Procrastinación (postergación) |
Leí un artículo en el Hollywood Reporter en el cual entrevistaron a los guionistas de las películas nominadas a mejor filme para los Premios Oscar de 2011. Cuando a Michael Arndt, autor de Toy Story 3, le preguntaron, "¿Cómo es un día típico de trabajo?", él respondió: "Me levanto tarde, desayuno, leo el periódico, procrastino hasta que me harto y luego comienzo a escribir". ¿No le encanta eso de "procrastinar hasta hartarse"? Si yo no tuviera una fecha límite, tal vez siempre dejaría todo para después. Pero ponerme fechas límite, como las que establecí para escribir este libro, me obliga a hacer lo que de todos modos quiero hacer: hablar, enseñar y expresarme a través de la escritura. Cuando estaba en la universidad, escribí todos mis ensayos parciales en mi cabeza durante las caminatas de poco más de tres kilómetros hacia el campus. Tenía pequeños pedazos de papel y una pluma en mi bolsillo, y cuando tenía una idea, la escribía. La noche previa a la entrega de uno de esos ensayos saqué todos los pedacitos de papel, los organicé en la mesa frente a mí y luego comencé a escribir. Esperaba hasta tener un párrafo completo en la mente antes de empezar a redactarlo; esto fue en el "oscurantismo", cuando no había máquinas para duplicar documentos ni computadoras, solo papel carbón, y si hacías un cambio en la página dos, tenías que escribir de nuevo todas las páginas posteriores a esa. Odiaba tanto eso que quería escribir cada página a la perfección desde el inicio para no tener que perder tiempo reescribiendo. Así que escribía los borradores en mi mente y entregaba la primera copia escrita a máquina. Ahora es tan fácil editar, reacomodar y rehacer un manuscrito que puedo comenzar a escribir, regresar y volver a trabajar en eso después. Pero los viejos hábitos son difíciles de quitar, así que por lo general estoy pensando durante el día y escribiendo mis notas en pedazos de papel. Cuando empiezo a redactar con esos papelitos esparcidos en el escritorio, ya tengo casi toda la historia escrita en mi cabeza. |