¡Esto me encantó! Las grandes corporaciones pueden ser conscientes y modificar el juego. El cambio ya está por llegar, y las mujeres podemos contribuir con este. ¿Por qué las mujeres (o los hombres) debemos seguir abrazando el viejo modelo masculino del éxito? ¿Y por qué sigue sin ser aceptable que los hombres adopten metas que, de manera tradicional, son femeninas? ¿Por qué el juego de los negocios no podría cambiar y volverse más grato para sus usuarios y su familia, más conciliador, compartido y entretenido? En vez de esperar a que las mujeres aprendamos a ser más agresivas e incorporarnos a las altas esferas, los líderes deberían invitarnos a formar parte de ellas; no todo el talento tiene una envoltura agresiva. Muchas mujeres no quieren el éxito si este implica el alto precio que el mundo corporativo le pone. Lynne Twist, en su libro The Soul of Money (El alma del dinero), cuenta que en una ocasión habló ante un grupo de ejecutivas de alto nivel de Microsoft, cuyo patrimonio promedio era de $10 millones USD. Pese a que estaban orgullosas de sus éxitos y honores, estas ejecutivas lamentaban haber puesto en segundo término a su familia y no tener vacaciones. Para la mayoría, "su vida era la pantalla de su computadora", y pensaban que "algún día se retirarían y vivirían felices por siempre". Pero, como oí decir en forma sucinta a Terry Cole-Whittaker hace años: "Algún día no es un día de la semana". Usted no puede retroceder el tiempo y disfrutar de la infancia de sus hijos después de retirarse. Ya es hora de promover un cambio en las reglas. |
La forma de hacer negocios de las mujeres |
A las mujeres nos gusta hacer un buen trabajo que ayude a la gente; a menudo ponemos esto al frente de nuestras intenciones cuando elegimos una profesión. Hoy cada vez más mujeres ponen un negocio, trabajan por su cuenta y eligen empleos de horario flexible, más compatibles con los trabajadores actuales. Cuando me di cuenta de que podía crear un juego nuevo conforme a mis propias reglas y decidir por mí misma qué era ganar, inventé mi profesión de oradora, autora y maestra de negocios y encontré felicidad (y dinero) al ayudar a los demás a encontrar felicidad y dinero. ¡Amo mi vida! |