Lo más difícil que aprendí a hacer fue blofear y apostar el doble cuando tenía una mano terrible. Pero en un torneo, por fin lo intenté: tres hombres pasaron después de hacerlo. Era claro para mí que no tenían nada, de lo contrario hubieran apostado. Cuando me voltearon a ver, puse una apuesta y todos se retiraron. Yo no tenía nada. ¡Eso se siente muy bien! En la jerga del póquer le llaman "apostar aire". Con frecuencia veo que las mujeres no consiguen demostrar la agresividad suficiente, ya sea en la mesa de póquer, en los negocios o en la vida. Cuando el movimiento de liberación femenina acaparó todas las noticias en la década de 1970, usaban la tímida palabra enérgica en vez de agresiva porque no querían ser poco femeninas o demasiado fuertes. Las mujeres me cuentan que "no quieren molestar a la gente", por eso no hacen las suficientes llamadas de ventas ni piden la orden cuando alguien expresa interés en sus servicios. Tampoco buscan aumentos de sueldo en el trabajo. Solía tener un negocio de administración de empresas con 13 empleados. Una vez, elogié a todo el equipo por hacer un gran trabajo y les dije que estaba muy orgullosa de cumplir nuestras metas. Dentro de la siguiente hora, todos los hombres que trabajaban para mí habían entrado a mi oficina para pedir un aumento. Ninguna de las mujeres lo hizo. Ser agresivas, blofear en una apuesta y tomar todo el dinero de los machos alfa no son elementos de la lista de actividades de las mujeres (en realidad, no en la forma en que el hombre recibe aprobación y admiración por hacerlas). En los negocios, las mujeres dicen: "No lo hago por el dinero", o "Solo quiero ayudar a la gente", lo cual está muy bien si es la Madre Teresa, pero no si trata de subsistir. Creo que por eso sigue existiendo un techo de cristal y una brecha entre los géneros respecto al salario. Un artículo en PokerNews.com describió cómo un antiguo jugador exitoso de póquer llamado David Daneshgar, de 32 años, había obtenido su título de maestría y se había asociado con un par de amigos para empezar un negocio de florería en línea. "De hecho, a las firmas de capital de riesgo a las que recurrimos les agradó que yo tuviera antecedentes en el póquer —dijo—. Creyeron que cuando el dinero estuviera en juego, resolvería la situación. Les encantó ese antecedente porque muchos de ellos también lo juegan. Tener el carácter y temperamento de un jugador de póquer le permite sortear las dificultades." |