ANYA SETON (1904-1990). Seudónimo de Ann Seton. Nació en Nueva York, si bien de un modo casual, puesto que su madre se encontraba en esa ciudad de paso. Por eso la autora considera que su lugar de nacimiento es Cos Cob (Greenwich), residencia tradicional de la familia. Su padre era inglés y su madre norteamericana, pero descendiente directa de los peregrinos que emigraron a Nueva Inglaterra en 1630. Anya Seton se considera por ello tan británica como yanki. Ha vivido, además de en Estados Unidos, en Canadá y en Inglaterra y ha recorrido casi todo el mundo en busca de los ambientes y paisajes reales en los que se mueven sus personajes en sus escritos.

Su primera novel trataba del Medio Oeste americano y le pagaron cinco dólares por ella. Dice la autora que ningún otro pago le ha producido después más alegría.

Sus principales puntos de interés son: las biografías, los asuntos con algún punto oscuro que investigar y las novelas de asunto religioso o místico. En realidad, según cuenta ella misma, cuando más disfruta es en el período que precede a la elaboración material de la novel, cuando todo el trabajo se orienta a la investigación del personaje biografiado o en la búsqueda de paisajes y ambientes para sus personajes ficticios.

Sus novelas son novelas de un paisaje o de una ciudad más que la narración de una historia. Así en Dragonwyck es el río Hudson el punto de partida de toda la novela. En The Turquoise se sintió inspirada por la ciudad de Santa Fe, en México; The hearth and the eagle describe una ciudad de Massachusetts y Fox fire es una recreación de los campos de minas de Arizona.

Pero Anya Seton siente debilidad por sus novelas biográficas, como My Theodosia, Katherine, The Wintrhop Woman o Devil water, todas ellas situadas en Inglaterra y ocupadas en temas de sus antepasados ingleses.

Varias de sus obras han sido llevadas a las pantallas. Ha escrito también libros para adolescentes así como una biografía de Washington Irving.

En Verde oscuridad destacan posiblemente mejor que en ninguna de sus obras, esas cualidades de sensibilidad, de agudo sentido del tiempo, y de la penetración con que describe los ambientes y los paisajes, que han hecho que casi todas sus obras se convirtieran en best sellers tanto en Estados Unidos como en Inglaterra y en todos los idiomas a que fueron traducidas.