A manera de epílogo de este libro, ahí va un juego que practican con asiduidad Alberto y sus amigos.
Consiste en un tablero triangular dividido en nueve triangulitos, cada uno de ellos limitado por una casilla en sus vértices. Bueno, éste es el que utilizan Alberto e Iñaki, pero puede ser todo lo grande que se quiera, y de hecho ellos han llegado a jugar sobre uno de cuarenta y nueve triángulos. A decir verdad, no lograron terminar el juego por su extremada dificultad.
Volviendo al más sencillo, el de nueve triángulos, se coloca una moneda en cada una de las casillas situadas en los vértices de los triangulitos, y después se escribe en el interior de éstos el valor total de las tres monedas que lo circundan. A continuación, se retiran las monedas y se le da el tablero, con las monedas en un montoncito, a un jugador que debe averiguar la disposición inicial. Si se quiere dar un toque de dificultad, no se le dan las monedas, y el jugador debe descubrir además los valores de las distintas piezas utilizadas.
Un ejemplo: si colocas en un tablero pequeñito, de sólo un triángulo, una moneda de cien, otra de veinticinco y una tercera de cinco en cada uno de los tres vértices respectivamente, el valor a colocar en el centro será la suma de las tres monedas; es decir, ciento treinta. Si retiras las monedas y se lo pasas a alguien para que las sitúe te dará una respuesta inmediata, puesto que saber las monedas utilizadas en este caso es muy fácil. Sin embargo, prueba a situar tres monedas en cada vértice. Se consigue también la suma de ciento treinta si se coloca una moneda de veinticinco y dos de una peseta en un vértice, dos de veinticinco y una de una peseta en el segundo vértice, y terminamos con una de cincuenta y dos de una peseta en el último vértice. Puede ser una curiosa prueba no decir el número de monedas e investigar cuántas maneras hay de conseguir la suma de ciento treinta, incluso colocando diferente número de monedas en cada vértice.
La anterior puede dar una idea de las posibilidades del juego. Los más expertos, si quieren ir a por nota, podrían eliminar incluso algunas de las sumas escritas dentro de los triangulitos. En definitiva, es un juego con infinitas posibilidades y grados de dificultad.
Partamos de la base de que eres un jugador medio, con aires de experto. Las monedas a utilizar son éstas:
Y el tablero sobre el que las debes colocar es éste:
En él se ha quitado la suma de dos de los triangulitos, sustituyéndolos por una interrogación. Seguro que es casi elemental para ti, a estas alturas del libro, pero permíteme que insista y te pregunte:
¿CUÁLES SON LOS VALORES QUE SE DEBEN SITUAR EN EL LUGAR DE LAS INTERROGACIONES?
Es un juego que no necesita más que ingenio y paciencia, y que puede jugarse en cualquier situación. ¡Ánimo!