[1]A los efectos de este libro, definiré el sistema industrial mundial, hacia 1979, como comprensivo de Norteamérica. Escandinavia, Gran Bretaña e Irlanda, Europa, tanto Oriental como Occidental (excepto Portugal, España, Albania, Grecia y Bulgaria), la URSS, Japón, Taiwan, Hong Kong, Singapur, Australia y Nueva Zelanda Naturalmente, se podrían incluir también otras naciones… así como enclaves industriales en naciones esencialmente no industriales: Monterrey y Ciudad de México en México, Bombay en la India, y muchos otros. <<
[2]La cantidad de correo constituye un buen índice instantáneo para apreciar el nivel de industrialización tradicional de cualquier país. Para las sociedades de la segunda ola, el promedio fue, en 1960, de 141 objetos postales por persona. En cambio, en las sociedades de la primera ola, el nivel fue apenas la décima parte de esa cifra, 12 por persona y año en Malasia o Ghana, cuatro al año en Colombia. <<
[3] El mercado como cuadro de distribución debe existir, ya se base el comercio en el dinero o en la permuta. Debe existir se extraiga o no beneficio de él, sigan los precios la ley de la oferta y la demanda o estén fijados por el Estado, esté planificado o no el sistema, sean privados o públicos los medios de producción. Debe existir incluso en una hipotética economía de empresas industriales autogestionadas en las que los obreros fijen sus propios salarios a un nivel lo bastante alto como para eliminar el beneficio como categoría. Se ha pasado de tal manera por alto este hecho esencial, se ha identificado tan estrechamente el mercado con una sola de sus muchas variantes (el modelo de propiedad privada, basado en el beneficio, en el que los precios son consecuencia de la oferta y la demanda), que ni siquiera existe en el vocabulario convencional de la economía una palabra que exprese la multiplicidad de sus formas. <<
[4] No confundir con la multinacional ITT, la Internacional Telephone & Telegraph Corporation <<
[5] Mao, que dirigía la más grande nación de la primera ola del mundo, previno repetidamente contra el crecimiento de las élites directivas y vio en ello un peligroso elemento concomitante del industrialismo tradicional. <<
[6] Aparte los Gobiernos como tales, virtualmente todos los partidos políticos, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, realizaban rutinariamente las tradicionales operaciones de elegir mediante votación a sus propios dirigentes. Incluso las pugnas por la jefatura de distrito o de célula local solían requerir alguna forma de elección, aunque sólo fuera para la ratificación de los nombramientos llegados desde arriba. Y en muchos países el ritual de la elección se convirtió en parte habitual de la vida de toda clase de organizaciones, desde sindicatos, Iglesias hasta cuadrillas de boy-scouts. Votar se convirtió en parte de la forma de vida industrial. <<
[7] Ejemplo: Supongamos que la Compañía A compraba en una colonia una materia prima al precio de un dólar la libra y luego la utilizaba para fabricar determinados productos, que vendía a dos dólares cada uno. Cualquiera otra Compañía que intentara introducirse en el mercado de esa misma clase de producto, se esforzaría en mantener sus materias primas al mismo costo, o inferior, que las de la Compañía A. Salvo que dispusiera de alguna ventaja tecnológica o de otro tipo, no podría permitirse pagar mucho más por la materia prima y seguir vendiendo el producto a un precio competitivo. Así, pues, el precio inicial fijado para la materia prima, aunque se hubiera llegado a él a la sombra de las bayonetas, se convertía en la base de toda negociación posterior. <<
[8] En El shock del futuro, donde abordé por primera vez algunas de estas cuestiones hace muchos años, sugería que llegaríamos a ser capaces de «prediseñar» el cuerpo humano, «criar maquinas», programar químicamente el cerebro, hacer copias idénticas de nosotros mismos mediante la técnica del cloning y crear formas vida completamente nuevas y peligrosas. ¿Quién controlará la investigación en estos campos? — preguntaba—. ¿Cómo habrán de aplicarse los nuevos descubrimientos? ¿No provocaremos horrores paras los cuales está el hombre totalmente impreparado? Algunos lectores consideraron forzada la predicción. Pero eso en antes de 1973 y del descubrimiento del Proceso recombinador del ADN. Hoy, las mismas angustiadas preguntas son formuladas por ciudadanos descontentos, comités parlamentarios y por los propios científicos, a medida que la revolución biológica adquiere una desbocada velocidad. <<
[9] Algunos editores no consideran a los periódicos medios de comunicación de masas, porque muchos de ellos tienen una circulación pequeña y sirven a comunidades pequeñas. Pero la mayor parte de los periódicos, al menos en los Estados Unidos, están llenos de material producido nacionalmente —noticias de las agencias AP y UPI, tiras cómicas, crucigramas, artículos de agencia—, que vienen a ser idénticos de una ciudad a otra. Para competir con los medios de comunicación más pequeños y más localizados, los grandes periódicos están aumentando el espacio destinado a temas locales, añadiendo una gran variedad de secciones de interés especial. Los diarios supervivientes de los años 80 y 90 se verán drásticamente cambiados por la segmentación del público lector. <<
[10] Los satélites reducen el coste de la transmisión a larga distancia, aproximándolo de tal modo a la cifra cero por señal, que los ingenieros hablan ya de comunicaciones «independientes de la distancia». El poder del computador se ha multiplicado exponencialmente, y los precios han bajado tan espectacularmente, que ingenieros inversores han quedado sin aliento. Con la inminente utilización de fibras ópticas y otras nuevas tecnologías, es evidente que se avecinan todavía mayores reducciones de costos… por unidad de memoria, por paso de procesado y por señal transmitida. <<
[11] Contribuyen también al total los nacimientos fuera del matrimonio y las adopciones realizadas por mujeres solas y (cada vez más) por hombres solos. <<
[12] Esta función no es nada trivial. Como granjeros que ganan más vendiendo tierras que cultivando alimentos, algunas grandes corporaciones están obteniendo mayores beneficios —o reduciendo pérdidas— de la manipulación monetaria y financiera que de la producción real. <<
[13] Resulta esclarecedor pensar en la economía de acuerdo con estos términos. Oferta y demanda se mantienen en equilibrio en virtud de diversos procesos de realimentación. El desempleo, si es intensificado por la realimentación positiva y no queda compensado por la realimentación negativa en otro lugar del sistema, puede amenazar del todo la estabilidad. Cabe la posibilidad de que converjan fluctuaciones exteriores —tales como aumentos del precio del petróleo— para intensificar las oscilaciones y fluctuaciones internas, hasta que salte en pedazos el equilibrio de todo el sistema. <<
[14] Presumiblemente, esto es válido para el paso de la civilización de la segunda ola a la de la tercera, así como para las reacciones químicas. <<