Y no me refiero a que se endeude para financiar un frívolo viaje a las islas Bahamas o una fiebre de compras de ropa de marca que en realidad no se podría permitir. Eso es deuda de consumo, deuda mala.

Me refiero a la deuda buena; es decir, el dinero en el que se apoya para invertir en el crecimiento y prosperidad de su negocio.

El dueño de una planta manufacturera que produce $3 millones USD al año dijo esto a un grupo de microempresarias de la National Association of Women Business Owners (NAWBO):5 "Para que sus negocios prosperen, tendrán que acostumbrarse a números negativos cada vez mayores".

¡Gulp! Unas cuantas microempresarias sabias asintieron, mientras que todas las demás palidecieron ante esa declaración tan franca.

Pero es cierto.

Bill Gates no creó Microsoft con sus ahorros personales. Steven Spielberg no financia él mismo sus películas.

Usan DDO (dinero de otros). Piden prestado a bancos, consiguen préstamos de amigos o familiares o logran que un grupo de inversionistas combine sus recursos para financiar su crecimiento.

Gran parte de lo que oye decir a los expertos financieros es malo para usted

Si usted es una microempresaria que padece estrés financiero, tengo un mensaje que comunicarle: no es culpa suya. La culpa es de los consejos financieros que suele recibir de los expertos de siempre, ¡porque están equivocados!