Más tarde fueron $1 595 USD y luego $2 000 USD, suma también difícil de pronunciar, así que la aumenté a $2 500 USD. Cada vez que subía de precio pensaba que había llegado al tope de lo que podía cobrar; que por fin todos dirían: "No, su taller no vale eso, es demasiado". En cada precio, algunos decían que era mucho, pero también había personas que podían pagar y lo hacían.

Después, examiné los resultados que la gente obtenía de mi taller, como la señora que cerró un trato por $7 millones USD un año y medio después de haber pasado por mi curso, o el planificador financiero que ganó $30 000 USD el primer mes, o el terapeuta con 10 clientes que al final del taller ya tenía 23. Tony Robbins cobra $1 millón USD por un año de coaching. En la actualidad hay varios coaches de este precio, con programas que cuestan miles de dólares al mes, y varios son mujeres. ¡Fantástico! Esto me mueve a decir que cualquier cantidad que cobre por debajo de esa es una ganga.

¿Le preocupa ser demasiado codiciosa si pide más? ¿Una mala persona? ¿Poco espiritual? Esta es la trampa en la que las mujeres solemos caer. Pero que alguien no pueda pagar lo que usted cobra no significa que deba ofrecer sus servicios a menor precio para satisfacer las necesidades de ese sujeto. ¿Cobraría $5 USD si eso es lo más que él puede pagar? Tal individuo dispone de otras opciones para obtener lo que necesita: servicios sociales, libros, cintas, proveedores menos experimentados o que apenas empiezan y cobran menos. Hay ayuda al alcance de todos los niveles y precios. Esa es una de las razones de que yo escriba libros: poder compartir parte de lo que sé a muy bajo costo.

Pero el tiempo de usted es un recurso finito, y se le debe pagar lo máximo por él. Si trabajara en una compañía, ¿no esperaría que se le pagara por su experiencia más que a los novatos que apenas comienzan?

Usted vale más de lo que cree.