Porque la fantasía es verdad, de eso no cabe duda. No es factual, pero es verdad. Los niños lo saben. Y los adultos también, por eso muchos de ellos le tienen miedo a la fantasía. Saben que su verdad desafía, incluso amenaza, todo lo falso, lo postizo, lo innecesario, lo trivial en la vida que se han visto obligados a llevar. Tienen miedo de los dragones porque le tienen miedo a la libertad.

ÚRSULA K. LE GUIN, ¿Por qué los norteamericanos les tienen miedo a los dragones?

Entonces el fiel Juan habló de esta manera: «He sido condenado injustamente, pues siempre te he sido fiel». Y explicó el coloquio de los cuervos que había oído en alta mar y cómo tuvo que hacer aquellas cosas para salvar a su señor. Entonces exclamó el Rey: «¡Oh, mi fidelísimo Juan! ¡Gracia, gracia! ¡Bajadlo!». Pero al pronunciar la última palabra, el leal criado había caído sin vida, convertido en estatua de piedra.

LOS HERMANOS GRIMM, El fiel Juan.