Parece agotador, ¿no es así? Y puede serlo en exceso si no controla su tiempo; no puede hacer todo cada día. Los emprendedores pueden trabajar sin parar la semana entera y no conseguir nada. Somos buenísimoss para pensar en algo que hacer: otro programa, seminario, producto, campaña de mercadotecnia, publicidad, otro libro por escribir, otro grupo en línea al cual sumarse... ¡Las posibilidades son infinitas!

Pero no puede hacerlo todo; ni siquiera la mayor parte de eso. Solo puede hacer una parte. Así, debe hacer las paces con ese hecho y hacer solo un poco cada día.

Yo platiqué en una ocasión con una señora que tenía interés en publicar su libro, pero a quien le abrumaba todo el trabajo que eso implicaría. Estuve de acuerdo con ella; pero, ¿y eso qué? Usted no puede pensar así. Si considera la totalidad de un proyecto y todo lo que implicará alcanzar su meta, ¡podría asustarse tanto que no querrá comenzar!

Fije la vista en el resultado final y envíe un pequeño barco hoy; con el tiempo, ¡todos los pedacitos de su trabajo compondrán un gran logro! Concéntrese en su meta y comience. Le aseguro que le sorprenderá lo que es capaz de hacer.

Cuando era joven y no había hecho muchas cosas, solía leer libros o escuchaba conferencias de mujeres muy exitosas con grandes listas de premios y logros. Ahora, muchos años y mucho trabajo después, tengo una lista propia. Sé lo que eso en verdad significa: ¡ya estás vieja! Dése un descanso; con tiempo y esfuerzo, sus recompensas y reconocimientos llegarán también. Sin embargo, lo cierto es que sus recompensas llegan todos los días, con las personas que ayuda. ¡No existe mayor satisfacción que el elogio de un cliente agradecido!

Vender es servir

Cuando piensa en vender, ¿se siente emocionada y feliz? ¿Ansía llamar a un prospecto que podría comprar sus productos y servicios?