Si sus finanzas le dan nervios o miedo y siente que no controla su dinero, es probable que eso se deba a que no tiene un presupuesto. Así que comience uno ahora mismo. No es necesario que compre un programa de lujo y aprenda a instalarlo y usarlo. Utilice una simple hoja de cálculo de Excel. Ponga en un par de columnas los encabezados de ingresos y egresos. Después, dedique a la derecha otra columna para las cantidades de su presupuesto, lo que usted planea gastar en cada concepto. Una columna más, a la derecha de esta última, será lo que gastó en verdad.

Preparar esto podría llevarle una hora, pero después solo tardará dos minutos en registrar sus cantidades cada vez que pague sus cuentas; verá lo que gastó, qué cuentas debe, cuánto dinero ha entrado y cuánto queda. Esta es la herramienta de administración más formidable de todas porque usted no podrá volver a mentirse acerca de sus gastos.

1. Balance general

Cuando la gente en mis clases empieza a ver crecer su patrimonio, la tensión aumenta en forma notoria.

"¡Esto no reduce mi estrés financiero!", reclaman.

"Aún no —les digo—; pero al final del curso, ustedes agradecerán haber hecho este ejercicio. ¡Les fascinará contar su dinero cuando tengan más dinero que contar!"

Muchas personas no emprenden siquiera el camino de la salud financiera por temor a echar un vistazo realista a su situación presente. Pero mientras no esté dispuesta a considerar la suma total de su patrimonio, tampoco querrá actuar para mejorarlo. Y, con toda franqueza, rehuir la verdad no hace sino someterla a más tensión y estrés. Temerá siempre estar en graves problemas en el juego del dinero, y esto afectará en forma negativa su vida entera.