Cierto día, Zhuang Zhou se quedó dormido y soñó que era una mariposa, revoloteando muy contento por ahí. Y la mariposa no sabía que era Zhuang Zhou soñando. Luego despertó y volvió a ser el de siempre, pero ahora no sabía si era un hombre soñando que era una mariposa o una mariposa soñando que era un hombre.
Las enseñanzas de Zhuang Zhou
Si hubiera llevado un diario del dolor, la única anotación habría sido una palabra: yo.
PHILIP ROTH