Los ejemplos son útiles, así que aquí hay algunas de mis respuestas a objeciones que enfrenté al vender mis talleres:

1. Tiempo: "¡Estoy muy abrumada! ¡Tengo demasiados asuntos pendientes y no hay suficientes horas en el día!".

¿Quién no lo está estos días? Es endémico en nuestra sociedad, con los teléfonos celulares, las redes sociales, los mensajes de texto y los correos electrónicos que permiten que la gente nos localice las 24 horas los 7 días de la semana. ¿Cuál es la razón que les dará para que hagan espacio en su agenda para su producto o servicio?

Yo les hago saber que hay 168 horas en cada semana y que mi taller solo dura dos horas. Eso lo pone en perspectiva, y suele darles risa. Después les pregunto si valdría la pena pasar dos horas a la semana durante solo ocho semanas para que ganen más dinero y consigan la meta financiera que desean. Sí, el curso tiene esta duración, ¿pero cuánto tiempo han tenido el problema que están experimentando? Si este se resolviera o consiguieran el beneficio que quieren, ¿no valdría la pena? Si desean ganar más dinero, ¿quieren hacerlo justo ahora o ganarlo en seis meses?

2. Dinero: "¡Ay, su curso es muy caro!".

Esta es una objeción común que tal vez escuchará de manera regular si vende un producto o servicio costoso. La gente tiene cierta cantidad de dinero entrante y la mayoría ya está distribuida en sus gastos programados. El detalle es que usted aún no está en su presupuesto; por eso necesitan ayuda para ver cómo pueden costear lo que les ofrece. ¿De qué pueden prescindir para poder comprar su producto o servicio? ¿Valdría la pena si lo hacen?