Entre otras muchas obras, el estudio de numerosas fuentes originales llevado a cabo por el historiador Basil Davidson en African Civilization Revisited: From Antiquity to Modern Times, destaca como un recurso de valor incalculable, al igual de la Historia general de África de la UNESCO, pues ambos sacan a la luz la historia del continente negro más allá de los lindes de la colonización. También he contraído una deuda enorme con los guías de safari de Ker & Downey en el delta del Okovango, en Botsuana, por compartir toda su pericia y tolerar mi riada de preguntas, y en especial, deseo dar las gracias a nuestro brillante director de campamento de Okuti, Paul Moloseng.
De todos los libros de la saga, El imperio de marfil ha sido en muchos sentidos, y con diferencia, el más difícil de escribir. Me veo obligada a agradecer de todo corazón a los lectores de mis borradores el trabajo heroico bajo presión, pues apenas les daba un fin de semana para comentar una versión provisional y ya me había lanzado a las revisiones. Son: Holly Benton, Sara Booth, Alison Feeney, Shelley Mitchell, Georgina Paterson, Meredith Rosser, L. Salom, Kellie Takenaka y Rebecca Tushnet. También estoy en deuda con Betsy Mitchell, Emma Coode y Jane Johnson, mis maravillosas editoras, y con mi agente, Cynthia Manson.
Y siempre, siempre, todo mi amor y mi agradecimiento al primero y al mejor de mis lectores, Charles, y también el más amado.