Comparta su talento con amor

Este es el "secreto". Cuando desborda amor y gusto por lo que hace, lo demuestra en su cara y en su lenguaje corporal. Los seres humanos somos animales sociales; es natural que quiera comunicarse y compartir su alegría con los demás. La clave es apreciar a su público, o a sus clientes, e invitarlos a disfrutar con usted.

Hace años, vi a un hombre extraviarse justo cuando pronunciaba un discurso. Miró sus papeles y no dijo nada. La tensión en la sala aumentó. ¡Fue muy desagradable! Tras un minuto de silencio, alzó la vista, sonrió y dijo: "Todos me estaban animando a seguir, ¿verdad?". Esa fue una lección importante: el público quiere que usted haga un buen papel. Sus clientes desean lo mismo. Quieren disfrutar el viaje con usted. Confíe en ellos y llévelos consigo. ¡Diviértanse!

Y esto también produce dinero.

Siéntase orgullosa de su apariencia

Queremos brillar, mostrar lo mejor de nosotras, recibir cumplidos. Deseamos lucir magníficas, talentosas y triunfadoras.

Este es un tema especialmente difícil para nosotras. El exagerado énfasis en la apariencia es más perjudicial para las mujeres que para los hombres debido a la forma en que se nos representa en los medios de comunicación, dominados por los hombres, donde valemos más por ser bellas que por ser inteligentes o talentosas. ¿Cuántas de las veinteañeras que ve en la televisión carecen de atractivo? No muchas. El bombardeo diario de los medios nos ofrece una imagen distorsionada de la realidad.

Diversos estudios confirman que las jóvenes de entre 12 y 17 años de edad sufren hoy una aguda caída en su autoestima. Un informe del Journal of Research on Adolescence (Revista de investigación en adolescentes) reveló que gran parte de la responsabilidad de esto reside en que las percepciones de apariencia y autoestima se relacionan entre sí: "Los medios —revistas, televisión, cine, publicidad, videos musicales— no solo enfatizan que la autoestima de las mujeres debe basarse en la apariencia, sino que también presentan un seductor ideal cultural de belleza femenina crecientemente inalcanzable (Richins, 1991; Silverstein, Perdue, Peterson y Kelly, 1986). Por ejemplo, un reciente análisis de contenido de series de televisión determinó que 76% de los personajes femeninos estaban por debajo del peso promedio (Fouts y Burggraf, 2000)".