Cuando me di cuenta de eso, decidí poner un plan de sucesión en marcha. Como en el consejo de administración de una megaempresa, retiré a la jefa de mis pesadillas y contraté a la de mis sueños. Decidí que ese año no emprendería nuevos proyectos. Me tomaría más tiempo para jugar y divertirme, felicitarme más por mis logros y recompensarme más seguido. Me nombraría "empleada emérita del mes" y dormiría en mis laureles. Y volvería a ser humana, vivita y coleando, no una humana haciendo. Así que cuando no reciba su boletín esperado uno de estos meses, recuerde que mi jefa soñada está a cargo y me dio permiso para salir a pasear. Si no me presento a una reunión de formación de redes es porque necesitaba una noche libre para jugar póquer o ir al cine. Pero si tengo mucho de eso, comienzo a sentirme ansiosa por regresar a trabajar. Una vez me topé con Jack Canfield, quien fue a dar una plática en una pequeña reunión local de formación de redes, la cual trató acerca de su nuevo libro Los principios del éxito. Compré un ejemplar, y mientras me lo autografiaba, le dije: "Jack, haz ganado millones con los libros de Caldo de pollo para el alma. Te pagan miles de dólares por tus discursos de apertura. ¿Por qué escribes otro libro?, ¿qué haces aquí en esta pequeña reunión?". Sonrió, encogió los hombros y contestó: "Tengo unas enormes ganas de enseñar". Sí, me identifico con eso. |
Usted pone las fechas límite que lo hacen sufrir |
Hay una vieja broma que dice: "Si no hace nada, su resfriado durará siete días; por otro lado, si va al médico y toma medicina, su resfriado durará siete días". Los medicamentos son buenos para aliviar los síntomas y ayudarla a dormir y sentirse mejor, pero un resfriado es lo que es, y durará lo que tenga que durar. Simplemente aún no hay cura para eso. |