¿Qué pensarán los vecinos? A algunos no les gustará nada; se sentirán amenazados o tratarán de jalarla de nuevo hacia el montón. Pero algunos la amarán, querrán acercarse y conocerla mejor. Las amistades sinceras y la libertad vienen con eso.

Hace algunos años, estaba esperando en la fila del buffet de una boda y junto a mí estaba una vieja amiga de la escuela dominical. Estábamos recordando aquellos tiempos y Linda nombraba a diferentes personas del "grupo popular" (en el cual yo no estaba) y se preguntaba qué harían ahora. La fila era larga, yo tenía hambre, y cuando por fin mencionó a otra compañera, decidí que una pequeña confesión animaría la conversación.

"Tengo que decirte algo: nunca me agradó Jenny —dije—. Y no me importa lo que esté haciendo ahora."

Linda se quedó boquiabierta, abrió los ojos sorprendida y se detuvo en seco. Después sonrió y dijo guiñando el ojo, "¿Qué crees?, ¡a mí tampoco me caía bien!".

Ambas nos echamos a reír, nos abrazamos y luego empezamos una conversación real, hablando de lo que en verdad nos gustaba y lo que no. ¡Fue fabuloso! En vez de tener una charla típica de fiestas que hubiéramos olvidado al subir a nuestros automóviles, descubrimos una verdadera amistad.

Siembre algunas semillas exóticas hoy, ¡nunca sabe lo que puede salir de ellas!

¿Santa Yo o...?

Escribí una historia en The Wealthy Spirit acerca de Santa Chellie en mi mente. Recuerdo todas las veces que me sentí mal por mí misma y luché para alcanzar el ideal perfecto que sentí que debía ser. ¿Pero quién puede verse bien cuando se compara contra la perfección?

Miré en retrospectiva con cierta pena a ese ser que yo era, que necesitaba ayuda porque en realidad no creía que era suficiente.

Soy mejor ahora; no una mejor persona, solo más recuperada de la vergüenza de no ser una mejor persona, ¿sabe a qué me refiero? En la actualidad y en términos generales, estoy bastante satisfecha conmigo misma.