73. EXTERIOR. CASA DE JIMMIE – POR LA MAÑANA
El Nova entra en el garaje de una casa de dos dormitorios, en los suburbios.
74. INTERIOR. CUARTO DE BAÑO DE JIMMIE – DE DÍA
Jules está inclinado sobre el lavabo, lavándose las manos ensangrentadas, mientras Vincent está situado tras él.
JULES: Tenemos que ser realmente delicados con la situación de Jimmie. Estuvo a punto de sacarnos a patadas por la puerta.
VINCENT: Y si nos saca a patadas, ¿qué vamos a hacer?
JULES: Bueno, no nos marcharemos hasta no haber hecho un par de llamadas telefónicas. Pero no querría que se llegara a ese extremo. Jimmie es amigo mío y no se entra en casa de un amigo y se le empieza a decir esto y aquello.
Jules se incorpora y se seca las manos. Vincent ocupa su lugar ante el lavabo.
VINCENT: Sólo tienes que decirle que no sea insultante. Se quedó aterrorizado cuando vio a Marvin.
JULES: Ponte en su lugar. Son las ocho de la mañana. Acaba de despertarse y no estaba preparado para esta mierda. No olvides quién está haciendo un favor a quién.
Vincent termina de lavarse, y se seca las manos en una toalla blanca.
VINCENT: Si el precio de ese favor es que tengo que aceptar su mierda, se puede meter el favor en el culo.
Cuando Vincent ha terminado de secarse las manos, la toalla está manchada de rojo.
JULES: ¿Qué demonios acabas de hacer con esta toalla?
VINCENT: Sólo me he secado las manos.
JULES: Se supone que antes tenías que habértelas lavado.
VINCENT: Tú mismo viste cómo me las lavaba.
JULES: Sólo vi cómo te las humedecías un poco.
VINCENT: Me las he lavado. La sangre es difícil de quitar. Quizá si tuviera algo de Lava podría hacerlo mejor.
JULES: Yo he utilizado el mismo jabón que tú y cuando he terminado la toalla no parecía una jodida compresa Maxie. Mira, a la mierda, ¿vale? ¿A quién le importa? Pero son mierdas como ésta las que van a hacer hervir esta situación. Si él entrara aquí y viera esa toalla… Te aconsejo, Vincent, que mantengas la calma. Porque si tengo jaleo con Jimmie por tu causa… Mira, no quiero amenazarte. Te respeto y todo esto, pero no me coloques en esa situación.
VINCENT: Jules, si me lo pides con tanta amabilidad, no hay ningún problema. Él es amigo tuyo, así que encárgate tú de manejarlo.
75. INTERIOR. COCINA DE JIMMIE – POR LA MAÑANA
Hay tres hombres de pie en la cocina de Jimmie, cada uno de ellos con una taza de café. Jules, Vincent y JIMMIE DIMMICK, un hombre joven, de poco menos de treinta años, que viste un batín.
JULES: Maldita sea, Jimmie, esto es algo condenadamente bueno. Yo y Vincent nos habríamos sentido satisfechos con cualquier café, pero a ti se te ocurre servirnos este, que es de primera calidad. ¿De qué marca es?
JIMMIE: Déjalo ya, Jules.
JULES: ¿Qué?
JIMMIE: No soy un estúpido, así que ya puedes dejar de darme palmaditas en la espalda. No necesito que me digas lo bueno que es mi café. Soy yo el que lo compra, y lo sé condenadamente bien. Cuando es Bonnie la que va de compra, no trae más que mierda. Pero yo compro del mejor, porque soy yo el que lo tomo. Pero en lo que pienso en estos momentos no es en el café que se sirve en mi cocina, sino en el negro muerto que está en mi garaje.
JULES: Jimmie…
JIMMIE:… Soy yo el que está hablando. Y ahora deja que te haga una pregunta, Jules. Cuando llegaste aquí, ¿viste un cartel delante de la casa que ponía «Almacén de negros muertos»?
Jules intenta volver a aplacarlo…
JIMMIE:… No, contéstame a mi pregunta. ¿Has visto un cartel delante de mi casa que ponga «Almacén de negros muertos»?
JULES: (siguiéndole el juego). No, hombre, no lo vi.
JIMMIE: ¿Y sabes por qué no has visto ese cartel?
JULES: ¿Por qué?
JIMMIE: ¡Porque almacenar negros muertos no es asunto mío!
Jules intenta aplacarlo de nuevo.
JIMMIE: ¡Espera, porque no he terminado aún! ¿Es que no comprendes que si Bonnie regresa a casa y encuentra un muerto en la casa voy a tener que divorciarme? Nada de consejeros matrimoniales, nada de separación a prueba… Directa y jodidamente divorciado. Y no quiero ser un jodido divorciado. La última vez que Bonnie y yo hablamos de esta mierda iba a ser la última vez que ella y yo habláramos de esta mierda. Deseo ayudarte, Jules, de veras que lo deseo, pero no estoy dispuesto a perder por ello a mi mujer.
JULES: Jimmie…
JIMMIE: ¡No me jodas otra vez con «Jimmie»! Con eso ya no consigues nada. No puedes decirme nada por lo que pueda olvidar que amo a mi esposa. Ahora trabaja en el turno de noche en el hospital. Regresará a casa en menos de hora y media, así que haz tus llamadas telefónicas, habla con tu gente y luego lárgate de mi casa.
JULES: Eso es todo lo que deseo. No queremos joderte. Sólo necesitamos llamar a nuestra gente para que venga a buscarnos.
JIMMIE: Entonces te sugiero que empieces a hacerlo. El teléfono está en mi dormitorio.
Mientras Jules cruza la habitación para salir.
JULES: (hablando por encima del hombro). Eres un buen amigo, Jimmie. Eres un jodido buen amigo.
JIMMIE: (para sí mismo). Sí, sí, sí, sí. Soy un buen amigo. Buen amigo, mal esposo y pronto ex esposo. (levanta la mirada y ve a Vincent). ¿Y quién demonios eres tú?
VINCENT: Soy Vincent. Y, Jimmie, un montón de gracias.
Los dos hombres se echan a reír.
JIMMIE: No hay de qué.
76. INTERIOR. COMEDOR DE MARSELLUS WALLACE – POR LA MAÑANA
Marsellus Wallace está sentado ante la mesa de comedor[21], envuelto en un cómodo y gran batín, comiendo un enorme desayuno, mientras habla por teléfono.
MARSELLUS:… bien, ¿y dices que ella regresa a casa? ¿Qué crees que hará? (Pausa). No me digas que quedará aterrorizada. Eso no es una respuesta. Tú la conoces. Yo no. ¿Cuánto, mucho o sólo un poco?
77. INTERIOR. DORMITORIO DE JIMMIE – POR LA MAÑANA
Jules camina de un lado a otro en el dormitorio de Jimmie, con el teléfono.
JULES: Tienes que apreciar el elemento explosivo que hay en esta situación con Bonnie. Si regresa a casa después de una dura jornada de trabajo y se encuentra a un puñado de gángsters haciendo un montón de mierda de gángsters en su cocina, no hay forma de saber qué será capaz de hacer.[22]
MARSELLUS: Hablemos de lo que no se puede hablar.
JULES: La posibilidad existe, aunque no lo creo probable.
MARSELLUS: ¿Por qué posible pero no probable?
JULES: Porque si nos vemos obligados sabes que yo mismo me ocuparé del asunto. Pero no nos vamos a ver obligados, porque tú nos vas a solucionar este problema. Vas a hacerte cargo de nosotros, a sacarnos el culo del frío y dejarlo donde se está calentito. Porque si voy a tener que enfrentarme con mi amigo a causa de su esposa, debido a tu muchacho Vincent, voy a tener malos sentimientos.
MARSELLUS: Eso lo he comprendido, Jules. Lo único que hago es contemplar las posibilidades.
JULES: No quiero oír hablar de posibilidades. Lo único que deseo oírte decir es:
«No te preocupes, Jules, no tienes ningún problema. Me voy a poner en marcha. Vuelve junto a ellos y espera a la caballería, que llegará directamente».
MARSELLUS: No te preocupes, Jules, no tienes ningún problema. Me voy a poner en marcha. Vuelve junto a ellos y espera a la caballería, que llegará directamente.
JULES: ¿Vas a enviar al Lobo?
MARSELLUS: ¿Te sientes mejor?
JULES: Mierda de negro, eso es todo lo que tenías que decir.