Agradecimientos

Gracias a Marie Augustsson, nuestra editora, que ha sido fantástica, que sintió la magia desde el principio y jamás dudó de nosotros; o, al menos, supo ocultarlo muy bien. Gracias a Sofia Hahr, nuestra redactora, que miró con ojos nuevos lo que nosotros ya no éramos capaces de ver. Animadoras con pompones, globos y tarta para Eva Ehrnström, Karin Rowland y todo ese equipo extraordinario de Rabén Sjögren/Norstedts, la agencia de Millenium que le ha facilitado a nuestra criatura las mejores condiciones posibles para salir al mundo entero.

Gracias a Lena, Maria, Lotta y Peter, de Grand Agency. Nos habéis guiado y nos habéis hecho sentir siempre como Elegidos.

Gracias a Kim W. Andersson, que consiguió convertir lo difuso de nuestras sugerencias en tres ilustraciones de portada mucho más bonitas de lo que jamás hubiésemos podido imaginar.

Gracias a Pär Åhlander, que logró encontrar una forma que resumía todo lo que queríamos transmitir y que no se rindió hasta alcanzar la perfección.

Gracias a Catharina Wrååk, que leyó el primer capítulo en un estadio inicial y nos dio unos consejos excelentes, que nos ahorraron bastante trabajo innecesario.

Gracias a Tommy y a Stefan Runarsson, que nos enseñaron cómo era el día a día de Anna-Karin en la granja, y a Anna Bonnier, que nos ayudó a llenar las lagunas en el pasado de Linnéa. Gracias también a Maria Sadeghzadeh y a su familia, a Elisabeth Östnäs y a Camille Tuutti.

Mats quiere dar las gracias a Margareta, que nos dejó montar en su preciosa casa un campamento de escritura para dos, y por haber tenido una hija tan magnífica, naturalmente. Sara quiere dar las gracias a su madre por leerle, apoyarla, animarla y por estar siempre dispuesta a hablar de libros, de escritura y de la vida en general. ¡Gracias por todos los relatos!

Sara quiere dar las gracias a Margit y a Micko Strandberg por la cálida acogida durante nuestro viaje de investigación a Bergslagen y por tener un hijo tan inteligente y tan guapo, naturalmente. Mats quiere darles las gracias porque siempre puede ir a casa, encerrarse en su antigua habitación de niño y bajar a la primera planta solo cuando la comida está en la mesa. Os quiero más que a nadie en el mundo, sabed que es verdad.

Mats quiere dar las gracias a Micke: cuando dos personas obsesionadas se ponen a trabajar juntas, puede resultar bastante patológico de vez en cuando, así que gracias por permitir que secuestrara la cabeza de tu mujer casi todo el tiempo. Tu paciencia conmigo ha sido infinita… ¿o no? Sara querría escribirle a Micke un discurso de agradecimiento de diez páginas, mínimo, por su apoyo incondicional, su entusiasmo, su humor, su paciencia, su amistad y su amor. Lo cierto es que a veces no hay palabras suficientes.

Sara quiere dar las gracias también a su hermana Sofia por su entusiasmo, sus buenos consejos y por Frasse. Y a su padre, Claes, por las buenas observaciones, por el juego LucasArts y porque me enseñaste a escribir a máquina correctamente.

Un millón de gracias a quienes habéis leído el manuscrito en diversos estadios, por vuestros valiosos comentarios y vuestro apoyo. Algunos son: Elin Borowski, Elisabeth Jensen Haverling, Siska Humlesjö, Viktoria Aponte Persson, Mathilda Elfgren Schwartz, Johanna Paues Darlington, Rickard Darlington, Minna Frydén Bonnier, Anton Bonnier, Hans-Jörgen Riis Jensen, Anna Andersson, Emelie Thorén, Johan Ehn, Lina Neidestam, Pär Åhlander y Levan Akin.

Gracias a todos nuestros amigos y colegas por vuestro apoyo y por haber aguantado mientras estábamos perdidos en Engelsfors; y porque, cuando volvíamos a la realidad de visita, lo hacíamos como un extraño ser de dos cabezas.

Y el agradecimiento de honor a Typhoid Mary, alias Helena Dahlgren, que nos puso en contacto porque intuía que nos caeríamos bien. No te podías ni imaginar entonces hasta qué punto tenías razón; ni qué monstruo estabas a punto de crear.

Dedicamos este libro a nuestro yo adolescente.