Conjura en Madrid es una obra de creación literaria. Se trata de una ficción que, sin embargo, tiene un fondo histórico que en todo momento se ha tratado de respetar. Existen indicios razonables, de ello hay documentación en los fondos del Archivo Histórico Nacional de Madrid, de que hubo una conjura para destronar a Felipe V cuyas ramificaciones llegaron hasta la capital de España. Sobre esa base se ha sustentado la trama de la novela y el desarrollo es invención del autor.
En el Madrid de la guerra de Sucesión conspiraron para organizar una conjura dos agentes franceses, quienes trabajaron por cuenta del duque de Orleans, sus nombres eran Regnault y Flotte. Personajes como Ubilla, Grimaldo, Bedmar, Mancera, Portocarrero, etc., fueron reales y desempeñaron funciones importantes en la España de principios del siglo XVIII, pero la imagen que ofrecen es la que el autor ha establecido en función de la trama de la obra. También la princesa de los Ursinos, siendo un personaje histórico de la época, cuyo poder en la corte madrileña durante los años de la guerra de Sucesión fue incontestable, está modelada según los entresijos de la novela. No tuvo ningún romance con el conde de Cantillana, quien es una figura creada por el autor en una novela anterior: El rey hechizado. Existe el título de este nombre, pero nada más.
Felipe V fue un rey abúlico y poco decidido que en diferentes fases de su vida cayó en profundas depresiones, más frecuentes e intensas conforme transcurrieron los años. Luisa Gabriela de Saboya fue una reina animosa y responsable, que llegó al trono con sólo trece años. Fue muy querida por los madrileños.
Madrid vivió en el transcurso de esta guerra momentos de angustia ya que en dos ocasiones (1706 y 1710) las tropas austracistas entraron en ella, coincidiendo con graves derrotas del ejército borbónico. Sus vecinos se mostraron siempre partidarios de la causa de Felipe V.
En 1709, ante la grave situación por la que atravesaba Francia, Luis XIV ordenó la retirada de las tropas francesas que operaban en España, defendiendo los derechos de su nieto. Uno de los generales que mandaba esas tropas fue el duque de Orleans.