Capítulo 6

Los vecinos de la Tierra: Mercurio, Venus y Marte

En este capítulo

triangle.png Mercurio, el planeta más cercano al Sol

triangle.png Venus, caliente y sofocante con lluvia ácida

triangle.png Descubre Marte, el planeta en el que buscamos agua y vida

triangle.png Comprende qué distingue a la Tierra

triangle.png Encuentra y observa nuestros planetas vecinos

Puedes ver los planetas terrestres (o rocosos) vecinos de la Tierra como Mercurio, Venus y Marte a simple vista y estudiarlos con tu telescopio. Sin embargo, ellos te atormentan revelando solamente un poco de su naturaleza a través de esas observaciones. La mayor parte de lo que saben los científicos sobre sus historias, formas geológicas y propiedades físicas se basa en imágenes y datos de medición que envían las naves espaciales interplanetarias a la Tierra.

Dos naves espaciales de la NASA han visitado Mercurio. Una lo sobrevoló tres veces y describió una órbita alrededor del planeta. Varias sondas han visitado, orbitado e incluso aterrizado en Venus. Marte ha sido objeto de numerosas sondas, vehículos de aterrizaje y exploradores robóticos. Algunos han orbitado alrededor de Marte, otros han aterrizado allí, y los hay que, por desgracia, se han estrellado o no han llegado al planeta.

En este capítulo te ofrezco detalles fascinantes (y prácticos consejos de observación) de los vecinos del Sistema Solar que están más cerca de la Tierra.

Mercurio: raro, caliente, y casi todo de metal

Los astrónomos creen que Mercurio es raro. En su mayor parte no está formado por roca, como la Tierra (igual que la Luna, Marte y Venus), sino que es casi todo de metal, una gran bola de hierro con una fina piel de roca. En la Tierra, el núcleo de hierro (consulta el capítulo 5) se extiende justo por encima del centro hasta la superficie. En cambio, en Mercurio, el núcleo metálico se extiende por el 85 % en dirección a la superficie, y está todo o casi todo fundido. Mercurio también tiene una capa diferente del resto de las capas de cualquier otro planeta: una zona de azufre y hierro sólido entre el núcleo de hierro y la superficie rocosa.

Es fácil ver lo excepcional que es Mercurio en su superficie. Tiene muchos cráteres de impacto, igual que la Luna (consulta el capítulo 5), pero muchos de los cráteres de Mercurio están inclinados, como si el suelo se hubiera movido después de su formación. El cráter más grande de Mercurio, la Cuenca de Caloris (de más de 1.500 kilómetros de ancho) también es raro: gran parte del fondo del cráter está elevado por encima del borde. ¡Imagínate cómo llegó a ocurrir!

consejo.pngLa mayor parte de lo que sabemos sobre Mercurio procede de la sonda Messenger de la NASA, que aún orbita alrededor del planeta, y de la Mariner 10, que voló hacia Venus en 1974 y visitó Mercurio tres veces entre 1974 y 1975. Puedes ver imágenes de la Messenger, las últimas novedades sobre los descubrimientos de Mercurio y mantenerte al día del avance de la misión en la web de la Universidad Johns Hopkins (http://messen ger.jhuapl.edu). También puedes ver imágenes de la Mariner 10 en la web de la Arizona State University (http://ser.sese.asu.edu/M10/IMAGE_ARCHIVE/Mercury_search.html). Consulta la galería de imágenes de nuestra página web para ver una imagen de Mercurio.

Aquí tienes algunos otros datos clave sobre Mercurio:

visto.png Mercurio tiene largas y serpenteantes cadenas montañosas que cortan cráteres de impacto y otros accidentes geológicos. Dichas cadenas probablemente fueron causadas por la contracción de la corteza, que se estaba enfriando después de haber estado fundida.

visto.png Mercurio tiene menor cantidad de cráteres pequeños que la Luna, en proporción al número de cráteres grandes.

visto.png Existen zonas montañosas con un gran número de cráteres, igual que sucede en la Luna (Mercurio no tiene luna propia conocida). Pero, a diferencia de la Luna, las zonas montañosas de Mercurio están interrumpidas por suaves llanuras.

visto.png En las antípodas de la Cuenca de Caloris, en el lado opuesto de Mercurio, hay una zona de terreno accidentado. La colisión que causó Caloris debe de haber generado potentes ondas sísmicas que viajaron a través del interior de Mercurio y por toda su superficie, convergiendo en las antípodas con un efecto catastrófico.

visto.png Mercurio tiene un campo magnético global, generado por una dinamo natural en su núcleo de hierro fundido, de forma muy parecida a la Tierra, excepto por el hecho de que el campo magnético de la Tierra es mucho más fuerte (Marte, Venus y la Luna carecen de campo magnético global).

visto.png Mercurio tiene enormes oscilaciones de temperatura, desde máximas de 465 °C durante el día a mínimas de –184 °C por la noche.

La química de Mercurio es excepcional, ya que muchos de los elementos volátiles (que se evaporan fácilmente) como potasio, sodio y azufre, se encuentran en su superficie. Ese descubrimiento supone un desafío para los astrónomos que intentan explicar cómo Mercurio llegó a estar casi totalmente compuesto por hierro. Las teorías anteriores defendían que, en el pasado, Mercurio tuvo una mayor proporción de roca que ahora. De ser así, se habría parecido más a la Tierra y la Luna. Las teorías proponían varias formas en las que se podría haber destruido gran parte de la roca exterior original de Mercurio, pero cualquier fuerza tan potente habría evaporado el potasio, sodio y azufre que ahora domina la superficie de Mercurio.

Cuanto más sabemos los astrónomos sobre Mercurio, más nos desconcierta.

Seco, ácido y montañoso: mantente alejado de Venus

Venus nunca tiene un día claro; del ecuador a los polos este planeta siempre está cubierto por una capa de nubes de 15 kilómetros de grosor compuestas por ácido sulfúrico concentrado. Y su superficie tampoco se libra del calor: Venus es el planeta más caliente del Sistema Solar, con una temperatura en su superficie de 465,5 °C, que es prácticamente la misma desde el ecuador al polo, día y noche.

Y si el calor parece malo, aún es peor la presión barométrica, de unas noventa y tres veces la presión a nivel del mar en la Tierra. Pero olvídate de los mares; no encontrarás agua en Venus. Puedes quejarte del calor, pero no de la humedad. Es un calor seco, como el de Arizona.

La mala noticia sobre el tiempo de Venus es que hay una lluvia perpetua de ácido sulfúrico en todo el planeta. La buena noticia es que esta lluvia es virga, lo que significa que se evapora antes de llegar al suelo.

La alta temperatura de Venus se debe a un caso extremo de efecto invernadero. En pocas palabras, la atmósfera densa (más de un 95 % de dióxido de carbono, sin oxígeno) y las nubes dejan pasar la mayor parte de la luz solar que cae en Venus, que calienta la superficie y el aire cerca del suelo. La superficie caliente y el aire liberan calor, que adopta la forma de rayos infrarrojos. En la Tierra, gran parte de esa radiación infrarroja se escapa al espacio y enfría el suelo por la noche. En cambio, en Venus, la atmósfera de dióxido de carbono atrapa los rayos infrarrojos, por lo que la temperatura del planeta es extremadamente caliente.

Prácticamente todas las excelentes imágenes de la superficie de Venus que puedes encontrar en la página web de la NASA y en otras realmente no son fotografías. Lo que ves son mapas de radar detallados, sobre todo de la nave espacial Magellan de la NASA. Las nubes del planeta bloquean la visión de los telescopios desde la Tierra y de cualquier cámara en un satélite que orbite Venus. La parte superior de las nubes está a una altitud de 65 kilómetros, mucho más bajas que el punto en el que puede operar un satélite.

consejo.pngLas pocas imágenes que tenemos de vehículos que han aterrizado en Venus, lanzados por la antigua Unión Soviética, muestran zonas de placas de roca planas separadas por pequeñas cantidades de tierra. Las placas parecen zonas de flujos de lava basáltica endurecidos como los que encontramos en la Tierra. En cambio, en Venus, la superficie parece naranja porque está cubierta por densas nubes que filtran la luz solar. Puedes ver los mapas de radares por satélite de Venus, imágenes de los vehículos de aterrizaje de la superficie y más datos en el apartado Views del sitio web Solar System: www.solarviews.com/eng/venus.htm (también puedes ver una imagen de Venus en la página web www.para dummies.es).

Prácticamente todo Venus (alrededor del 85 %) está cubierto por llanuras, tierras bajas volcánicas con rimas (cañones serpenteantes que dejan los flujos de lava). Este territorio incluye la rima más larga conocida en el Sistema Solar, Baltis Vallis, que se extiende en Venus a lo largo de unos 6.800 kilómetros. También encontramos zonas más elevadas con cráteres y mesetas deformadas.

En Venus no hay tantos cráteres como cabría esperar, si tenemos en cuenta los que vemos en la Luna y en Mercurio (Venus no tiene lunas conocidas). No hay cráteres pequeños ni muchos cráteres grandes porque la superficie de Venus fue inundada por lava o modificada por vulcanismo (la erupción de roca fundida desde el interior de un planeta) después de que los impactos de objetos exteriores prácticamente hubieran finalizado. Esta inundación o modificación eliminó todos o casi todos los primeros cráteres. Pocos objetos grandes han chocado con Venus desde que se destruyeron los primeros cráteres, y los objetos pequeños no provocan muchos cráteres en Venus porque las fuerzas aerodinámicas de su densa atmósfera suponen un obstáculo para ellos y destruyen aquellos que podrían formar cráteres de hasta 3 kilómetros de diámetro.

La superficie de Venus está cubierta por enormes volcanes y cadenas montañosas, pero nada que se parezca a las montañas no volcánicas de la Tierra (como las Montañas Rocosas del oeste de Estados Unidos, los Pirineos, en la península Ibérica, o el Himalaya, en Asia), que fueron provocadas por una placa de la corteza que empujaba a otra. Y Venus no tiene cadenas de volcanes (como el Anillo de Fuego del Pacífico) que se levanten en los extremos de las placas. A diferencia de lo que ocurre en la Tierra, en Venus no existe tectónica de placas ni deriva continental.

Venus parece distinto a la Tierra en la superficie, pero mantiene un parecido interesante en el subsuelo. Venus Express, una sonda enviada por la Agencia Espacial Europea, detectó “puntos calientes”, es decir, zonas de Venus que son notablemente más cálidas que lo que los rodea. Los astrónomos creen que los puntos calientes son lugares en los que las plumas de magma caliente ascienden desde las profundidades. La Tierra tiene algo parecido, llamado plumas del manto, en zonas en las que hay volcanes activos que no están cerca de los extremos de las placas tectónicas (por ejemplo, en Hawái). (Si deseas obtener más información sobre placas tectónicas, consulta el capítulo 5.)

Rojo, frío y árido: descubre los misterios de Marte

Los científicos han trazado un mapa de la superficie de Marte y han medido la altitud de montañas, cañones y otros accidentes geográficos con mucha precisión. Puedes encontrar el mapa del planeta elaborado por National Geographic en la web de la NASA (http://tharsis.gsfc.nasa.gov/ngs.html). Este mapa se basa en datos de dos instrumentos a bordo del Mars Global Surveyor (MGS), un satélite que operó en órbita alrededor de Marte de 1997 a 2006. Un instrumento, un altímetro láser, hacía rebotar pulsos de luz sobre la superficie de Marte para medir las altitudes de los accidentes geográficos que reflejaban la luz. El otro instrumento, una cámara, fotografiaba los accidentes geográficos.

Mientras operaba el satélite MGS, otra nave de la NASA, Mars Odyssey, llegó y empezó a orbitar alrededor del planeta en octubre de 2001. Puedes ver sus descubrimientos en http://mars.jpl.nasa.gov/odyssey.

consejo.pngLa Agencia Espacial Europea no acapara tanta atención como la NASA, por eso quizá no sepas que los europeos tienen un satélite, la Mars Express, que empezó a orbitar alrededor del planeta rojo el 25 de diciembre de 2003. Encontrarás espléndidas imágenes de esta nave espacial en www.esa.int/SPECIALS/Mars_Express.

Aunque los científicos hayan trazado un mapa preciso de Marte con satélites y hayan explorado partes de su superficie con sondas de aterrizaje y vehículos robotizados exploradores, el planeta todavía encierra muchos misterios que quieren descubrir. En los siguientes apartados comento varias teorías sobre el agua y la vida en Marte (si quieres saber más sobre Marte, no te olvides de ver su imagen en nuestra página web: www.para dummies.es).

¿Dónde ha ido a parar toda el agua?

El mapa topográfico de Marte muestra que la mayor parte del hemisferio norte tiene menor altitud que el hemisferio sur. Algunos astrónomos creen que esta árida zona norteña, limitada por accidentes geográficos que parecen una antigua línea costera, hace tiempo fue un océano. Los científicos utilizaron un radar montado en la Mars Express que penetraba el suelo para observar por debajo de la posible zona de la línea costera. En 2012 informaron de que la capa subsuperficial parecía estar compuesta por sedimentos (es decir, rocas rotas, tierra y/o arena que se queda en el fondo de una masa de agua). El sedimento (si es eso) fue supuestamente depositado en la antigua zona sospechosa. Algunos expertos todavía no están convencidos de que Marte tuviera un océano, pero yo sí lo creo.

Las tierras bajas del norte pueden ser o no el lugar en el que antiguamente hubo un océano, pero aunque no lo fueran, otras pruebas sugieren que el agua líquida fue común en el pasado en Marte:

visto.png Marte es frío y seco ahora, pero hay mucho hielo en sus polos. Según una estimación, hay hielo suficiente como para inundar todo el planeta hasta una altura de 30,48 metros si se derritiera (el hielo polar no se derretirá porque Marte está demasiado frío).

visto.png Algunos cañones de Marte parecen haber sido esculpidos por una gran inundación producida hace mucho tiempo.

visto.png La nave Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) fotografió muchos accidentes geográficos con forma de líneas estrechas que descienden por pendientes pronunciadas. Se oscurecen durante el verano marciano y se apagan cuando se enfría el tiempo. Pueden estar causados por agua salada en la capa superficial que se funde y sólo fluye cuando Marte está lo suficientemente caliente. (El agua salada permanece líquida a temperaturas más bajas que el agua dulce, por eso el agua salada puede fluir en Marte cuando el agua dulce sería hielo sólido.)

visto.png El suelo de muchas partes de Marte contiene sustancias que se forman por la influencia del agua, lo que incluye los minerales que aparecen en los lodos.

visto.png El planeta tiene características que parecen lechos de río, con piedras e islas que, aparentemente, fueron redondeadas por un torrente. Estas piedras fueron captadas por la sonda y vehículo de aterrizaje Mars Pathfinder y su pequeño robot, Sojourner.

visto.png Mars Odyssey, a partir de datos tomados en órbita, encontró indicios de grandes cantidades de agua, presumiblemente congeladas, justo por debajo de la superficie en amplias zonas de Marte.

La atmósfera de Marte está compuesta en su mayoría por dióxido de carbono (como la atmósfera de Venus), pero la atmósfera marciana es mucho más tenue que las atmósferas de la Tierra o de Venus. Marte también tiene nubes de cristales de hielo de agua, que se parecen a los cirros de la Tierra. En invierno, parte del dióxido de carbono de la atmósfera de Marte se congela en la superficie y deja finos depósitos de hielo seco. En el polo en el que todavía es invierno, una fina capa de hielo seco suele cubrir la permanente capa de agua helada. Si Marte tuvo un océano en el pasado, el planeta debió de ser mucho más cálido de lo que es hoy en día. Si la atmósfera de dióxido de carbono fue mucho más densa entonces, habría atrapado calor, como en el efecto invernadero de Venus que he descrito en este capítulo. Si Marte tuvo alguna vez una atmósfera cálida y un océano, entonces, el dióxido de carbono de la atmósfera se habría disuelto en el agua. Las reacciones químicas habrían producido carbonatos (minerales compuestos por carbón y oxígeno). Esta teoría predice que hay rocas carbonatadas en Marte. ¡El Mars Exploration Rover, Spirit, de la NASA, descubrió rocas carbonatadas en 2010!

Los expertos en Marte tienen opiniones contradictorias, pero creo que el caso está cerrado: una vez Marte tuvo un clima cálido y mucha agua líquida.

Actualmente, en la zona del ecuador marciano hace un calor delicioso durante el día, cuando las temperaturas del mediodía pueden llegar a unos agradables 16,6 °C. Sin embargo, no te quedes de noche, ya que pueden bajar hasta −133,3 °C tras la puesta de Sol. Las estaciones de Marte también son distintas a las de la Tierra. Tal y como explico en el capítulo 5, las estaciones de la Tierra están provocadas por la inclinación del eje de la Tierra en relación con el plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, no por los cambios de la distancia de la Tierra respecto al Sol (que son insignificantes). En Marte, tanto la inclinación del eje del planeta como los importantes cambios de su distancia respecto al Sol de un lugar de su órbita a otro (porque la órbita de Marte es más elíptica que la órbita casi circular de la Tierra) se combinan para producir estaciones “no terrestres”. El verano en el hemisferio sur de Marte es más corto y más cálido que el verano en su hemisferio norte, y el invierno en el hemisferio norte marciano es más corto y más cálido que el invierno en el hemisferio sur.

cuestionestecnicas.pngUn magnetómetro en MGS descubrió largas franjas paralelas de campos magnéticos de sentido opuesto congeladas en la corteza rocosa de Marte. Hoy en día, el planeta no tiene campo magnético global, pero este descubrimiento puede significar que una vez tuvo un campo global que se revertía periódicamente, igual que el campo de la Tierra (consulta el capítulo 5). También puede significar que Marte experimentó un proceso en la corteza semejante a la extensión del fondo marino en la Tierra y que produjo un patrón similar. Sin embargo, el núcleo de hierro fundido de Marte debió de congelarse y solidificarse hace tiempo, por tanto, ya no se genera un campo magnético, y el flujo de calor del interior hacia la superficie es tan bajo que probablemente ya no haya vulcanismo en marcha.

El vulcanismo que sí que se dio en Marte produjo volcanes inmensos, como el Monte Olimpo, de unos 600 kilómetros de ancho y 24 kilómetros de alto, o cinco veces más ancho y casi tres veces más alto que el mayor volcán de la Tierra, Mauna Loa. Marte también tiene muchos cañones, como el inmenso conjunto llamado Valles Marineris (Valle del Marinero), que mide 4.000 kilómetros de largo. Asimismo, la superficie está salpicada por cráteres de impacto. Los cráteres están más erosionados que los de la Luna porque se ha producido mucho más desgaste, probablemente causado por agua que circuló en grandes flujos en Marte (un tema controvertido en astronomía hasta la fecha).

¿Hay vida en Marte?

Corren muchas ideas erróneas sobre Marte. Algunas de las teorías puede que en realidad sean correctas, pero no han sido demostradas. Todas estas ideas giran en torno a la posibilidad de la vida en Marte. En su mayoría, son tan improbables como la historia de un astronauta del futuro que vuelve a la Tierra después de viajar a Marte y, cuando los periodistas le preguntan: “Bueno, ¿hay vida en Marte?”, respondes “Durante la semana no mucha, pero la cosa se anima el sábado por la noche…”

La posibilidad de vida

El descubrimiento de los “canales” de Marte generó la primera especulación generalizada sobre la posibilidad de vida. Algunos de los astrónomos más famosos de finales del siglo XIX y principios del XX estaban entre los que afirmaban que había canales. En aquel momento la fotografía planetaria no era muy útil, porque las exposiciones eran bastante largas y el seeing atmosférico (que defino en el capítulo 3) hacía que las imágenes fueran borrosas. Por eso, los científicos creían que los dibujos realizados por observadores expertos en la observación con telescopios profesionales eran las imágenes más precisas de Marte. Algunos de estos mapas mostraban patrones de líneas que se extendían y entrecruzaban en la superficie de Marte. Percival Lowell, un astrónomo estadounidense, propuso la teoría de que las líneas rectas eran canales que había creado una antigua civilización para conservar y transportar agua mientras Marte se secaba. Llegó a la conclusión de que los lugares en los que se cruzaban las líneas eran oasis.

Con los años la idea de los “canales” y otras indicaciones de vida pasada o presente en Marte se desechó:

visto.png Cuando la nave espacial estadounidense Mariner 4 llegó a Marte en 1965, sus fotografías no mostraban canales, una conclusión verificada con mayor detalle por imágenes de otras sondas a Marte. Strike uno.

visto.png Dos sondas posteriores, las Viking, realizaron experimentos químicos robóticos en Marte para buscar pruebas de procesos biológicos, como fotosíntesis o respiración. Al principio, parecían haber encontrado pruebas de actividad biológica cuando se añadió agua a una muestra del suelo. Sin embargo, la mayoría de los científicos que revisaron el asunto llegaron a la conclusión de que el agua estaba reaccionando químicamente con el suelo en un proceso natural que no implica la presencia de vida. Strike dos.

visto.png Los vehículos orbitales Viking también enviaron imágenes de la superficie de Marte mientras giraban alrededor de ese planeta. En un punto concreto, las imágenes mostraban una formación de la corteza que, según algunos, parecía una cara. A pesar de que muchos picos de montañas y formaciones de piedra naturales de la Tierra se parecen a los perfiles de famosos presidentes, jefes de tribus de nativos americanos y otras personas cuyo nombre luego pasa a designarlos, algunos creyentes fervientes afirmaron que “la cara de Marte” era un monumento de algún tipo, levantado por una civilización avanzada. Posteriormente, las imágenes más nítidas del Mars Global Surveyor mostraron que ese accidente geográfico no parecía para nada una cara. Strike tres para los defensores de la vida en Marte. Eliminado.

Sin embargo, a pesar de los tres strikes, la idea de la vida no se descartó completamente. En 2003, los astrónomos empezaron a encontrar trazas de metano (a veces conocido como “el gas de los pantanos”) en Marte. El metano se descompone rápidamente en otras sustancias en las condiciones de Marte, por eso algunos astrónomos sugirieron que había una forma primitiva de vida en Marte que generaba ese metano reciente. (En la Tierra, por ejemplo, los microbios metanógenos producen metano.) No obstante, los procesos geológicos de Marte también podrían crear metano, por lo que los expertos todavía intentan resolver este misterio.

La búsqueda de pruebas fósiles

En 1996, algunos científicos analizaron muestras de un meteorito que pensaban que procedía de Marte tras haber sido expulsado del planeta por el impacto de un pequeño asteroide o cometa. Descubrieron compuestos químicos y diminutas estructuras minerales que interpretaron como subproductos químicos y posibles restos fósiles de antigua vida microscópica. Su trabajo causa controversia, y, en muchos estudios realizados posteriormente, esas conclusiones se contradicen. Según la investigación actual, los científicos no pueden defender la teoría de la vida pasada en Marte, pero tampoco pueden refutarla.

Lo único que se puede hacer es buscar sistemáticamente en Marte pruebas de vida, pasada o presente, en las zonas en las que tiene más sentido: lugares en los que parece haber habido grandes cantidades de agua en el pasado y en los que se depositaron capas de sedimento en antiguos lagos o mares. Estos lugares son los que conservan más fósiles en la Tierra.

consejo.pngEn el año 2012, la NASA lanzó la misión espacial MSL (Mars Science Laboratory), que llevaba el vehículo explorador Curiosity. El objetivo es analizar el suelo y las rocas de Marte para buscar pruebas de que las condiciones del pasado eran propicias para la vida. Puedes seguir el avance de la misión y conocer los descubrimientos del Curiosity en tiempo real. Visita su web: http://marsprogram.jpl.nasa.gov/msl/.

Diferenciación de la Tierra a través de planetología comparada

Mercurio es un mundo pequeño de temperaturas extremas, con un campo magnético global como el de la Tierra, pero mucho más débil. Ni Venus ni Marte tienen ese tipo de campo magnético, a pesar de que ambos planetas sean similares a la Tierra en otros aspectos. Sin embargo, hoy en día, tenemos constancia de que sólo hay agua líquida y vida en la Tierra. ¿Qué es lo que hace que la Tierra sea diferente?

Venus, a diferencia de la Tierra, tiene una temperatura infernal. Aunque está más lejos del Sol que Mercurio, es más caliente que éste. Esa temperatura elevada se debe a un efecto invernadero extremo, el proceso mediante el cual los gases atmosféricos elevan la temperatura absorbiendo el calor que fluye hacia afuera. En el pasado, la atmósfera de la Tierra puede haber contenido grandes cantidades de dióxido de carbono, igual que la atmósfera del Venus actual. En cambio, en la Tierra, los océanos absorbieron gran parte del dióxido de carbono, de forma que el gas no pudo atrapar tanto calor en la atmósfera como en Venus.

Por otra parte, Marte es demasiado frío para que exista vida (según los datos que tenemos). Marte ha perdido la mayor parte de su atmósfera original y la actual no es lo suficientemente densa como para producir un efecto invernadero suficiente para calentar gran parte de la superficie por encima del punto de congelación del agua con frecuencia y durante mucho tiempo.

Los tres grandes planetas terrestres son como los platos de la historia de Ricitos de Oro. Venus está demasiado caliente, Marte está demasiado frío, pero la Tierra está justo en el punto medio adecuado para que haya agua líquida y vida tal y como las conocemos (el pequeño Mercurio también está demasiado caliente). Al reunir la información sobre las propiedades básicas de los planetas terrestres y sus respectivas diferencias, los científicos han llegado a las siguientes conclusiones:

visto.png Mercurio es como la Luna en el exterior (con muchos cráteres) pero como la Tierra en el interior, con un núcleo de hierro fundido que genera un campo magnético.

visto.png Venus es el “gemelo diabólico” de la Tierra. Tiene aproximadamente el mismo tamaño que la Tierra, pero con una presión y un calor mortales, una atmósfera irrespirable y un elevado nivel de lluvia ácida.

visto.png Marte es la pequeña Tierra que se enfrió y se secó.

La Tierra es el planeta Ricitos de Oro: ¡justo el punto medio!

Cuando se comparan las propiedades de los planetas, se pueden extraer conclusiones sobre sus respectivas historias y sobre las razones que han hecho que esas historias hayan conducido a los planetas a sus estados actuales. Si piensas de esa forma, practicarás lo que los astrónomos denominan planetología comparada.

Observa los planetas fácilmente

Puedes localizar Mercurio, Venus y Marte en el cielo nocturno con la ayuda de los mapas mensuales de visibilidad del cielo que publican las revistas de astronomía y de sus webs, una aplicación para smartphone o un software planetario (consulta el capítulo 2 para obtener información sobre todos estos recursos). Venus es especialmente fácil de encontrar porque es el objeto celeste más brillante del cielo nocturno, aparte de la Luna.

telescopi.pngMercurio es el planeta que orbita más cerca del Sol, y Venus es el siguiente. Ambos lo hacen dentro de la órbita de la Tierra, por eso Mercurio y Venus siempre están en la misma zona del cielo que el Sol, tal y como se ve desde la Tierra. Por lo tanto, puedes encontrar estos planetas en el cielo al oeste después de la puesta de Sol o en el cielo al este antes del amanecer. En esos momentos, el Sol no está muy lejos bajo el horizonte, así que puedes ver objetos cercanos y al oeste del Sol antes del amanecer, y objetos cercanos pero al este del Sol después de la puesta. Tu lema al mirar a Mercurio o Venus es “Mira al este” o “Mira al oeste” en función de si miras el cielo al amanecer o al atardecer.

Un planeta brillante que aparece por el este antes de que amanezca recibe el nombre de lucero del alba, y un planeta brillante que sale en el oeste después de la puesta de Sol es un lucero vespertino. Como Mercurio y Venus se mueven velozmente alrededor del Sol, el lucero del alba de esta semana puede ser el mismo objeto que el lucero vespertino del mes que viene (consulta la figura 6-1).

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Figura 6-1:

Venus puede ser una estrella de la mañana (lucero del alba) o una estrella de la tarde (lucero vespertino), aunque en realidad no sea una estrella

En los siguientes apartados te explicaré cuál es el mejor momento para observar los planetas terrestres en función de la elongación, la oposición y la conjunción (tres términos que describen la posición de los planetas en relación con el Sol y la Tierra) y cómo utilizar este conocimiento en tus observaciones de los planetas terrestres (enumero los planetas según su facilidad de observación, empezando por Venus, el más fácil de identificar).

¿Qué son la elongación, la oposición y la conjunción?

Elongación, oposición y conjunción son términos que describen la posición de un planeta en relación con el Sol y la Tierra. Encontrarás estos términos cuando consultes listas de las posiciones de los planetas para planificar tus observaciones. Aquí tienes las definiciones de los términos:

visto.png Elongación es la separación angular entre un planeta y el Sol tal y como se ve desde la Tierra. La órbita de Mercurio es tan pequeña que el planeta nunca llega a más de 28° del Sol. Durante algunos períodos, no se aleja más de 18° del Sol, lo que hace que sea difícil de ver. Venus puede llegar a hasta 47° del Sol.

La máxima elongación al oeste (o al este) se da cuando un planeta está tan lejos del Sol como es posible durante una aparición determinada (un período de tiempo en el que el planeta es visible desde la Tierra en noches sucesivas). Algunas elongaciones máximas son mayores que otras porque hay veces en que la Tierra está más cerca del planeta que otras. La elongación es especialmente importante cuando observas Mercurio, porque este planeta suele estar tan cerca del Sol que el cielo en esa posición no es muy oscuro.

visto.png La oposición se da cuando un planeta está en el lado opuesto de la Tierra respecto al Sol. La oposición nunca se da en el caso de Mercurio ni de Venus, pero Marte está en oposición aproximadamente una vez cada ventiséis meses. Ése es el mejor momento para observar este planeta porque es cuando aparece más grande visto con un telescopio. Y en la oposición, Marte está más alto en el cielo a medianoche, por eso lo puedes ver durante toda la noche.

visto.png La conjunción se da cuando dos objetos del Sistema Solar están cerca el uno del otro en el cielo, como cuando la Luna pasa cerca de Venus desde nuestro punto de vista. En realidad, Venus está mucho más allá de la Luna, pero vemos una conjunción de la Luna y Venus.

La conjunción también tiene un significado técnico. En lugar de describir posiciones según su ascensión recta (la posición de una estrella medida en dirección este-oeste) y su declinación (posición de una estrella medida en dirección norte-sur), a veces los astrónomos utilizan la latitud y la longitud eclípticas. La eclíptica es un círculo en el cielo que representa el camino del Sol a través de las constelaciones. La latitud y la longitud de la eclíptica miden grados norte y sur (latitud) o este y oeste (longitud) respecto a la eclíptica. (No te preocupes; no tienes que utilizar el sistema eclíptico cuando observes los planetas terrestres. Eso sí, conocer este sistema te ayudará a comprender las definiciones de conjunción superior e inferior que aparecen más adelante.)

Debes dominar cierta terminología para comprender las conjunciones y las oposiciones: identificar si un planeta es superior o inferior y saber si una conjunción es superior o inferior. Un planeta superior orbita fuera de la órbita de la Tierra (por eso, Marte, por ejemplo, es un planeta superior). Un planeta inferior orbita dentro de la órbita de la Tierra (por eso, Mercurio y Venus son planetas inferiores; de hecho, son los únicos planetas inferiores).

Cuando un planeta superior está en la misma longitud que el Sol tal y como se ve desde la Tierra, se encuentra más allá del Sol y se dice que está en conjunción (consulta la figura 6-2). Cuando ese mismo planeta está en el lado opuesto al Sol, visto desde la Tierra (también aparece en la figura 6-2), hablamos de una oposición.

advertencia.pngLa conjunción es un mal momento para observar un planeta superior porque se encuentra más allá del Sol y casi en la misma dirección. No intentes observar Marte en la conjunción; no lo verás. El mejor momento para observar Marte es en la oposición.

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Figura 6-2:

Un planeta superior en conjunción está en la misma dirección este-oeste que el Sol

Un planeta superior tiene conjunciones y oposiciones, pero un planeta inferior tiene dos tipos de conjunciones y jamás tiene una oposición (consulta el diagrama de la figura 6-3). Cuando el planeta inferior tiene la misma longitud que el Sol y se sitúa entre el Sol y la Tierra, está en la conjunción inferior. Y cuando el planeta inferior tiene la misma longitud que el Sol pero está más allá del Sol tal y como se ve desde la Tierra, el planeta está en la conjunción superior.

Si puedes explicar todo esto a tus amigos, ¡te sentirás superior! Puedes explicarlo “en conjunción” con las figuras 6-2 y 6-3.

telescopi.pngEl momento óptimo para ver Venus es en la conjunción inferior, cuando parece más grande y más brillante, pero Mercurio está demasiado cerca del Sol tal y como se ve desde la Tierra como para verlo en una conjunción inferior o superior. El mejor momento para ver Mercurio es cuando está en su máxima elongación.

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Figura 6-3:

La conjunción inferior alinea un planeta inferior con el Sol en dirección esteoeste

Observación de Venus y de sus fases

El planeta más fácil de encontrar es Venus. La segunda roca desde el Sol es tan brillante que quienes no tienen conocimientos de astronomía suelen verla y llaman a emisoras de radio, periódicos y planetarios para preguntar “cuál es esa estrella tan brillante”.

Cuando las nubes se mueven de oeste a este delante de Venus, los observadores sin experiencia suelen malinterpretar la escena. La gente piensa que Venus (que ellos no han reconocido) se mueve rápidamente en dirección opuesta a las nubes. Debido a su brillo y a la errónea impresión de que se mueve rápido detrás de la nube, la gente suele creer que ha visto un objeto volador no identificado… que resulta ser Venus. Los astrónomos lo saben bien.

telescopi.pngCuando te familiarizas con Venus, puedes verlo a plena luz del día. A menudo, Venus es lo suficientemente brillante como para que, cuando el cielo está claro, puedas verlo utilizando visión indirecta. Dicho de otro modo, puedes verlo “con el rabillo del ojo”. Por alguna razón, a veces se puede ver mejor un objeto celeste con mayor facilidad con visión indirecta que si lo miras directamente. La capacidad para ver cosas con la visión periférica puede ser un rasgo de supervivencia; hace que sea un poco más difícil que un enemigo o un depredador te ataque por sorpresa desde un lado.

Un telescopio pequeño te puede mostrar los rasgos más reconocibles de Venus: sus fases y sus cambios de tamaño aparente. Venus tiene fases parecidas a la Luna (consulta el capítulo 5), y por la misma razón: a veces, parte del hemisferio de Venus que está frente al Sol (y, por lo tanto, brilla) no está orientado hacia la Tierra, por consiguiente, una visión telescópica de Venus muestra un disco en parte iluminado y en parte oscuro. La línea divisoria entre las partes brillantes y oscuras de Venus recibe el nombre de terminador, igual que el límite de la Luna.

Como Venus y la Tierra orbitan alrededor del Sol, la distancia entre los dos planetas cambia sustancialmente. En su punto más cercano a la Tierra, Venus sólo está a 40 millones de kilómetros; y, en su punto más alejado, está a 257 millones de kilómetros de distancia. Aquí, lo importante es el cambio proporcional: en su punto más cercano, Venus está unas seis veces más cerca de la Tierra que en su posición más distante. Por lo tanto, parece seis veces mayor a través de un telescopio.

telescopi.pngLo que no ves cuando observas Venus son rasgos destacados, como el Hombre de la Luna. Venus está totalmente cubierto por densas nubes, y sólo puedes ver la parte superior de éstas. Venus es muy brillante porque orbita relativamente cerca tanto del Sol como de la Tierra y porque tiene una buena y brillante capa reflectora de nubes. Sin embargo, a veces, quizá puedas distinguir los cuernos del creciente de Venus que se extiende más allá del lado oscuro de lo que se predijo ese día para esa fase. En este caso, ves luz solar que se ha reflejado en la atmósfera de Venus y ha pasado más allá del terminador hasta llegar al lado del planeta en el que ya es de noche.

cuestionestecnicas.png Espera un minuto de arco (o segundo)

Los científicos miden los tamaños aparentes del cielo en unidades angulares. Algo que recorre todo el cielo, como el ecuador celeste, tiene 360° de longitud. El Sol y la Luna, en comparación, miden alrededor de medio grado de ancho. Los planetas son mucho más pequeños, así que son necesarias unidades más pequeñas para describirlos. Un grado se divide en 60 minutos de arco, y un minuto de arco (denominado también arc min) se divide en 60 segundos de arco (denominado arc sec). Un grado está formado por 3.600 (60 × 60) segundos de arco. En muchos libros y artículos de astronomía, la prima (´) representa un minuto de arco, y la doble prima (´´) representa un segundo de arco. Los lectores suelen confundir estos símbolos y creen que son abreviaturas de pies y pulgadas. Puedes saber si un corrector que no tiene ni idea ha sido el último en repasar un artículo de astronomía porque ves afirmaciones como “la Luna mide unos 30 pies de diámetro”.

De hecho, el diámetro de Venus es sólo un 5 % más pequeño que el de la Tierra. Su tamaño aparente, o diámetro angular, va de unos 10 segundos de arco cuando Venus está más alejado (y con forma de luna llena) a unos 58 segundos de arco de diámetro cuando está más cerca (y con forma de luna creciente).

Un dato curioso: un segundo de arco equivale al tamaño aparente de una moneda de 1 euro vista a una distancia de unos 4,8 kilómetros.

Las imágenes de Venus con asombrosas estructuras de nubes, como las que aparecen en los libros, se tomaron con luz ultravioleta, en la que esas estructuras son visibles. La luz ultravioleta no pasa a través de nuestra atmósfera (¡viva la capa de ozono, que bloquea esta peligrosa radiación!), por eso no puedes ver a Venus en ella. En realidad, no puedes ver la luz ultravioleta de ninguna manera; es invisible para el ojo humano. Pero los telescopios incorporados en satélites y sondas espaciales por encima de la atmósfera o más allá de ella pueden hacer fotos ultravioletas.

En contadas ocasiones, hay observadores que afirman haber visto un ligero brillo en la parte oscura de Venus. Este brillo, denominado luz Ashen, a veces es real y, a veces, producto de la imaginación. Tras siglos de estudio, los expertos aún no son capaces de explicar la luz Ashen, así que algunos incluso niegan que exista. Pero, con un poco de suerte, la puedes ver. Hay personas que afirman haber visto otros rasgos de Venus con sus telescopios, pero casi todos sus informes son erróneos. Los experimentos muestran que, normalmente, es debido a un efecto psicológico: si alguien ve un globo blanco sin rasgos distintivos desde una cierta distancia, puede que en él vea figuras que no existen.

telescopi.png Intenta coger un tránsito planetario

En raras ocasiones puedes ver un tránsito planetario, que es cuando un planeta pasa justo por delante del Sol y parece un diminuto disco negro contra la brillante superficie solar. Sólo los planetas inferiores (Mercurio y Venus) transitan el Sol, porque solamente ellos se sitúan entre la Tierra y el Sol.

Puedes observar un tránsito de Mercurio con un telescopio pequeño, pero debes utilizar los procedimientos para la observación solar segura que explico en el capítulo 10. De lo contrario, te arriesgas a sufrir graves daños oculares e incluso te puede provocar ceguera. Te aconsejo que compruebes si tu planetario, museo o club de astronomía local organiza una observación de tránsito (es algo habitual). Así, puedes observarlo con un equipo montado por expertos. Los dos próximos tránsitos de Mercurio son el 9 de mayo de 2016 y el 11 de noviembre de 2019.

Los tránsitos de Venus son más impresionantes que los de Mercurio porque Venus tiene un disco mayor, pero también son mucho más escasos. Por desgracia, si no has visto ya un tránsito de Venus, creo que nunca lo harás. El último fue en junio de 2012, poco antes de que este libro fuera a imprenta, y el próximo no será hasta diciembre de 2117. Deja una nota a tus descendientes para que no se lo pierdan.

Observa Marte mientras da la vuelta

Marte es un objeto rojo y brillante, pero no tan deslumbrante como Venus. Comprueba tus mapas celestes para asegurarte de no confundir una estrella roja brillante, como Antares en Escorpio (cuyo nombre significa “rival de Marte”), con el planeta rojo.

La gran ventaja al observar Marte es que, cuando aparece en el cielo nocturno, suele permanecer visible durante gran parte de la noche, a diferencia de Mercurio y Venus, que se ponen bastante pronto después de la puesta de Sol o salen poco antes del amanecer. Normalmente, tienes tiempo de cenar y ver las noticias de la noche antes de salir al jardín para observar Marte.

telescopi.pngCon un telescopio pequeño, puedes ver como mínimo unas cuantas marcas oscuras en Marte. Los mejores momentos para ver estos rasgos duran unos meses, pero sólo se dan cada veintiséis meses, cuando Marte está en oposición. En la oposición, Marte parece más grande y más brillante y podrás ver más detalles en su superficie.

Las próximas oposiciones de Marte se producirán en:

Abril de 2014

Mayo de 2016

Julio de 2018

Octubre de 2020

Diciembre de 2022

Enero de 2025

¡No te las pierdas!

consejo.pngEn sus mejores oposiciones, cuando parece más grande y más brillante, Marte está al sur del ecuador celeste, pero aún puedes observarlo desde latitudes templadas en el hemisferio norte.

El fenómeno de superficie más fácil de ver de Marte con un telescopio pequeño suele ser Syrtis Major, una gran zona oscura que se extiende hacia el norte desde el ecuador. El día de Marte dura casi lo mismo que el de la Tierra: 24 horas y 37 minutos. Por eso, si miras a Marte varias veces durante una noche, quizá puedas ver Syrtis Major moviéndose despacio a través del disco del planeta mientras Marte gira. Los observadores planetarios aficionados experimentados pueden ver sus casquetes polares y otros elementos.

consejo.pngLas imágenes de la NASA de Marte, tomadas por sondas interplanetarias y por el telescopio espacial Hubble, son demasiado detalladas para servirte como guía al observar a través de un telescopio pequeño. Necesitas un simple mapa de albedo, que muestra y nombra las zonas brillantes y oscuras de Marte visibles con telescopios pequeños. Un mapa de albedo ofrece más detalle de lo que ve el observador medio y ofrece una buena guía y un reto para tus habilidades de observación. Puedes encontrar ese mapa (preparado por la Asociación de Observadores Planetarios y Lunares) en la página web MarsWATCH de la NASA, http://mars.jpl.nasa.gov/MPF/mpf/marswatch/marsnom.html. También recomiendo A Traveler’s Guide to Mars, un buen libro de bolsillo con cartas desplegables, escrito por William K. Hartmann, un excelente científico planetario que, por si fuera poco, también es un excelente artista del espacio (Workman Publishing, 2003).

Los astrónomos califican las condiciones del cielo según su seeing (la estabilidad de la atmósfera por encima del telescopio), transparencia (la inexistencia de nubes y niebla) y la oscuridad (sin luz artificial que haga interferencias, luz lunar o luz solar). Cuando se observa un planeta brillante como Marte, el buen seeing es el factor más importante y el cielo oscuro el que menos. Pero cuanto más oscuro esté el cielo, más estable sea el aire y mayor sea la transparencia más disfrutarás la noche.

telescopi.pngCon un buen seeing, las estrellas no parpadean tanto, y puedes utilizar un ocular de mayor aumento con el telescopio para descubrir los detalles de Marte o de otro planeta. Cuando el seeing no es bueno, la imagen telescópica parece borrosa, como si diera saltos. Si las condiciones son adversas, un gran aumento no tiene sentido, ya que lo único que se consigue es ampliar una imagen borrosa que salta. Utiliza un ocular de baja potencia para conseguir un mejor resultado.

Por desgracia, incluso cuando las condiciones atmosféricas son ideales en tu lugar de observación, y se está produciendo una oposición de Marte, puede producirse un desastre. Marte es un planeta que experimenta tormentas de polvo por todas partes, lo que oculta a la vista los elementos de su superficie.

telescopi.png Sigue el rastro del retroceso de Marte

Un proyecto básico para los observadores principiantes de Marte es seguir el rastro del movimiento que hace el planeta a través de las constelaciones; sólo necesitas tus ojos y un mapa del cielo.

Localiza a Marte entre las estrellas y marca esa posición en el mapa con un lápiz de mina blanda. Si repites esta observación en todas las noches claras, podrás ver aparecer una figura que desconcertó a los antiguos griegos y condujo a complicadas teorías, la mayoría de las cuales son erróneas.

Por lo general, Marte se mueve hacia el este noche tras noche, igual que la Luna se mueve hacia el este a través de las constelaciones. La Luna siempre avanza, pero Marte a veces revierte su curso. Durante dos a casi tres meses seguidos (de 62 a 81 días), Marte se dirige al oeste a través de las constelaciones, moviéndose en sentido inverso entre 10 y 20°. Tras este período, vuelve a su camino y se dirige al este de nuevo. Este retroceso recibe el nombre de movimiento retrógrado de Marte.

Este tipo de movimiento no se debe a que Marte no sepa si ir o venir; es un efecto producido por el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol. Mientras tú haces un seguimiento del movimiento de Marte, sigues en la Tierra, que se desplaza alrededor del Sol completando su órbita en 365 días. Marte se mueve despacio y describe una órbita completa cada 687 días. En consecuencia, cuando “adelantamos” a Marte por nuestra vía interior, Marte parece haberse movido hacia atrás respecto al marco de referencia de las estrellas distantes. Pero, en realidad, Marte siempre va hacia delante.

consejo.pngDe hecho, los astrónomos profesionales a veces confían en aficionados a la astronomía para que les ayuden a controlar a Marte, para que les avisen cuando empieza una tormenta de polvo y si se producen otros cambios destacables en el aspecto del planeta. Puedes conseguir información sobre este programa en la web del International MarsWatch, de la Rowan University (http://elvis.rowan.edu/marswatch/news.php). En la página MarsView de este sitio, puedes planificar tu observación de Marte introduciendo la fecha y la hora UTC en la que preveas observar (explico cómo obtener la hora UTC en el capítulo 5, en el apartado, “Cómo encontrar el momento adecuado”). Además, la web muestra una imagen en color que predice qué aspecto tendrá Marte en el momento que tú especifiques. Si ves que una tormenta de polvo cubre gran parte de Marte, puede que eche a perder tu observación, pero también podrían reconocerte el mérito de haber alertado a los científicos del fenómeno. Los expertos agradecerán tu historia sobre el polvo, no la rechazarán.

Necesitarás bastante experiencia para convertirte en un hábil observador telescópico de Marte. Como observador principiante, no supongas que se está produciendo una gran tormenta de polvo cuando no puedas ver detalle alguno. Acostúmbrate a ver Marte en distintas ocasiones, cuando las condiciones de observación sean mejores y peores. Sólo después de muchas observaciones podrás considerar que, cuando no puedes ver detalles, es por culpa del planeta, no de las circunstancias de la observación ni de tu inexperiencia. Recuerda este lema científico: “La falta de pruebas no es necesariamente una prueba de dicha falta”. Quizá la primera vez que mires no veas detalles de la superficie de Marte, pero eso no significa que una tormenta de polvo esté oscureciendo tu visión. Como observador a través de telescopio, debes entrenar tus habilidades de observación, igual que los gourmets y los amantes del vino entrenan sus paladares. Brindo por ello.

Y, para tu información, Marte solamente tiene dos lunas conocidas, Fobos y Deimos. Estos diminutos cuerpos celestes no son visibles con telescopios pequeños.

Supera a Copérnico observando a Mercurio

Los historiadores dicen que el gran astrónomo polaco Nicolás Copérnico (1473–1543), quien propuso la teoría heliocéntrica (con el Sol como centro) del Sistema Solar, nunca vio el planeta Mercurio.

Pero Copérnico no tenía ayudas modernas, como aplicaciones para smartphone, software de planetarios, webs de astronomía, ni siquiera revistas mensuales sobre este tema (consulta el capítulo 2). Puedes utilizar estas ayudas para averiguar en qué momento del año estará mejor situado Mercurio para su observación: los momentos de mayor elongación oeste y este (términos que comento en el apartado “¿Qué son la elongación, la oposición y la conjunción?” anteriormente en este capítulo), que se producen unas seis veces al año.

En las latitudes templadas, como la de España, Mercurio sólo suele ser visible al atardecer. Cuando el cielo está oscuro, mucho después de la puesta de Sol, Mercurio también se ha puesto. Por la mañana, no puedes verlo hasta que está a punto de amanecer y empiezan a aparecer las primeras luces en el cielo. Mercurio parece una estrella brillante pero da la impresión de ser mucho más tenue que Venus en el oeste al atardecer o en el este antes del amanecer.

consejo.pngPuedes obtener más información sobre cómo observar Mercurio y otros planetas en la ALPO (Asociación de Observadores Planetarios y Lunares), que también recoge dibujos y otras observaciones planetarias realizadas por observadores aficionados. Además, ofrece formularios, mapas y publicaciones diversas relacionadas con la observación. Esta asociación tiene diversos departamentos especializados en las observaciones de Mercurio y de otros planetas. Consulta http://alpo-astronomy.org. En el Reino Unido, la Asociación Astronómica Británica tiene grupos similares, visita http://britastro.org/baa y haz clic en Sections para obtener más información.

Levántate temprano para ver a Mercurio

Mercurio es mucho más pequeño que Venus, pero puedes ver sus fases a través del telescopio. El mejor momento para hacerlo es cuando Mercurio está en la elongación oeste y aparece en el ocaso matutino. El seeing o estabilidad atmosférica casi siempre es mejor a baja altitud en el este cerca del amanecer que a baja altitud en el oeste después de la puesta de Sol, así que conseguirás una visión mucho más nítida por la mañana. Las guías estándares, como la prestigiosa Observer’s Handbook (una publicación anual de la Real Sociedad Astronómica de Canadá, www.rasc.ca), y las revistas de astronomía y sus webs (consulta el capítulo 2) indican cuándo se va a producir una elongación. Si quieres disponer de estos datos con más antelación, consulta el útil manual Celestial Delights: The Best Astronomical Events Through 2020, de Francis Reddy (Springer, 2012), en el que se incluye una tabla de las máximas elongaciones de Mercurio y Venus hasta el año 2020.

telescopi.pngNecesitas un lugar de observación con un horizonte despejado al este porque Mercurio no está alto en el cielo cuando el Sol está por debajo del horizonte. Si tienes problemas para verlo a simple vista, observa esa parte del cielo con unos prismáticos de baja potencia. Si tienes un telescopio computarizado que incluya base de datos, basta con que indiques “Mercurio” y dejes que el telescopio lo encuentre.

No esperes ver marcas en la superficie

Ver marcas en la superficie de Mercurio con un telescopio pequeño, o con cualquier telescopio, desde la Tierra, es extremadamente difícil. El tamaño aparente de Mercurio en la máxima elongación es sólo de unos 6 a 8 segundos de arco. Consulta el apartado “Espera un minuto de arco (o segundo)” que encontrarás en este capítulo para obtener información más detallada.

Algunos observadores aficionados con experiencia afirman haber visto marcas en la superficie, pero nunca se ha conseguido información útil a partir de esas observaciones. Unos pocos de los mayores observadores planetarios de todos los tiempos pensaron que podían ver y dibujar las marcas de la superficie. A partir de sus dibujos, los observadores intentaron deducir el período de rotación, o “día” de Mercurio. Llegaron a la conclusión de que el día de Mercurio era igual a la duración de un año en Mercurio, u 88 días de la Tierra. Pero se equivocaban. Las mediciones de radar demostraron posteriormente que Mercurio gira una vez cada 59 días de la Tierra. Así, un año de Mercurio es más corto que dos de sus días.

En cualquier caso, cuando averigües cómo ver Mercurio a simple vista y, después, veas sus fases con tu telescopio, ¡habrás superado con creces a Copérnico!

Los amantes de Mercurio eligen la mañana

Aquí tienes la respuesta a por qué la observación es mejor cerca del horizonte del amanecer que cerca del horizonte de la puesta de Sol: en la puesta de Sol, nuestro astro rey ha calentado la superficie de la Tierra durante todo el día, por eso, cuando miras hacia el cielo a baja altura hacia el oeste, miras a través de corrientes turbulentas de aire cálido que suben desde la superficie. Sin embargo, por la mañana, la Tierra ha tenido toda la noche para enfriarse y estabilizarse. El Sol naciente tarda unas horas en calentar la Tierra y volver a entorpecer la visión.