Alguien tiene que dar el primer paso, y si está leyendo este libro, ese alguien debe ser usted. |
Hojas de evaluación o formularios de opiniones |
Cuando yo pronuncio discursos en reuniones, siempre llevo mis materiales promocionales, por lo general un folleto, algún artículo o información muestra relacionada con el tema, y una hoja de evaluación. Si quiere poder entenderse con las personas que la oyeron y que podrían estar interesadas en sus productos o servicios, debe tener algún tipo de formulario de opiniones para que ellas lo llenen y le den su información de contacto. Yo incluyo preguntas como: "¿Cuál fue la idea más útil que obtuvo en este programa?", y "¿Para qué actividad le gustaría que hubiera más tiempo?", seguida de una lista de sus áreas primarias de interés. Menciono detalles como: "Ganar más dinero", "Pagar deudas", "Secretos de ventas" y "Poner un negocio". Usted deberá listar lo que es apropiado para su negocio. Después pido marcar casillas que indican el nivel de seguimiento que les gustaría, como información relativa a mis talleres, cómo ser coach certificado de reducción del estrés financiero, o si saben de otro grupo que podría requerirme como oradora. Al final del formulario escribo: "¡Gracias! ¡Fue un placer servirle!". Puede adecuar esto a sus necesidades, enumerando los problemas de sus clientes que puede resolver o los beneficios que ofrece y que ellos podrían necesitar. Admito un fracaso: durante años hablé en público, repartí mis hojas de evaluación, coseché risas y aplausos... y nadie llenó mi formulario. Bueno, una, dos, quizás cinco personas de cada 50, pero eso no es bueno, ¿verdad? Me daba vergüenza pedir los formularios al final de la charla. No los pedía con la misma intensidad con la que había hablado de mi tema, y siempre estaba ansiosa e insegura al respecto. |