2. Adopte una actitud de gratitud al pagar sus cuentas.

Diga una oración de bendición al pagar sus cuentas. Dé gracias por tener dinero para pagarlas, y tener el gusto de recibir el beneficio de los productos o servicios que paga. De lo contrario, prescinda de ellos. Si no le gusta pagar la cuenta de la luz, viva a oscuras, sin teléfono, calefacción, computadora ni internet. Tras decirle esto, una de mis clientas exclamó: "¡Me urge un ajuste de gratitud!".

Yo escribo "¡Gracias!" en todos mis cheques, aunque ahora ya no se usan tanto como antes. Pero usted puede escribir "¡Gracias!" en el estado de cuenta de su tarjeta de crédito, o solo bendecir a alguien mientras le paga en efectivo. Llevo 15 años haciendo esto.

3. Envíe dinero con alegría. Sienta el flujo del dinero: moviéndose siempre, entrando y saliendo. No sirve de nada cuando está estático. Se supone que debe multiplicarse y compartirse. Cada vez que paga una cuenta, bendice a quien le ofreció el producto o servicio implicado; le ayuda a crecer y prosperar, a dar de comer a su familia y quizás también a sus empleados.

Muchas personas caen en la trampa del miedo a la falta y limitación de dinero, temiendo soltarlo porque podrían no recibir más. Esto no es sino más pensamiento negativo. Si usted compra algo, páguelo con gusto y disfrute de ayudar a enriquecer a otra persona.

4. Pague una parte de cada cuenta o envíe un mensaje prometiendo un pago futuro.

Sé que a veces hay dificultades y el dinero escasea. Quizás en un momento dado usted no pueda pagar todo lo que debe, sino solo una parte. Estas cosas pasan, y la mayoría tropezará con este problema alguna vez en su vida. Lo peor que puede hacer es dejar de comunicarse con sus acreedores, justo lo que casi todos hacemos.