Capítulo 18

Diez errores comunes sobre la astronomía y el espacio

En este capítulo

triangle.png Examinarás errores frecuentes sobre astronomía

triangle.png Corregirás los errores que aparecen en las noticias y en los medios de comunicación

En tu vida cotidiana, al leer el periódico, ver las noticias de noche, navegar por internet o hablar con los amigos, puedes encontrarte con muchas ideas erróneas sobre astronomía. En este capítulo, te explico cuáles son los errores más habituales.

“La luz de esa estrella tardó 1.000 años luz en llegar a la Tierra”

Muchas personas creen que el año luz es una unidad de tiempo, como un día, un mes o un año normal, pero un año luz es una unidad de distancia. Es igual a la longitud que recorre la luz en el vacío durante un año. (Consulta el capítulo 1.)

Un meteorito que acaba de caer aún está caliente

De hecho, los meteoritos que acaban de caer están fríos; a veces, se forma una escarcha helada (por el contacto con la humedad del aire) en una piedra muy fría que acabe de aterrizar. Cuando un testigo ocular afirma que ha visto caer un meteorito en el suelo y que se ha quemado los dedos al tocar la roca, puede que la historia sea un montaje. (Consulta el capítulo 4 para obtener más información sobre meteoritos.)

El verano siempre llega cuando la Tierra está más cerca del Sol

La creencia de que el verano llega cuando la Tierra está más cerca del Sol es uno de los errores más habituales, pero, por sentido común, deberías saber que esta idea es falsa. Al fin y al cabo, en Australia es invierno cuando en Estados Unidos es verano. En un día cualquiera, Australia está tan lejos del Sol como Estados Unidos. De hecho, la Tierra está más cerca del Sol en enero y más lejos en julio. (Consulta el capítulo 5 para obtener más información respecto a las estaciones).

La parte posterior de la Luna es oscura

Hay quien piensa que la parte posterior de la Luna, la que no está frente a la Tierra (los astrónomos la llaman “cara oculta”) es oscura. A veces, la cara oculta está oscura, otras veces es brillante, y gran parte del tiempo es oscura y luego brillante. Así, la cara alejada de la Luna es como la cara cercana, la que da a la Tierra. Cuando vemos la luna llena, la cara cercana brilla y la cara oculta está oscura. Cuando hay luna nueva, cuando la cara de la Luna que da a la Tierra está oscura, la cara alejada de la Luna está brillante. Si pudiéramos ver la cara alejada, parecería una luna llena. Para obtener más información sobre la Luna y sus fases, consulta el capítulo 5.

El “lucero del alba” es una estrella

El “lucero del alba” no es una estrella, siempre es un planeta. A veces, aparecen dos luceros del alba al mismo tiempo, por ejemplo, Mercurio y Venus (consulta el capítulo 6). La misma idea es válida para el “lucero vespertino”: lo que ves es un planeta, y quizá veas más de uno. El nombre de “estrella fugaz” también es impropio. En realidad, estas “estrellas” son meteoros, destellos de luz provocados por pequeños meteoroides que caen en la atmósfera de la Tierra (consulta el capítulo 4). Muchas de las “superestrellas” que ves en la tele puede que sean flores de un día, pero, al menos, consiguen sus quince minutos de gloria.

Si vas de vacaciones al cinturón de asteroides, verás asteroides por todas partes

Prácticamente en todas las películas sobre viajes espaciales hay alguna escena en la que el intrépido piloto de la nave esquiva hábilmente cientos de asteroides que pasan a toda velocidad en todas direcciones, a veces, hasta cinco al mismo tiempo. Los cineastas no entienden lo vasto que es el Sistema Solar, o no lo tienen en cuenta para aumentar el dramatismo de la película. Si estuvieras en un asteroide justo en medio del cinturón de asteroides principal entre Marte y Júpiter, tendrías suerte si vieras más de uno o dos asteroides, si vieras alguno a simple vista. (Consulta el capítulo 7 para obtener más información sobre asteroides.)

Destruir con armas nucleares un “asteroide asesino” que va a chocar contra la Tierra nos salvará

Existen muchos errores sobre los asteroides, y varias películas de Hollywood y catastróficos informes de los medios de comunicación sobre “asteroides asesinos” han ofrecido amplias y desafortunadas oportunidades de reforzar estos malentendidos entre el público.

Hacer explotar un asteroide que intente chocar contra la Tierra con una bomba atómica crearía rocas más pequeñas y, en conjunto, igual de peligrosas, que seguirían dirigiéndose hacia nuestro planeta. Una idea menos arriesgada sería adherir un cohete que propulsara suavemente el asteroide hacia adelante o hacia atrás en su órbita, dirigiéndola para que no llegara al mismo lugar en el espacio que la Tierra al mismo tiempo. Aún mejor, podríamos lanzar uno de los denominados satélites tractores de gravedad para impulsar el asteroide desde su trayectoria original para que no llegase a la Tierra. (Explico el método de los tractores de gravedad en el capítulo 7.)

El Sol es una estrella más

A menudo se oye o se lee que el Sol es una estrella corriente, pero en realidad, la mayoría de las estrellas son más pequeñas, más tenues, más frías y menos masivas que nuestro Sol (consulta el capítulo 10 para obtener más información sobre este tema). ¡Debemos estar orgullosos del Sol! Es como un niño del mítico Lago Wobegon, donde todos los niños están “por encima de la media”.

El telescopio Hubble consigue acortar al máximo las distancias

El telescopio espacial Hubble no hace esas preciosas fotografías volando a través del espacio hasta que flota junto a nebulosas, cúmulos de estrellas y galaxias (consulta el capítulo 12). El Hubble permanece en una órbita alrededor de la Tierra, y hace fantásticas fotos gracias a que dispone de una óptica increíblemente bien hecha y a que orbita lejos de las partes de la atmósfera terrestre que hacen que nuestra visión desde telescopios en el suelo sea borrosa.

El Big Bang ha muerto

Cuando un astrónomo informa de un descubrimiento que no encaja en la comprensión actual de la cosmología, los medios de comunicación tienden a afirmar: “El Big Bang ha muerto”. (Consulta el capítulo 16 para ver una explicación del Big Bang.) Sin embargo, los astrónomos simplemente encuentran diferencias entre la expansión observada del universo y descripciones matemáticas específicas de éste. Las teorías que hacen la competencia (que incluyen una que encaja en los nuevos datos que se han ofrecido) concuerdan con el Big Bang; sólo difieren en los detalles.