O quizás su pasatiempo es tan relajante y divertido que es un descanso maravilloso de todas las tensiones de su trabajo, como el golf, las artes o algún oficio, correr maratones o practicar otros deportes, actuar o dirigir producciones teatrales comunitarias, bailar o jugar.

Ya sea que le deje dinero o lo haga solo por diversión, un pasatiempo puede aliviar su estrés. Tengo uno que hace ambas: jugar póquer. ¡Y también me ha enseñado habilidades comerciales!

La gente suele preguntarse por qué me gusta tanto jugar póquer. "¿Eres asesora financiera y apuestas?", inquieren en tono burlón.

"¿Y qué parte de la vida no es un juego de azar? —replico—. ¿La bolsa de valores? ¿Empezar un negocio por su cuenta? ¿Aceptar un nuevo empleo? ¿Mudarse a una nueva ciudad? ¿Casarse? ¿Divorciarse? Usted toma su vida en sus manos cuando se pone detrás del volante de un coche, sube a un avión o cruza la calle."

Está jugando con las probabilidades todos los días de su vida, calculando los riesgos contra las recompensas de cualquier acción tomada. Poner dinero en una cuenta de ahorros tiene un bajo riesgo pero también una recompensa baja. Invertir en un nuevo negocio tiene un riesgo más alto pero una recompensa cuyo potencial es mucho mayor.

El póquer no es solo un juego divertido, sino también algo que me ha ayudado a desarrollar muchas habilidades útiles en mi negocio. Si lo practica, le ayudará a elaborar estrategias, negociar, leer a la gente, ser selectivamente agresiva, paciente, juzgar a la competencia, rendirse y ganar con elegancia, manejar la teoría de las probabilidades y calcularlas, dominar el miedo, recuperarse de un desastre y mostrar gratitud. Además, mantendrá su mente aguda a medida que envejece.