Sí, es probable que usted esté pensando: "Pero, ¿qué hago después?".

Nada nos hace dudar más de nosotros mismos que enfrentarnos a la competencia. Su negocio y usted podrían prosperar por años cuando, de repente, aparece alguien que hace lo mismo, ¡y a menor precio! O, de pronto, el nuevo vendedor supera los logros que usted ha conseguido. O se abre una gran tienda departamental cerca de su pequeña boutique.

Bien podría ocurrir que algunos de sus clientes salgan disparados a conocer las mercancías que ofrece la competencia. Sé que, en la última recesión, hubo innumerables coaches, terapeutas y consultores que impartían seminarios y cursos por televisión en cuanto a cómo incrementar sus ingresos.

¿Qué hacer entonces? Yo necesito que "mi gente" me ayude a mantenerme en equilibrio. En un momento dado, me molestó que otros copiaran mis escritos y enseñanzas, y les dieran un giro distinto para promover sus seminarios y cursos por televisión. Había dedicado demasiado tiempo a escribir boletines, correos electrónicos informativos y artículos para blogs, así que eso me enfureció.

En una sesión mensual de coaches destacados, mencioné el asunto con cierta irritación. Entonces Louise Crooks me preguntó: "Y a ti, ¿qué te quita?".

Eso me paró en seco. "Bueno...", titubeé, pensando a toda velocidad. ¿Tenía miedo de perder clientes? ¿Miedo de que la gente asistiera a otros talleres en lugar del mío? Me di cuenta de este modo de que no pierdo nada cuando otros obtienen ideas de mi trabajo. ¿Acaso yo misma no he aprendido y obtenido ideas de maestros con los que estudié, así como de grandes libros que leí?