17. Cuestión de cumpleaños

EL JUEGO DE DESCUBRIR LOS SECRETOS EN LAS FECHAS

Alberto estaba en casa de Iñaki pasando la sobremesa de un sábado, cuando les cayó un marronazo inesperado. Los padres de Iñaki se proponían ir a visitar a unos parientes que hacía tiempo que no veían, y por aquello de quedar bien, sugirieron a Iñaki que les acompañara, cosa que a Iñaki no le hacía ninguna gracia. Este, a su vez, le sugirió a Alberto que no lo dejara solo, y como Alberto no parecía muy convencido, Iñaki le empezó a contar las excelencias que había en esa casa: que si una biblioteca muy grande, con muchos libros que curiosear; que si… Y además el primo menor de Iñaki era muy divertido, pero sobre todo algo retorcido. Alberto debió pensar finalmente que acompañando a Iñaki la tarde resultaría algo más soportable y, caramba, para eso están los amigos.

Una vez en la casa, reunidos todos en la biblioteca, Alberto, Iñaki y su primo menor sirvieron la merienda mientras los padres se dedicaban a hablar de sus cosas. Los tres chavales no prestaban demasiada atención a los asuntos de los mayores, puesto que se estaban poniendo morados con una tarta que les había sobrado de un cumpleaños muy reciente: el del primo de Iñaki.

Al cabo de un rato comenzaron a darse cuenta de cómo los mayores iban alzando el tono de voz. No le daban importancia, puesto que mientras quedara tarta tenían otras prioridades. El caso es que, a medida que los muchachos acababan el pastel, los mayores se iban acalorando más y más. La verdad es que aquello se parecía cada vez más a una jaula de grillos o a una terapia de grupo, pero sin director de terapia, que al salón de una casa con su estupenda biblioteca. La situación llegó a tal extremo que a los chavales no les quedó más remedio que interrogarse sobre qué tema era éste que podía levantar tantas pasiones.

Los tres prestaron atención y entendieron un poco lo que pasaba: los padres estaban hablando de política y de las futuras elecciones. Lo único que sabían Alberto e Iñaki sobre elecciones es que ellos pasaban bastante del tema y de votar. Sin embargo, los dos preguntaron al primo pequeño cuándo podría él hacerlo, dado que era bastante menor que ellos. Fue entonces cuando el primo hizo una mueca y les dijo:

—Anteayer tenía quince años, pero el año que viene podré votar en las elecciones porque ya tendré dieciocho.

Alberto e Iñaki se quedaron boquiabiertos. Le dijeron que eso no era posible, pero el primo insistía afirmativamente.

—No me puedo creer que si tenías quince años hace dos días, puedas llegar a tener dieciocho años tan pronto —dijo Iñaki con una gran seguridad.

Iñaki pensó que su primo les estaba tomando el pelo y le dijo que eso sólo era posible por arte de magia, pero que ellos eran mayores y ninguno de los dos iba a ser tan tonto como para creer que tuviera poderes mágicos.

El primo les sonrió con suficiencia y les dijo:

—La solución es muy simple, puesto que con los datos que os he dado podréis deducir fácilmente estas dos preguntas que os planteo. ¡Y os aseguro que me vais a dar la razón!

Alberto e Iñaki se pusieron a cavilar, aunque tardaron un buen rato en encontrar la solución. Y esto fue así porque las preguntas que les hizo el primo de Iñaki eran las siguientes:

  1. ¿QUÉ DÍA SON LAS ELECCIONES?
  2. ¿QUÉ DÍA ES HOY?