Lo que dice al respecto mi amigo psicólogo:

ALFRED MARTÍNEZ. La mayoría de estas situaciones son expresiones de una baja autoestima. Las ideas subyacentes suelen ser similares a «es necesario hacerse querer», «debo mejorar y adaptarme o me quedaré solo/a», «no me merezco ser querido tal y como soy».

Con una autoestima sana, las ideas suelen parecerse más a «tengo la responsabilidad de cuidarme», «mejor solo que mal acompañado/a», «me merezco ser querido y cuidado tal y como soy».

Yo, como psicólogo, no aconsejo directamente jamás. En mi caso, formulo la siguiente pregunta: «¿Por qué sigues casada/o (emparejada/o) con él/ella?».

También he de añadir que por mi experiencia profesional, corroboro que no hay diferencias por género ni orientación sexual respecto al funcionamiento de las relaciones de dependencia. En la última década, cada vez son más frecuentes los casos relacionados con este problema que solicitan una consulta.