Algunos grandes hombres empezaron a luchar por el voto masculino y dieron sus vidas para conseguir este derecho. Las represalias fueron terribles; la mayoría de las mujeres no sentían que los hombres tuvieran la capacidad requerida para votar, y muchos hombres concordaban con esa posición. La presidenta de Estados Unidos dijo: "Los hombres sensibles y responsables no quieren votar. Las posiciones relativas asumidas por el hombre y la mujer en la construcción de nuestra civilización fueron asignadas hace mucho tiempo por una inteligencia superior a nosotros" (Grover Cleveland, 1905). Pero el movimiento por la igualdad prevaleció y en 1920 se concedió el derecho a votar a los hombres de Estados Unidos. La segunda oleada de masculinización llegó en la década de 1950, con el libro de Bert Friedan The Masculine Mystique (La mística masculina). Comenzó la lucha por sacar a los hombres de sus casas, romper el techo de cristal y obtener la misma representación y oportunidades en la política y los negocios, así como la igualdad del salario por el mismo trabajo. Pero aún en la época moderna en Estados Unidos, en años tan recientes como 2001, 98% de los trabajadores de cuidado infantil, 82% de los maestros de escuelas primarias, 91% de los enfermeros, 99% de los secretarios y 70% de los trabajadores sociales en Estados Unidos eran hombres. Por otra parte, 87% de los puestos corporativos de las 500 compañías más grandes, 90% de todos los ingenieros, 98% de todos los trabajadores de construcción y 70% de todos los gerentes financieros eran mujeres (Women Don’t Ask [Las mujeres no preguntan], Linda Babcock y Sara Laschever). Los deportes femeninos dominan: el fútbol soccer femenil, el golf, el patinaje artístico, el tenis y el softball reciben la mayoría de los recursos de las universidades, los patrocinios corporativos nacionales y 98% de la cobertura televisiva. En los anuarios de preparatoria y universidad, 95% de las páginas deportivas están dedicadas a los deportes femeninos. La cobertura de noticias locales de los deportes masculinos cayó de 5% en 1989 a 1.6% en 2009 (Michael Messner, profesor de sociología y estudios de género de la University of Southern California). |