Si usted quiere jugar el juego de "Quién tiene más dinero", la invito a que lo hagamos. Pero en ese juego solo hay un ganador, como en las películas de Highlander y los programas de televisión donde "solo puede haber uno". Siempre he pensado que esa premisa era demasiado tonta. Ahí estaba un montón de inmortales peleándose y matándose entre sí en lugar de aliarse, brindar unos por otros y apoderarse del mundo.

¿Si en vez de ello hubieran canalizado toda esa energía en hacer un mundo mejor para todos? ¿Y si las personas más ricas del mundo hicieran lo mismo? Y no me refiero solo a hacer donativos a instituciones de beneficencia, sino también a reestructurar el juego de los negocios para que más personas se beneficien, no solo las mujeres, sino todo el mundo.

Algo está mal en el juego de los negocios tal como se le practica hoy día. Hay personas que ya comenzaron a señalar que la fractura de la clase media y la creciente desigualdad en el ingreso es un juego de suma cero que terminará por resultar insostenible. No es correcto que las 85 personas más ricas tengan más dinero que la mitad más pobre de la humanidad, 3 500 millones de individuos.

En su artículo "For the Love of Money", publicado en el New York Times, Sam Polk escribió: "En mi último año en Wall Street, mi bono fue de $3.6 millones USD, y aun así me enojó que no fuera tan grande como yo esperaba. Tenía 30 años y no tenía hijos, deudas ni una meta filantrópica en mente. Quería más dinero justo por la misma razón por la que un alcohólico necesita otro trago: era un adicto".

Cuando nadie está satisfecho a menos que sea el número uno, todos trabajan demasiado. Yo preferiría jugar a "¡Todos ganamos y somos felices!".

¿De veras es malo para los negocios pagar salarios decentes a los empleados, dar el mismo sueldo por el mismo trabajo, ofrecer seguro médico, otorgar permisos compasivos para emergencias familiares, compartir con los trabajadores parte de las ganancias de la compañía o pagar con generosidad el tiempo extra y las vacaciones? Quien no puede hacer eso sin sacrificar sus utilidades, tiene un mal plan de negocios.