Yo sabía eso; al menos, en algunas ocasiones, lo había sabido. Pero a veces necesito que me lo recuerden. Es bueno tener gente que nos muestre el camino, amigos en esta travesía de la vida que nos guíen de regreso al sendero correcto cuando nos apartamos y perdemos en la maleza y el pantano de los senderos subterráneos.

No renuncie antes de que suceda la magia

Estaba en Las Vegas jugando en una máquina tragamonedas. Me encantan esas máquinas (algunas de ellas son muy astutas con sus rondas de bonos y videos). China Shores y otras por el estilo tienen múltiples juegos gratis. ¡Una vez conseguí 983 juegos gratis en una de ellas!

Está máquina no estaba dando nada. Empecé a molestarme y pensar cosas como "¡Pésima máquina!" y "Me pregunto por qué no estoy ganando". Estaba enfadada y casi lista para levantarme e irme a otro lado, cuando escuché una vocecita en mi interior que dijo: "¡No renuncies antes de que ocurra la magia!".

Reconocí que había estado pensando de manera negativa y de inmediato cambié mi pensamiento a "Las máquinas tragamonedas aman darme premios grandes" y "¡Soy una ganadora! ¡Gano seguido y en grande!".

¿Sabe lo que pasó? En dos minutos ¡me saqué un premio grande con bonos y gané $635 USD! No fue un premio millonario, pero solo estaba apostando $0.80 USD.