Capítulo 3

Tu forma de mirar esta noche: magníficas herramientas para observar el cielo

En este capítulo

triangle.png Te familiarizarás con el cielo nocturno

triangle.png Observarás objetos a simple vista

triangle.png Sacarás partido a los prismáticos y telescopios

triangle.png Establecerás un plan de observación de éxito asegurado

Si alguna vez has salido fuera y has mirado el cielo nocturno, ya has observado estrellas y otros objetos en el cielo. La observación a simple vista puede distinguir colores y la relación entre objetos, como encontrar la Estrella Polar utilizando “estrellas de referencia” en el Carro.

A partir de una observación a simple vista, puedes dar pequeños pasos e ir añadiendo elementos ópticos para ver estrellas más tenues y observar objetos con más detalle. Primero, prueba con unos prismáticos y, después, pasa a un telescopio. Antes de darte cuenta, ¡serás astrónomo!

Pero creo que voy demasiado rápido. Primero, contempla tranquilamente el cosmos y descubre por tu cuenta su belleza y misterio. Puedes utilizar tres herramientas básicas, de las cuales como mínimo hay una que ya conocerás.

telescopi.pngTanto si utilizas los ojos, unos prismáticos o un telescopio, cada método de observación es ideal para determinados propósitos:

visto.png El ojo humano: Tus ojos son ideales para ver meteoros, la aurora boreal, una conjunción planetaria (cuando dos o más planetas se acercan el uno al otro) o la conjunción entre un planeta y la Luna.

visto.png Prismáticos: Unos buenos prismáticos son lo mejor para observar estrellas variables brillantes, que están demasiado lejos de sus estrellas de comparación (estrellas de brillo constante conocido que se utilizan como referencia para estimar el brillo de una estrella cuyo brillo varía) para verlas juntas a través de un telescopio. Y los prismáticos son maravillosos para recorrer la Vía Láctea y ver las brillantes nebulosas y cúmulos de estrellas que hay aquí y allá. Algunas de las galaxias más brillantes (como M31 en Andrómeda, las Nubes de Magallanes y M33 en Triangulum (el Triángulo) se ven mejor con prismáticos.

visto.png Telescopio: Necesitas un telescopio para observar bien la mayoría de las galaxias y distinguir los miembros de las estrellas dobles cercanas, además de otros muchos usos. (Una estrella doble está formada por dos estrellas que parecen estar muy juntas; puede que estén o no cerca en el espacio, pero cuando están realmente juntas, forman un sistema de estrella binaria.)

En este capítulo, te comento estas herramientas de observación y te ofrezco un rápido manual básico sobre la geografía del cielo nocturno y un plan práctico para profundizar en la astronomía. Dentro de poco, observarás el cielo con facilidad.

Cómo ver estrellas: manual básico de geografía celeste

Si se mira desde el hemisferio norte, todo el cielo parece girar en torno al Polo Norte Celeste (PNC). Cerca del PNC, se encuentra la Estrella Polar (también llamada Polaris), un buen punto de referencia para los observadores de estrellas porque siempre aparece prácticamente en el mismo lugar del cielo durante toda la noche (y todo el día, pero de día no la ves).

En los apartados siguientes, te enseñaré a familiarizarte con la Estrella Polar y te indicaré algunas cosas nuevas sobre las constelaciones.

Mientras la Tierra da vueltas…

Nuestro planeta gira. El filósofo griego Heráclides Póntico proclamó ese concepto en el siglo IV a J. C., pero la gente dudaba de sus observaciones porque pensaba que, si sus teorías eran ciertas, todos tendrían que marearse, como quien se monta en un tiovivo o en un carro que da vueltas a toda pastilla. No se podían imaginar que la Tierra girara sin que ellos sintieran sus efectos físicamente. En la antigua Grecia, pensaban que el Sol giraba alrededor de la Tierra, y que daba una vuelta completa todos los días (no sentían los efectos de la rotación de la Tierra, como nos pasa a ti y a mí, porque son efectos demasiado nimios como para notarse).

La prueba de que la Tierra giraba, es decir, de la rotación, no se encontró hasta 1851, más de dos mil años después de Heráclides (en aquella época los investigadores no tenían demasiada financiación del gobierno, por eso se avanzaba muy despacio). La prueba llegó de la mano de un gran francés. Consistía en una bola de metal pesado suspendida del techo de la iglesia del Panteón de París por un hilo de 67 metros. Este dispositivo recibió el nombre de péndulo de Foucault por el físico francés que tuvo esta idea. Si mirabas con un ojo el péndulo mientras se balanceaba delante y atrás todo el día, veías que la dirección que tomaba la bola por encima del suelo cambiaba poco a poco, como si el suelo estuviera girando debajo de ella. Y es que estaba girando, el suelo gira con la Tierra.

consejo.pngSi no estás convencido de que la Tierra gira, o si te gusta mirar péndulos, puedes ver un péndulo de Foucault de latón de 108 kilos en la rotonda del Observatorio Griffith, en Los Ángeles (www.griffithobs.org/exhi bits/brotunda.html). En Inglaterra, puedes ver el péndulo de Foucault de la Universidad de Mánchester (www.mace.manchester.ac.uk/pro ject/teaching/civil/structuralconcepts/Dynamics/pendu lum/pendulum_pra3.php).

En cambio, si ya crees que la Tierra gira, puedes verificar esa conclusión mientras te tomas tu bebida preferida y miras la puesta de sol por el oeste.

Tal y como explico en el capítulo 1, la rotación de la Tierra alrededor de su eje hace que las estrellas y otros objetos celestes parezcan moverse a través del cielo de este a oeste. Además, el Sol se mueve a través del cielo durante el año en un círculo denominado eclíptica (si pudieras ver las estrellas durante el día, te darías cuenta de que el Sol se mueve hacia el oeste a través de las constelaciones, día tras día). La eclíptica está inclinada 23,5° respecto al ecuador celeste, el mismo ángulo por el que el eje de la Tierra está inclinado respecto a la perpendicular a su plano orbital.

Los planetas se mantienen cerca de la eclíptica mientras se mueven a lo largo del año. Su movimiento es sistemático a través de doce constelaciones situadas en la eclíptica, que, colectivamente, se denominan Zodíaco: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Los nombres de estas constelaciones son los que los aficionados a la astrología llaman signos del Zodíaco. (De hecho, hay una constelación número trece, Ofiuco, que interseca la eclíptica, pero en la Antigüedad no se incluía en el Zodíaco, y por eso no es un signo zodiacal.)

La progresión constante de la Tierra a lo largo de su órbita alrededor del Sol tiene como resultado una apariencia distinta del cielo nocturno durante el transcurso del año (ese efecto también provoca que el Sol se mueva alrededor del círculo de la eclíptica; cuando la Tierra se mueve, vemos el Sol en distintas direcciones contra el fondo de estrellas fijas). Las estrellas no están situadas en los mismos sitios respecto al horizonte a lo largo de la noche ni a lo largo del año (la Estrella Polar es una excepción porque está prácticamente siempre en el mismo lugar todas las noches.) Las constelaciones que aparecían altas en el cielo al atardecer de hace un mes hoy están más bajas al oeste después de la puesta de sol. Y si ves las constelaciones que están bajas al este justo antes del amanecer, sabrás qué ver a medianoche dentro de unos meses.

consejo.pngPara seguir el rastro de las constelaciones, utiliza los mapas celestes que incluyen mensualmente revistas de astronomía como Sky & Telescope y Astronomy. (En el capítulo 2 tienes más información sobre revistas). Tu diario también contiene mapas de los cielos de la tarde, o puedes comprarte un planisferio económico: muestra un disco giratorio en un marco cuadrado con un agujero que representa los límites de lo que puedes ver. Lo ideal es un planisferio diseñado para tu latitud, aunque sea de forma aproximada.

Éstos son dos buenos planisferios que puedes comprar:

visto.png El cielo nocturno, de David Chandler, disponible en cinco versiones, para varias latitudes, y en dos tamaños. Compra la versión que corresponda a tu latitud en tamaño grande.

visto.png Guide to the Stars, de David H. Levy, es más grande que la mayoría de los planisferios, adecuado para prácticamente todo Estados Unidos, el Reino Unido y puntos de latitudes comprendidas entre 30° y 60° norte.

Puedes comprar planisferios en The Sky & Telescope Shop (www.sho patsky.com), Astronomics (www.astronomics.com) y la tienda en línea de la Astronomical League (www.astroleague.org/store/in dex.php). También los puedes encontrar en Amazon.com y en establecimientos similares.

También puedes encargar un reloj planisferio; visita Edmund Scientifics (www.scientificsonline.com). (Imagínate que alguien te para por la calle para preguntarte la hora y respondes: “Pues, ¡Leo en punto!”)

Utilizar un planisferio te ayuda a comprender los movimientos de las estrellas a medida que giras el disco para ver las estrellas en distintas horas y fechas. En cambio, si no te interesa aprender este tipo de cosas y sólo quieres saber qué constelaciones hay en el cielo, es mejor que te descargues una aplicación de planisferio económica o gratuita (también se conocen como aplicación planetario) para tu smartphone o tablet, tal y como describo en el capítulo 2.

… no pierdas de vista la Estrella Polar

Cualquiera puede salir al aire libre en una noche clara y ver algunas estrellas. Pero ¿cómo sabes qué estás viendo? ¿Cómo puedes volver a encontrarlo? ¿En qué hay que fijarse?

Si vives en el hemisferio norte, una de las formas más tradicionales de familiarizarse con el cielo nocturno es prestar atención a la Estrella Polar, o Polaris, pues apenas se mueve. Cuando localices dónde está el norte, podrás orientarte por el resto del cielo del norte, o por cualquier otra zona celeste, de hecho. En el cielo del sur, tienes que encontrar las estrellas brillantes Alfa y Beta Centauri (un planisferio del hemisferio sur, aplicación de smartphone o un simple mapa estelar pueden serte útiles). Estas dos estrellas apuntan hacia la Cruz del Sur.

Puedes encontrar fácilmente la Estrella Polar utilizando el Carro de la constelación Ursa Major (consulta la figura 3-1). El Carro es una de las figuras celestes que se reconocen con mayor facilidad. Si vives en Estados Unidos (parte continental), Canadá o el Reino Unido, lo puedes ver todas las noches del año. (En España también.)

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Figura 3-1:

El Carro señala hacia otras vistas del cielo

Las dos estrellas más brillantes del Carro, Dubhe y Merak, forman uno de sus extremos y señalan directamente a la Estrella Polar. El Carro te ayuda a localizar la brillante Arturo, en Bootes (el pastor de bueyes): basta con imaginar una continuación suave de las estrellas del carro, como en la figura 3-1.

Las estrellas que están cerca de Polaris nunca se ocultan por debajo del horizonte en España, ni en la mayoría de las latitudes de Europa y Norteamérica, lo que hace que sean estrellas circumpolares. Parece que den vueltas alrededor de Polaris. La Ursa Major es una constelación circumpolar vista desde prácticamente todo el hemisferio norte. La zona circumpolar del cielo depende de tu latitud. Cuanto más cerca estés del Polo Norte, más circumpolar es el cielo. Y, en el hemisferio sur, cuanto más al sur estés, mayor será la parte circumpolar del cielo. Si una constelación es circumpolar en el hemisferio norte, no puede ser circumpolar en el sur, y viceversa.

Orion es una constelación visible inconfundible del cielo de las tardes de invierno en el hemisferio norte. Las tres estrellas que integran su cinturón apuntan en dirección a Sirio, en Canis Major, y en dirección opuesta a Aldebarán, en Tauro. Orion también contiene las estrellas de primera magnitud Betelgeuse y Rigel, dos luceros brillantes en el cielo (consulta la figura 3-2). Si quieres obtener más información sobre la magnitud de las estrellas, consulta el capítulo 1.

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Figura 3-2:

Orion y sus estrellas Rigel y Betelgeuse, que parecen luceros

consejo.pngPuedes familiarizarte con el cielo nocturno mirando los mapas de constelaciones de este libro (Apéndice A) y comprobándolo con tus propios ojos. Si te aprendes las calles de tu ciudad, te orientas más de prisa, ¿verdad? Pues conocer las constelaciones te ayuda a fijar la mirada en los objetos celestes que quieres observar. Si conoces el cielo podrás hacer un seguimiento de la aparición de las estrellas y sus movimientos cuando maniobres a través de una sesión nocturna.

Para empezar, una observación a simple vista

Lo primero que debes hacer es conocer los puntos cardinales que señalaría la brújula en tu zona. Cuando te hayas familiarizado con ellos, sabrás dónde están el norte, el sur, el este y el oeste. Una vez sepas orientarte, puedes utilizar los puntos del cielo semanales de la web de Sky & Telescope (www.skyandtelescope.com), un planisferio, una aplicación para smartphone de tipo planetario o un programa planetario para el ordenador que te oriente hacia las estrellas y los planetas más brillantes del cielo cuando hagas la observación. (Para obtener más información sobre estos recursos de astronomía, consulta el capítulo 2 y apartados anteriores de este capítulo.) Cuando reconozcas las estrellas brillantes, te será más fácil identificar las figuras formadas por las estrellas más tenues que están a su alrededor.

En la tabla 3-1 encontrarás algunas de las estrellas más brillantes que puedes ver en el cielo nocturno, las constelaciones que las contienen y sus magnitudes (es decir, la cantidad de brillo. Para más información sobre este punto, consulta el capítulo 1). Muchas de ellas son visibles desde la zona continental de Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá, así como también desde España. Otras solamente se pueden ver desde latitudes del sur; así, las estrellas brillantes que no puedes ver en España pueden admirarse en Sudamérica. Consulta el capítulo 11 para obtener información sobre la clase espectral, una indicación del color y la temperatura de una estrella (por ejemplo, las estrellas de clase espectral B son blancas y bastante calientes, y las estrellas M son rojas y relativamente frías).

telescopi.pngInicia tus observaciones consultando uno de los recursos de mapas celestes que te he descrito y mira cuántas de las estrellas más brillantes puedes localizar de noche. Después, identifica algunas de las estrellas más tenues de las mismas constelaciones. Evidentemente, fíjate en los planetas brillantes: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno (que comento en los capítulos 6 y 8).

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En invierno y en verano, la Vía Láctea está alta en la mayoría de las zonas del hemisferio norte. Si puedes reconocer la Vía Láctea, una banda ancha y ligeramente luminosa que cruza el cielo, significa que, como mínimo, estás en un buen lugar de observación. Si la Vía Láctea parece brillante, debes de estar en un punto de cielo oscuro como los que describo en el capítulo 2.

telescopi.pngA la hora de hacer una observación a simple vista, el paso más importante es proteger tus ojos de las luces de interferencia. Si no puedes ir a un lugar oscuro en el campo, encuentra un punto oscuro en el jardín de tu casa o quizá en la azotea de un edificio. No eliminarás la contaminación lumínica de lo alto del cielo que generan las luces de tu ciudad, pero los árboles o la pared de una casa pueden impedir que el brillo de las luces cercanas, por ejemplo, las farolas de la calle, te dé en los ojos. Al cabo de diez o veinte minutos, podrás ver estrellas más tenues, eso significa que estarás “adaptándote a la oscuridad”.

¿Hasta qué punto brilla lo que es brillante?

Hablo sobre la magnitud en el capítulo 1, pero es útil saber que los astrónomos pueden definir la magnitud de distintas formas según el propósito que persigan:

visto.png Magnitud absoluta es el brillo de un objeto celeste visto desde una distancia estándar de 32,6 años luz. Los astrónomos consideran que es la “verdadera” magnitud del objeto.

visto.png Magnitud aparente es lo brillante que parece un objeto desde la Tierra, que suele ser diferente a su magnitud absoluta, en función de lo lejos que el objeto celeste esté de la Tierra. Una estrella que esté cerca de la Tierra puede parecer más brillante que una que esté más lejos, a pesar de que su magnitud absoluta sea más débil.

visto.png Magnitud límite es la magnitud aparente de la estrella más tenue que puedas ver. Dependerá de lo despejado que esté el cielo en el momento de la observación y de lo oscuro que sea el cielo. Por ejemplo, una estrella muy brillante puede ser invisible si tenemos muchas nubes sobre la cabeza, y las luces de la ciudad o la luna llena pueden interferir a la hora de ver estrellas más tenues que, si hay buenas condiciones, verías a simple vista. La magnitud límite es especialmente importante en observaciones de meteoros y del cielo profundo. En una noche despejada y oscura, puede ser de 6 en el cénit, pero, en la ciudad, esta magnitud puede ser de 3 o 4.

En los mapas estelares se representan las magnitudes aparentes de las estrellas para simular su apariencia en el cielo.

Mientras veía el precioso cometa Hyakutake en 1996 desde una pequeña ciudad de la zona de los lagos Finger del norte de Nueva York, comprobé que, si doblaba la esquina de un edificio para protegerme de las farolas cercanas, veía el cometa mucho mejor.

Lo ideal es encontrar un sitio que tenga un buen horizonte, con árboles y edificios bajos a lo lejos, pero dar con ese tipo de ubicación es prácticamente imposible en una gran área urbana.

telescopi.pngSi no consigues encontrar un sitio que tenga un buen horizonte en todas las direcciones, el horizonte más importante es el del sur (si vives en el hemisferio norte). Tú realizas la mayoría de las observaciones del hemisferio norte mientras estás de cara al sur (con el este a la izquierda y oeste a la derecha). Cuando estás de cara al sur, las estrellas salen por tu izquierda y se ponen por tu derecha. Si observas desde el hemisferio sur, debes hacer este procedimiento al revés y ponerte de cara al norte: las estrellas salen por el este (a tu derecha) y se ponen por el oeste (a tu izquierda).

consejo.pngLleva siempre reloj, un cuaderno y una linterna de luz roja o tenue para registrar lo que ves. Algunas linternas incluyen una bombilla roja. Otra opción es comprar celofán rojo en una papelería y cubrir la lámpara. Después de adaptarte a la oscuridad, la luz blanca reduce tu capacidad para ver estrellas tenues, pero la luz roja tenue no perjudica a tu adaptación a la oscuridad.

Usa prismáticos o un telescopio para mejorar tu observación

Igual que ocurre en cualquier nueva afición, es útil experimentar e investigar todo lo que tienes a tu alcance antes de comprarte un equipo caro. No es recomendable comprar un telescopio hasta haber visto varios de distintos tipos y haberlo hablado con otros observadores. En los siguientes apartados, te ofrezco consejos para que elijas los prismáticos o el telescopio más adecuados para ti.

advertencia.pngNi se te ocurra mirar al Sol con un telescopio o con prismáticos sin utilizar procedimientos seguros y el equipo especial que comento en el apartado “Precauciones vitales antes de observar el Sol”, más adelante en este capítulo, y que describo con más detalle en el capítulo 10. Si no, puedes sufrir daños permanentes.

Prismáticos: barre el cielo nocturno

Es imprescindible que tengas unos buenos prismáticos. Compra unos o pídelos prestados y observa con ellos antes de comprarte un telescopio. Los prismáticos son excelentes para muchos tipos de observación. Además, si abandonas la astronomía (¡sería una lástima!), los podrías utilizar para muchos otros tipos de observación. Si te han prestado los prismáticos, asegúrate de devolverlos antes de que te miren mal.

telescopi.pngLos prismáticos son fantásticos para observar estrellas variables, buscar cometas y novas brillantes y barrer el cielo simplemente para disfrutar de las vistas. Puede que nunca descubras un cometa por tu cuenta, pero querrás ver algunos de los más brillantes cuando aparezcan. Para ello, no hay nada mejor que unos buenos prismáticos.

En los siguientes apartados explico de qué forma se especifican las características técnicas de los prismáticos y te enseño los pasos que debes dar para saber qué prismáticos comprar. En la figura 3-3 puedes ver las partes que componen unos prismáticos.

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Figura 3-3:

Unos prismáticos son como un par de telescopios coordinados para tus ojos

Prismas, cristal y formas

Unos prismáticos contienen prismas para doblar el rayo de luz que van de las dos grandes lentes (lentes del objetivo) hacia las dos lentes pequeñas (oculares) por las que miras. Es necesario, ya que los oculares no pueden estar más separados que la distancia que hay entre tus ojos; si no, no podrías mirar por ambos oculares a la vez. Los objetivos son más grandes que tus ojos, por eso tienen que estar más separados; por lo tanto, el rayo de luz que atraviesa los prismáticos tiene que ser doblado.

Los dos tipos básicos de prisma de unos prismáticos son los siguientes:

visto.png Prisma de tejado: Se utiliza en prismáticos relativamente largos y estrechos; es el tipo favorito de la gente que observa pájaros.

visto.png Prisma de porro: Se utiliza en prismáticos relativamente anchos y cortos; son el tipo más adecuado para observar estrellas porque ofrecen imágenes más brillantes para lentes del mismo tamaño. Además, es más fácil sostener prismáticos anchos de forma estable.

Los prismáticos utilizan dos clases de vidrio:

visto.png Vidrio BK-7: Término especializado que hace referencia al vidrio de borosilicato común que se suele utilizar en prismáticos económicos.

visto.png Vidrio BaK-4 o vidrio crown de bario: Se utiliza en prismáticos de buena calidad y suelen ofrecer imágenes más brillantes de objetos astronómicos tenues.

Cómo descifrar los números que aparecen en los prismáticos

Los prismáticos pueden ser de muchos tamaños y tipos, pero cada par de prismáticos se describe mediante una clasificación numérica: 7 × 35, 7 × 50, 16 × 50, 11 × 80, y así sucesivamente (se lee “7 por 35, 7 por 50, 16 por 50 y 11 por 80”. No digas “7 veces 35”). Aquí tienes una explicación de los números:

visto.png El primer número es el aumento óptico. Unos prismáticos de 7 × 35 o 7 × 50 hacen que veas los objetos siete veces más grandes que a simple vista.

visto.png El segundo número es la apertura, o diámetro, de las lentes que captan la luz (las lentes grandes) de los prismáticos, medido en milímetros. Los prismáticos de 7 × 35 y 7 × 50 tienen la misma potencia de aumento, pero los de 7 × 50 tienen lentes más grandes que captan más luz y te muestran estrellas más tenues que los de 7 × 35.

También debes tener en cuenta las siguientes consideraciones:

visto.png Unos prismáticos más grandes revelan objetos más tenues que unos más pequeños, pero pesan más y son más difíciles de sostener para apuntar hacia el cielo de forma estable.

visto.png Los prismáticos que tienen mayor aumento, como 10 × 50 y 16 × 50, muestran objetos con mayor claridad, siempre que puedas cogerlos con suficiente firmeza, pero tienen campos de visión más reducidos, por eso resulta más difícil encontrar los objetos celestes que con unos prismáticos de menor aumento.

visto.png Los prismáticos gigantes (11 × 80, 20 × 80 y de más aumento) pesan mucho y es difícil sujetarlos con firmeza; muchas personas no los pueden utilizar a menos que tengan un trípode o soporte. Los más grandes, de 40 × 150, se deben utilizar con un soporte.

visto.png Existen muchos tamaños intermedios, como 8 × 40 o 9 × 56.

consejo.pngMi opinión es la siguiente: el mejor tamaño para la mayor parte de propósitos astronómicos es 7 × 50 y, sin duda, cuando se empieza es el mejor. Si compras prismáticos más pequeños que 7 × 50, te estarás equipando para observar pájaros, pero no para hacer observaciones astronómicas. La mayoría de los astrónomos pueden utilizar unos prismáticos de 7 × 50 sin trípode ni soporte, a pesar de que a algunas personas les costará mucho sujetar firmemente los prismáticos.

Si compras unos prismáticos de un tamaño mayor que 7 × 50, habrás invertido en un trasto enorme que utilizarás en contadas ocasiones.

Cómo asegurarte de que esos prismáticos sean los más adecuados para ti

Lo primordial es que no compres unos prismáticos a menos que puedas devolverlos después de un período de prueba. Para hacer una comprobación básica y saber si vale la pena que te los quedes, sigue estos pasos:

visto.png La imagen debería ser nítida a través del campo de visión cuando mires a un campo de estrellas.

visto.png No deberías tener dificultades para ajustar los prismáticos a tu visión, lo que significa que, como mínimo, uno de los oculares (las lentes pequeñas que están cerca de tus ojos cuando miras a través de los prismáticos) debe contar con un ajuste separado.

visto.png Cuando ajustas el foco, debería cambiar de forma suave. Las imágenes de estrellas deberían ser puntos nítidos cuando están enfocadas y tener una forma circular cuando no lo estén.

visto.png En muchos prismáticos, se colocan unas capas transparentes especiales en las lentes del objetivo (las lentes grandes). Esta característica, denominada multicapa, produce una visión más clara y contrastada de los campos de estrellas. Los prismáticos totalmente multicapa son mejores, ya que incluyen capas en todos sus prismas y lentes.

consejo.pngAlgunos astrónomos llevan gafas cuando observan con prismáticos. Otros, como yo, están más cómodos quitándoselas cuando los utilizan. Si te las quitas, quizá te cueste tomar notas o leer un mapa estelar, por ejemplo. Al elegir los mejores prismáticos para ti, debes considerar si te quitarás las gafas o no, tal y como explicaré a continuación.

Si prevés llevar gafas cuando observes con prismáticos, necesitas unos prismáticos que tengan suficiente relieve ocular, es decir, suficiente distancia (medida en milímetros) desde la superficie exterior del ocular hasta el punto focal, el lugar en el que los prismáticos enfocan la imagen. Si tu ojo está a mayor distancia que la del ocular, no puedes ver todo el campo de visión. Eso ocurre cuando el grosor de tus gafas impide que tu ojo llegue hasta el punto focal. Mi consejo es que no hagas caso de los vendedores y de las descripciones de los fabricantes de prismáticos sobre el relieve ocular. Basta con que realices esta sencilla prueba en los prismáticos que quieras comprar:

  1. Quítate las gafas y enfoca los prismáticos hacia una escena que esté a una manzana de distancia (o en el cielo).

    Fíjate en qué parte de la escena se ve.

  2. Ponte las gafas.

    Si los oculares tienen copas oculares de goma, dóblalas para acercarte más a los oculares con las gafas puestas.

  3. Enfoca los prismáticos hacia la misma escena que antes.

    Si ves menos parte de la escena con las gafas, significa que los prismáticos no tienen suficiente relieve ocular.

advertencia.pngLos prismáticos de calidad se venden en ópticas y tiendas especializadas en instrumentos científicos. Algunas tiendas de fotografía grandes tienen selecciones de prismáticos que están bien. Recomiendo evitar los grandes almacenes. Algunos venden productos de baja calidad o prismáticos fantásticos a precios desorbitados. Además, estoy convencido de que los vendedores de estos grandes almacenes saben menos que tú.

Puedes pagar cientos de euros o incluso miles por unos buenos prismáticos de 7 × 50, pero si buscas bien, puedes encontrar unos adecuados por menos de 90 € o menos (las casas de empeños y las tiendas de excedentes militares son sitios magníficos donde puedes mirar). Normalmente, los prismáticos de segunda mano salen bien, pero pruébalos antes de comprarlos porque podrían estar desajustados.

Muchos astrónomos compran los prismáticos a fabricantes y vendedores al detalle especializados que se anuncian en revistas de astronomía y por internet (consulta el capítulo 2 para obtener más información sobre estos recursos). Si tienes que hacer el pedido por correo (o por internet), pide a algún astrónomo aficionado experimentado que hayas conocido en algún club de astronomía o al personal de un planetario que te recomiende a un vendedor.

Algunos reconocidos fabricantes de prismáticos son Bushnell, Canon, Celestron, Fujinon, Meade, Nikon, Orion, Pentax y Vixen. Algunos prismáticos de alta gama de Canon y Nikon tienen estabilizador de imagen, una característica de alta tecnología que hace que la imagen sea mucho más firme. Resulta muy útil cuando estás en una barca que se balancea en el mar y suelen ser también de gran ayuda en tierra.

Telescopios: cuando la proximidad importa

Si quieres mirar los cráteres de la Luna, los anillos de Saturno o la Gran Mancha Roja de Júpiter (describo todos estos elementos en la parte II), necesitas un telescopio. Y también son imprescindibles para observar estrellas variables tenues o ver cualquier cosa excepto las galaxias más brillantes o las pequeñas y bonitas nubes brillantes llamadas nebulosas planetarias, que no tienen nada que ver con los planetas (consulta los capítulos 11 y 12).

advertencia.pngAntes de mirar el Sol o cualquier objeto que se cruce por delante de éste, acuérdate de leer las instrucciones especiales del capítulo 10 para protegerte los ojos ¡y evitar quedarte ciego!

En los apartados siguientes, te explico los diferentes tipos de telescopios, monturas… y te ofrezco consejos para comprar, de manera que puedas encontrar el mejor telescopio en función de tus necesidades.

Clases de telescopios

Los telescopios son de tres tipos:

visto.png Refractores: Utilizan las lentes para recoger y concentrar la luz (figura 3-4). En la mayoría de los casos, miras directamente a través del refractor.

visto.png Reflectores: Utilizan espejos para recoger y concentrar la luz (figura 3-5). Hay distintos tipos de reflectores:

• En un Newtoniano, miras a través de un ocular en ángulo recto respecto al tubo del telescopio.

• En un telescopio Cassegrain, miras a través de un ocular en la parte posterior.

• Un reflector Dobson te da el máximo de apertura (la que recoge más luz) por tu dinero, pero quizá necesites un taburete o una escalera plegable para utilizarlo porque suelen ser mucho más grandes que otros telescopios para aficionados (porque los Dobson de mayor tamaño son más asequibles), y el ocular está situado cerca de la parte superior.

visto.png Los de tipo Schmidt-Cassegrain y Maksutov-Cassegrain utilizan tanto espejos como lentes. Estos modelos son más caros que otros reflectores con aperturas comparables.

Estos telescopios están disponibles en muchas variedades. Además, cada telescopio para uso no profesional viene equipado con un ocular, es decir, una lente especial (de hecho, una combinación de lentes montadas juntas que forman una unidad) que aumenta la imagen enfocada para que se pueda ver. Cuando haces fotografías, normalmente quitas el ocular y montas la cámara en su lugar.

Igual que ocurre con un microscopio o con una cámara de lentes intercambiables, puedes utilizar oculares intercambiables prácticamente con cualquier telescopio. Algunas empresas no hacen telescopios, sino que se especializan en la fabricación de oculares que funcionan con muchos tipos de telescopios distintos.

consejo.pngLos principiantes normalmente compran los oculares con el máximo aumento posible, una fantástica manera de tirar el dinero. Recomiendo oculares de potencia baja y media porque, cuanto mayor sea la potencia, menor será el campo de visión, lo que haría más difícil hacer un seguimiento de objetivos tenues (y, posiblemente, brillantes). En el caso de telescopios pequeños, la observación suele ser mejor con oculares que den aumentos de 25x o 50x, no 200x o más (la x significa “veces”, 25 veces más grande de lo que ves a simple vista). Si ves un telescopio que anuncian por su “elevada potencia”, puede que los anunciantes intenten vender productos mediocres a compradores poco informados. Si un vendedor pregona lo elevada que es la potencia de un telescopio, compra en otra tienda.

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Figura 3-4:

Un telescopio refractor utiliza lentes para captar y concentrar la luz

cuestionestecnicas.png Cómo calcular el aumento de tu ocular

Los oculares suelen estar marcados con su longitud focal en milímetros y un ocular puede proporcionar distintos aumentos con diferentes telescopios. Si conoces la longitud focal de tu telescopio, puedes calcular el aumento que proporciona un ocular concreto. Sigue estos pasos para determinar el aumento que proporciona el ocular a tu telescopio:

1. Determina la longitud focal del telescopio en milímetros. Si tu telescopio indica la longitud focal, anótala y salta al paso 2. Para calcular la longitud focal, multiplica el número f/ que aparece en el telescopio, por ejemplo, f/5,6 o f/8, por el diámetro del espejo o lentes principales. Por ejemplo, si el diámetro es de 150 milímetros y el número f/ es f/8, la longitud focal es 150 × 8 = 1.200 milímetros. Si el diámetro está expresado en pulgadas, a veces ocurre, multiplica primero la medida en pulgadas por 25,4 (el número de milímetros por pulgada). Por ejemplo, si el diámetro es de 5 pulgadas, 5 x 25,4 = 127 milímetros.

2. Divide la longitud focal de tu telescopio por la longitud focal del ocular. Si la longitud focal del telescopio es de 1.200 milímetros y la longitud focal del ocular es de 25 milímetros, el ocular proporciona un aumento de 48 veces (1.200 / 25 = 48).

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Figura 3-5:

El científico inglés sir Isaac Newton inventó el reflector, que utiliza espejos para captar y enfocar la luz

advertencia.png Lo que limita tu visión de detalles con un telescopio pequeño no es la potencia del ocular. Los efectos que limitan la claridad de tu visión son la turbulencia del aire (el factor que hace que parezca que las estrellas parpadeen) y cualquier temblor del telescopio por la brisa.

Colorea tu universo

¿Qué ves cuando miras un objeto celeste a través de tus prismáticos o de tu telescopio? ¿Ves gloriosas estrellas, planetas y objetos celestes de colores brillantes, como aparecen en los grandes libros ilustrados? ¡No!

Perdona la provocación, pero es probable que veas la mayor parte de las estrellas y objetos celestes con colores pálidos. A simple vista, con prismáticos, o con telescopio, la mayoría de las estrellas parecen blancas o blanquecinas (amarillentas, no exactamente amarillas). Los colores son más vívidos cuando las estrellas adyacentes tienen colores que contrastan, como se puede apreciar al mirar algunas estrellas dobles a través de un telescopio.

A la mayoría de las fotos de objetos celestes les han mejorado el color, y tradicionalmente se describen como de color falso. Los astrónomos no utilizan el color falso para decorar el universo, que ya está bien como es. Tampoco se hace para dar una falsa impresión del cielo profundo. De hecho, la mejora perfecciona la búsqueda de la verdad, de forma muy parecida a cuando una marca en una imagen médica hace destacar algún detalle de las células y ayuda a identificar relaciones y diferencias físicas.

En función del método de observación y presentación, las fotos de un mismo objeto pueden ser increíblemente distintas. Todas indican a los científicos diferencias en la estructura del objeto, las sustancias que podría contener y los procesos dinámicos que se producen en ellas. Además, muchas imágenes astronómicas se obtienen con luz invisible para el ojo humano (como los rayos X, ultravioletas e infrarrojos), por eso, los astrónomos utilizan un color falso ante esta ausencia de cualquier color reconocible.

Tipos de montura de telescopio

En general, hay dos opciones para montar un telescopio sobre una plataforma, trípode o pilar:

visto.png Con una montura altazimutal puedes mover el telescopio arriba y abajo y de un lado a otro, en altitud (plano vertical) y azimut (plano horizontal). Debes ajustar el telescopio en ambos ejes para compensar el movimiento del cielo a medida que la Tierra gira. Los reflectores Dobson siempre utilizan una montura altazimutal.

visto.png Con la montura ecuatorial, que es más cara, alineas un eje del telescopio para que señale directamente al Polo Norte Celeste o, para observadores del hemisferio sur, el Polo Sur Celeste. Después de localizar un objeto, basta con que gires el telescopio alrededor del eje polar para mantener la observación. Asegúrate de hacer la alineación polar del telescopio antes de cada sesión de observación.

Una montura altazimutal suele ser más estable y más fácil de utilizar para un principiante, pero una montura ecuatorial es mejor para hacer un seguimiento de las estrellas que salen y se ponen. En cambio, si un telescopio tiene control por ordenador incorporado (como en los dos modelos que recomiendo más adelante), cualquier clase de montura es correcta porque el ordenador se ocupa del seguimiento.

Los objetos que ves en el telescopio normalmente están al revés, algo que no ocurre con los prismáticos. Evidentemente, no es que suponga una gran diferencia a la hora de observar, pero debes saber que la parte superior y la inferior se invierten cuando miras a través de un telescopio. El hecho de añadir una lente para rotar la imagen tiene el inconveniente de que reduce la cantidad de luz que llega a través del telescopio y hace que la imagen sea más tenue; por lo tanto, es aconsejable no hacerlo. Cuando se mira a través de un telescopio con montura ecuatorial, un campo de estrellas mantiene la misma orientación cuando sale y cuando se pone. En cambio, cuando se mira a través de un telescopio con montura altazimutal, el campo gira durante la noche, así que las estrellas que están en la parte superior acaban a un lado.

advertencia.pngCómo comprar un telescopio de forma inteligente (y económica)

Comprar un telescopio económico fabricado en serie, es decir, un telescopio de grandes almacenes, suele ser tirar el dinero. Incluso así, cuesta más de 80 €, o quizá varios cientos de euros.

Un buen telescopio nuevo puede costar entre varios cientos de euros y unos 1.000 € y seguro que puedes llegar a pagar más. De todas formas, tienes alternativas:

visto.png Los telescopios de segunda mano se suelen vender a través de anuncios en revistas de astronomía o en newsletters de clubes de astronomía locales. Si puedes inspeccionar y probar un telescopio de segunda mano y ves que te gusta, ¡cómpralo! Un telescopio al que se le ha hecho un buen mantenimiento puede durar décadas.

visto.png En muchos lugares, los aficionados pueden hacer observaciones con telescopios más grandes que ofrecen los clubes de astronomía, planetarios u observatorios públicos.

La tecnología de los telescopios para aficionados avanza a gran velocidad y, hoy en día, lo que antes era el sueño de cualquier astrónomo, ya es un equipo obsoleto. La calidad y las capacidades aumentan y los precios, en general, son correctos, quizá porque los fabricantes fiables compiten por tu dinero.

En general, un buen refractor ofrece mejores imágenes que un buen reflector que tenga la misma apertura, o tamaño de telescopio. La apertura se refiere al diámetro de la lente principal, el espejo o, en un telescopio más complicado, al tamaño de la parte despejada de la óptica. Sin embargo, un buen refractor es más caro que un reflector comparable.

consejo.pngLos Maksutov-Cassegrain y Schmidt-Cassegrain son buenas soluciones porque incluyen el coste bajo de un reflector y el gran rendimiento pero precio elevado de un refractor. Estos tipos de telescopio son los preferidos de muchos astrónomos.

Uno de los mejores telescopios pequeños es el Meade ETX-90. Su apertura es de 3,5 pulgadas, prácticamente el tamaño más pequeño de cualquier telescopio con el que puedas empezar. (Si encuentras un instrumento a un buen precio a partir de una apertura de 2,5 pulgadas, sobre todo en el caso de un refractor, quizá te interese comprarlo.)

El ETX-90 se vende por unos 300 € e incorpora un controlador informatizado Autostar y un trípode. Este instrumento apunta automáticamente a casi cualquier objeto que especifiques, si dicho objeto se ve desde tu ubicación en ese momento. El Autostar incluso puede encontrar objetos que se mueven, como planetas, basándose en información almacenada, y está equipado para que puedas “dar una vuelta” y obtener las mejores vistas del cielo sin que tú debas indicarle nada.

Precauciones vitales antes de observar el Sol

Por breve que sea, cualquier observación del Sol a través de un telescopio, prismáticos o cualquier otro instrumento óptico es peligrosa a menos que el dispositivo esté equipado con un filtro solar fabricado por un fabricante de confianza específicamente para observar el Sol. El filtro debe estar bien colocado sobre el telescopio, no se puede improvisar sobre la marcha.

Además, utiliza un filtro solar para observar Mercurio cuando cruza el disco del Sol (fenómeno que recibe el nombre de tránsito. Describo los tránsitos de Mercurio en el capítulo 6). Ver un objeto contra el Sol requiere usar técnicas de observación con protección, ya que también estás mirando al Sol. Si tienes un reflector newtoniano, un reflector Dobson o un refractor, intenta utilizar la proyección. Consulta el capítulo 10 para obtener información más detallada sobre la observación solar y cómo protegerte los ojos.

Cómo se estropea una buena observación

La turbulencia de la atmósfera afecta a lo bien que puedes ver las estrellas. Hace que parezca que las estrellas parpadeen. El término seeing describe las condiciones de la atmósfera relativas a la estabilidad de la imagen. Un buen seeing se da cuando el aire es estable y la imagen se mantiene firme. A menudo, se pueden hacer mejores observaciones de noche, cuando se ha disipado el calor del día. Cuando el seeing es malo, la imagen tiende a “romperse” y las estrellas dobles son borrosas al mirar por el telescopio. Las estrellas siempre parpadean más cuanto más cerca están del horizonte, donde el seeing es peor.

Los planetas brillantes —Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno— no suelen parpadear si los ves a simple vista. No son puntos de luz únicos, como una estrella vista desde la Tierra, sino que parecen discos. Cada disco está formado por muchos puntos individuales de luz. Los puntos separados parpadean pero se contrarrestan entre sí (en cualquier instante, unos centellean con más brillo y otros de forma más tenue), por eso se ve el planeta con una luz estable.

La diferencia de temperatura entre un telescopio que se saca de una casa con calefacción y el frío nocturno hace que la visión sea peor; tienes que esperar un rato para que el telescopio se enfríe; así, la visión mejorará. Cada caso es distinto, pero suele bastar con treinta minutos para que la observación cambie significativamente.

Un buen competidor del ETX-90 es el telescopio Celestron SkyProdigy 90. Tiene un tamaño y un equipo comparables y cuenta con la capacidad de alinearse automáticamente con el cielo. Cuando se ha alineado, apunta prácticamente a cualquier objeto celeste que selecciones. Cuesta unos 450 €.

Es evidente que no querrás gastarte esa cantidad de dinero en un telescopio hasta haber visto el modelo en acción en un encuentro de observación en algún club de astronomía o en una fiesta de estrellas (consulta el capítulo 2). Sin embargo, el precio no es mayor que lo que se paga por una buena cámara fotográfica y un par de objetivos extras. Puedes encontrar telescopios más grandes y más baratos: echa un vistazo a los anuncios que encontrarás en los números recientes de las revistas de astronomía, aunque ten en cuenta que tendrás que invertir mucho esfuerzo en aprender a utilizarlos bien.

Algunos telescopios de marca se venden a través de comerciales autorizados que suelen ser expertos, pero no te tomes sus consejos al pie de la letra.

Aquí tienes algunas webs clave que puedes visitar para obtener información sobre los productos:

visto.png Celestron, durante años, el fabricante preferido de miles de astrónomos (www.celestron.com).

visto.png Meade Instruments Corporation (www.meade.com).

visto.png Orion Telescopes & Binoculars (www.telescope.com).

consejo.pngEn cada web puedes encontrar los manuales de instrucciones de muchos de los telescopios que venden. Quizá te interese echar un vistazo al manual antes de comprar un telescopio para comprobar si te resultará útil cuando tengas problemas.

Si no vives en Estados Unidos, seguramente podrás encontrar en tu país establecimientos que vendan estas marcas de telescopio. The Widescreen Centre, Londres (Inglaterra) tiene telescopios Celestron, Meade y Orion (www.widescreencentre.co.uk). En Australia, The Binocular and Telescope Shop, con tiendas en Sídney y Melbourne, es uno de los establecimientos en los que tienen estos telescopios (www.bintel.com.au). En España se pueden encontrar en la mayoría de las tiendas especializadas.

Planifica tus primeros pasos en el campo de la astronomía

telescopi.pngTe recomiendo que te introduzcas en la afición de la astronomía poco a poco, invirtiendo el mínimo dinero posible hasta saber lo que quieres hacer. Aquí tienes un plan para adquirir las habilidades básicas y el equipo necesario:

  1. Si tienes un ordenador último modelo, invierte en un programa planetario gratuito o económico. Mejor aún, si tienes un smartphone, descarga y utiliza una aplicación de planetario gratuita o económica (mira las recomendaciones de aplicaciones y programas en el capítulo 2). Empieza a hacer observaciones a simple vista al anochecer en noches claras y antes de que amanezca, si te levantas temprano.

    Para planificar tus observaciones de planetas y constelaciones, también puedes confiar en las representaciones semanales del cielo de la página web de Sky & Telescope (www.skyandtelescope.com). Si no tienes un ordenador adecuado, planifica tus observaciones en función de los puntos destacados mensuales de las revistas Astronomy o Sky & Telescope.

  2. Tras un mes o dos familiarizándote con el cielo y descubriendo lo mucho que disfrutas, invierte en unos buenos prismáticos de 7 × 50.
  3. A medida que sigas observando las estrellas brillantes y constelaciones, invierte en un atlas estelar que muestre muchas de las estrellas más tenues, y que incluya nebulosas y cúmulos de estrellas.

    Sky & Telescope’s Pocket Star Atlas, de Roger W. Sinnott (Sky & Telescope Media, 2006) es una buena elección. Compara las figuras de tu atlas de estrellas con las constelaciones que estás observando; el atlas muestra su ascensión recta y su declinación (consulta el capítulo 1 para obtener información sobre estos dos conceptos). Al final, empezarás a familiarizarte con el sistema de coordenadas.

  4. Apúntate a un club de astronomía de tu zona, si es posible, y así conocerás a gente con más experiencia en telescopios. (Consulta el capítulo 2 para obtener más información sobre dónde encontrar clubes.)
  5. Si todo va bien y quieres seguir navegando en el mundo de la astronomía (y supongo que sí) invierte en un telescopio de calidad de entre 7,5 y 10 centímetros de tamaño.

    Estudia las webs de los fabricantes de telescopios que he mencionado anteriormente en este capítulo o pide que te envíen los catálogos que se anuncian en revistas de astronomía. Mejor aún, si puedes, habla con los miembros experimentados de un club de astronomía. Podrán aconsejarte sobre la compra de un telescopio nuevo y quizá conozcan a alguien que quiera vender uno de segunda mano.

Si disfrutas de la astronomía tanto como yo, te recomiendo que dentro de unos años pases a un telescopio de 15 o 20 centímetros. Puede que sea más difícil de usar, pero con un poco de experiencia estarás listo para dominarlo. Al estar equipado con un telescopio más grande, puedes ver muchas más estrellas y otros objetos. Si hablas con otros aficionados a la astronomía y asistes a fiestas de estrellas, podrán recomendarte telescopios grandes y, además, es un buen lugar para familiarizarte con muchos telescopios y verlos en funcionamiento. (Comento las fiestas de estrellas en el capítulo 2.)