! ¡No leas la carta a menos que estés solo! ¡No le enseñes esta carta a nadie! ¡Cuando termines de leerla quémala inmediatamente!

¿Nunca te has sentido como si vivieras en un barril de pólvora y estuvieses a punto de estallar?

Bueno, no había nada que yo pudiera hacer para devolver a Tommy a mi vida y mi incapacidad para aceptar su muerte me mantuvo enferma durante dos años, pero entonces tú apareciste en mi vida. ¿Por qué? Al principio pensé: Dios me está enviando un hombre nuevo para reemplazar a Tommy. Eso me cabreó, ya que Tommy es irreemplazable (no te ofendas). Pero al escucharte hablar de Nikki me di cuenta de que Dios te había enviado a mí para que te ayudase a terminar con el tema del período de separación. Esa era mi misión y en eso he estado trabajando.

Casi puedo escucharte decir: «¿Qué? ¿Cómo puede mi amiga Tiffany terminar con el período de separación?».

Bueno, esta es la parte que puede hacer que te cabrees.

¿Estás listo, Pat? Prepárate.

He estado hablando regularmente con Nikki por teléfono. Cada noche durante las últimas dos semanas. Conseguí el número a través de Veronica, quien (a través de las conversaciones de Ronnie con tu madre) ha estado proporcionándole a Nikki información sobre ti desde que fuiste internado en el centro de salud mental de Baltimore. Parece ser que tu familia prohibió a Nikki obtener información sobre ti y pudieron hacer eso porque ella se divorció de ti poco después de que te internasen. Sé que esta última noticia te habrá disgustado mucho. Lo siento, pero creo que es mejor contarte las cosas como son, ¿no crees?

A ver, lo que sigue también es malo. Nikki pudo separarse de ti porque tú cometiste un crimen, un crimen que no recuerdas (no voy a decirte lo que hiciste pues probablemente lo hayas bloqueado de tu memoria de manera deliberada y puede que aún no estés mentalmente preparado para tratar con esa terrible realidad). Mi terapeuta, la doctora Lily, y yo tenemos la teoría de que recordarás haber cometido ese crimen cuando estés mental y emocionalmente preparado. A Nikki se le concedió el divorcio y todas tus posesiones a cambio de que alguien retirase los cargos contra ti. Por supuesto, ese trato también te enviaba al lugar malo indefinidamente para que te rehabilitases. Estuviste de acuerdo con todo aquello en aquel momento y tu terapeuta, el doctor Timbers, dijo que eras una persona cabal con la mente sana. Sin embargo, poco después de enviarte allí «perdiste» la memoria y también un tornillo.

No te cuento esto para ser borde (al contrario). Recuerda que Dios me ha puesto a cargo de ayudarte a cerrar el período de separación. Resulta que Nikki ha querido comunicarse contigo. Te echa de menos. No quiero decir que quiera volver a casarse contigo, quiero ser clara con eso. Aún recuerda lo que hiciste y el crimen que cometiste. También te tiene un poco de miedo ya que teme que estés furioso con ella y quieras vengarte. Pero estuvo casada muchos años contigo y desea verte bien. Quizá incluso que volváis a ser amigos. Yo le he trasladado tu deseo de reconciliarte con ella. Para ser honestos, tu deseo es mucho mayor que el de ella. Pero nunca se sabe lo que podría ocurrir si os comunicarais de nuevo.

Hay dos problemas. Uno: después de que cometieses el crimen, Nikki pidió una orden de alejamiento, así que técnicamente es ilegal que contactes con ella. Dos: tus padres, en tu nombre, y probablemente como represalia, pidieron una orden de alejamiento para Nikki argumentando que si ella contactaba contigo podía hacer peligrar tu salud mental. Aun así, a Nikki le gustaría comunicarse contigo, aunque solamente sea para suavizar lo que pasó. Está arrepentida. Se fue con todas tus cosas y tú tuviste que pasar años en una institución mental, ¿cierto?

Así que a lo que vamos. Me estoy ofreciendo como intermediaria. Los dos podréis comunicaros a través de mí y no habrá ningún problema. Podrás escribirle cartas a Nikki (una cada dos semanas) y yo se las leeré por teléfono. Ella me dictará su respuesta por teléfono y yo lo escribiré en mi portátil, lo imprimiré y te lo daré.

Pat, somos amigos y valoro mucho tu amistad. He de decir que espero que aprecies lo que hago, ya que me deja en una posición muy precaria. Si decides aceptar mi oferta, estaré arriesgándome legalmente y también estaré haciendo peligrar nuestra amistad. Te informo de que no me ofrezco a ser tu intermediara a cambio de nada. Quiero un trato.

¿Que qué quiero?

¿Recuerdas cuando te dije que te estaba examinando?

Bueno, quiero ganar la competición de este año de «Elimina la depresión bailando» y necesito un hombre fuerte para conseguirlo. ¿Qué es «Elimina la depresión bailando»? Bueno, es una competición anual organizada por la Asociación Psiquiátrica de Filadelfia que permite que mujeres con depresión transformen la desesperación en movimiento. El sentido de todo es superar la depresión con el uso del cuerpo. Los jueces premian con un ramo de flores a la segunda mejor y con un trofeo dorado a la mejor. Llevo dos años ganando el ramo de flores concursando en solitario y este año quiero ganar el trofeo. Ahí es donde entras tú, Pat. Dios me ha enviado al hombre más fuerte que jamás he conocido; dime que esto no es intervención divina. Solamente un hombre con unos músculos como los tuyos podría realizar el tipo de movimientos que tengo en mente, movimientos ganadores, Pat. La competición tendrá lugar en el hotel Plaza en el centro de la ciudad el sábado 11 de noviembre por la noche. Eso nos deja solamente un mes para practicar. Yo ya me sé la coreografía, pero tú empezarás de cero y tendremos que practicar los movimientos en los que me elevarás. Eso nos llevará mucho tiempo.

He hablado con Nikki de las condiciones y quiere que te anime a ser mi pareja de baile. Dice que necesitas tener otros intereses y que ella siempre quiso ir a clases de baile contigo. Así que por ella está bien, de hecho te anima a hacerlo.

También, me temo que debo pedirte una victoria a cambio de ser tu intermediaria. Por suerte para ti, la coreografía que he preparado es de primera clase; eso sí, para ganar deberás sumergirte en el baile. A continuación podrás leer las condiciones no negociables.

Si decides ser mi compañero de baile deberás:

1) Abandonar los partidos de fútbol americano de los Eagles durante el entrenamiento. No irás a los partidos. No los verás por la tele. No hablarás de los Eagles con nadie. No leerás la sección de deportes. Ni siquiera llevarás tu adorada camiseta de Baskett.

2) Terminar tu entrenamiento para perder peso a las dos de la tarde, a esa hora iremos a correr ocho kilómetros. Después entrenaremos de 4.15 de la tarde a 11 de la noche entre semana. Los fines de semana entrenaremos de 1 de la tarde a 10 de la noche sin excepción.

3) Asegurarte de que al menos quince de tus amigos vengan a la actuación, ya que muchas veces el jurado se ve influenciado por los aplausos.

4) Hacer lo que te diga sin preguntar.

5) Asegurarte de ganar la competición.

6) LO MÁS IMPORTANTE: no le dirás a nadie nada de nuestro trato. Puedes decirle a la gente que entrenas para una competición, pero no puedes decirles nada de lo que te he exigido ni de que voy a contactar con Nikki por ti, nunca.

Si decides aceptar las seis cosas que te pido actuaré como intermediaria entre Nikki y tú e intentaré que pueda terminar el período de separación. Entonces, quién sabe lo que sucederá entre tu ex esposa y tú. Si no haces lo que te pido, me temo que nunca volverás a hablar con Nikki. Dice que esta es tu única oportunidad.

Contacta conmigo el viernes y dime qué has decidido. Vuelve a leer mis peticiones, memorízalas y luego quema esta carta. Recuerda, si quieres que sea tu intermediaria no le digas a nadie que estoy en contacto con Nikki.

Con mis mejores intenciones,

TIFFANY

Releo la carta una y otra vez a lo largo de la noche. Hay partes que no quiero creer (especialmente las partes que hablan de que he cometido un crimen y de que Nikki se ha divorciado de mí), ya que son ideas que hacen que sienta como si me estuviera golpeando la cabeza con algo y se me volviera a abrir la cicatriz. ¿Qué tipo de crimen podría ponerme en una situación en la que retirasen los cargos contra mí si yo me internaba en un centro de salud mental? Puedo entender que Nikki se divorciara de mí porque fui un mal marido, realmente fui un mal marido, pero me cuesta mucho creer que he podido cometer un crimen tan horrible para dar lugar a unas medidas legales tan drásticas. Y aun así, la carta que me ha escrito Tiffany me explica muchas cosas (como por qué mi madre ha quitado las fotos de mi boda con Nikki o por qué papá y Jake hablaron tan mal de ella). Si realmente me he divorciado, todo lo que mi familia ha hecho ha sido para mantener a Nikki alejada de mi mente y protegerme. En especial porque no son lo suficientemente optimistas para darse cuenta de que no estoy muerto y no creen que pueda tener alguna oportunidad de volver con Nikki. Y esa es la esperanza que yo tengo.

Por supuesto, no puedo estar seguro de nada, ya que no tengo ningún recuerdo de los últimos años. Quizá Tiffany se inventó la historia para que bailase con ella en la competición. Es posible. Yo no me habría presentado voluntario para ser su compañero a pesar de que ahora practico lo de ser bondadoso. Me doy cuenta de que puede que la carta de Tiffany sea un truco, pero la posibilidad de comunicarme con Nikki es una oportunidad, quizá mi última oportunidad. Además, el hecho de que Tiffany haya mencionado a Dios me da a entender que entiende de qué va lo del período de separación. Me cuadra lo de que a Nikki le parezca bien que dé clases de baile. Ella siempre quería que yo bailase con ella y nunca lo hacía. El pensamiento de bailar con Nikki en un futuro es suficiente para que acepte perderme los partidos de los Eagles, incluso el que jugaremos en casa contra Jacksonville. Pienso en cómo esto enfurecerá a mi padre, a Jake e incluso a Cliff, pero luego pienso en la posibilidad de poder darle un final feliz a mi película (lograr que Nikki vuelva conmigo) y la elección es obvia.

Cuando amanece, abro la ventana del baño de abajo, quemo la carta encima del retrete y tiro los restos por el desagüe. Luego salgo a correr por el parque Knights, sigo corriendo hacia casa de los Webster y llamo a la puerta de Tiffany. Ella la abre; lleva puesto un camisón rojo de seda.

—¿Y bien?

—¿Cuándo empezamos a entrenar? —pregunto.

—¿Estás preparado para comprometerte del todo? ¿Listo para abandonarlo todo, incluso los partidos de los Eagles?

Yo asiento.

—Lo único que no puedo saltarme son las sesiones de terapia de los viernes porque si no algún juez me enviará de nuevo al lugar malo, y si vuelvo no podremos ganar la competición.

—Te esperaré en la puerta de tu casa mañana a las dos —dice Tiffany, y luego cierra la puerta.

El primer piso de la casa de Tiffany es un estudio de danza. Las cuatro paredes están cubiertas por espejos de cuerpo entero y tres de ellos tienen esas barras que utilizan las bailarinas. El suelo es de madera, parecido al de una cancha de baloncesto, solo que sin las líneas pintadas y con un barnizado más suave. El techo es alto y hay una escalera de caracol en la esquina que da al apartamento de Tiffany.

—Construí esto cuando Tommy murió —dice Tiffany—, utilicé el dinero del seguro. ¿Te gusta mi estudio?

Asiento.

—Bien, porque este será nuestro hogar durante el próximo mes. ¿Has traído la fotografía?

Abro la bolsa que he traído conmigo y saco la foto enmarcada de Nikki, se la enseño a Tiffany y ella se dirige a la mini cadena que hay detrás de la escalera de caracol. De una percha de hierro que hay en la pared saca un par de auriculares (de esos que te cubren toda la oreja, como si fueran orejeras) y me los da. Están enganchados a un cable muy largo.

—Siéntate —me dice. Yo me dejo caer y me quedo con las piernas cruzadas—. Voy a ponerte nuestra canción, la que vamos a bailar. Es importante que sientas la conexión con esta canción. Necesitas que se te revuelva algo por dentro. He elegido esta canción por una razón. Es perfecta para nosotros dos, ya lo verás. Ponte los cascos y mientras escuchas la canción quiero que mires a Nikki a los ojos. Quiero que sientas la canción, ¿entiendes?

—No es una canción escrita por un hombre negro y ciego, ¿verdad? —pregunto temiendo que sea una canción de Stevie Wonder.

—No —dice, y me coloca los cascos.

Al llevar los cascos me siento como si estuviera solo en la habitación, a pesar de que Tiffany está ahí. Cojo el marco con las manos y miro a Nikki a los ojos en cuanto empieza la canción.

Notas tocadas al piano, lentas y tristes.

Dos voces que se turnan para cantar.

Dolor.

Conozco la canción.

Tiffany tenía razón, es una canción perfecta para los dos.

La canción va creciendo, las voces se vuelven más emocionales y mi pecho empieza a arder.

Las palabras expresan exactamente lo que he sentido desde que salí del lugar malo.

Cuando llega el estribillo ya estoy llorando, porque la mujer que canta parece sentir exactamente lo que yo siento. Sus palabras, sus emociones, su voz…

La canción termina con las mismas notas tristes al piano con las que empieza, levanto la mirada y me doy cuenta de que Tiffany me ha visto llorar y me siento avergonzado. Dejo la foto de Nikki en el suelo y me tapo la cara con las manos.

—Lo siento. Dame un segundo.

—Es bueno que una canción te haga llorar, Pat. Ahora tienes que transformar esas lágrimas en emoción. Tienes que llorar mientras bailas. ¿Comprendido?

No lo entiendo, pero aun así asiento con la cabeza.