27. EXTERIOR. CASA DE LANCE – DE NOCHE
Vincent ya ha bajado del coche y trata de sacar a Mia.
LANCE: ¿Has perdido la chaveta? ¡Has estrellado el coche contra mi puta casa! ¡Has hablado de droga por un jodido teléfono celular!
VINCENT: Si ya has terminado de protestar, esta muñeca se está muriendo. Toma la aguja y ponle la inyección ahora mismo.
LANCE: ¿Estás sordo? No vas a meter a esa jodida zorra en mi casa.
VINCENT: Esta jodida zorra es la esposa de Marsellus Wallace. Si ella se me muere, estoy acabado. Pero antes de que Marsellus me convierta en grasa para jabón, voy a tener que decirle que tú podrías haberle salvado la vida a su mujer y que, en lugar de hacerlo, la dejaste morir delante de tu casa.
28. INTERIOR. CASA DE LANCE – DE NOCHE
La escena empieza en el dormitorio de Lance y Jody.
Jody, todavía en la cama, aparta las sábanas y se levanta. Lleva puesta una camiseta larga, con una imagen de Pedro Picapiedra.
La seguimos de cerca cuando ella abre la puerta, recorre el pasillo y entra en la sala de estar.
JODY: ¡Sólo es la una y media de la madrugada! ¿Qué demonios está pasando aquí?
En el momento de entrar en la sala de estar, ve a Vincent y a Lance inclinados sobre Mia, que ha sido depositada en el suelo, en medio de la habitación.
A partir de aquí, toda la escena discurre como algo que se desarrolla frenéticamente, como un documental de la sala de urgencias de un hospital, con la gran diferencia de que aquí nadie sabe lo que está haciendo.
JODY: ¿Quién es ella?
Lance se vuelve a mirar a Jody.
LANCE: Tráeme esa caja negra que está en el dormitorio. Donde guardo la inyección de adrenalina.
JODY: ¿Qué le pasa?
VINCENT: Se nos está muriendo.
JODY: ¡Pues sácala en seguida de aquí!
LANCE Y VINCENT: (al unísono). ¡Trae la jodida inyección!
JODY: ¡No me gritéis!
Enojada, se da media vuelta y desaparece en el dormitorio, en busca de la inyección.
Entramos en la sala de estar, con los dos hombres.
VINCENT: (dirigiéndose a Lance). Vosotros dos sois una pareja hecha en el cielo.
LANCE: Mira, no dejes de hablarle a ella, ¿de acuerdo? Mientras Jody trae la inyección necesito consultar un libro de medicina.
VINCENT: ¿Para qué demonios necesitas ahora un libro de medicina?
LANCE: Para averiguar cómo tengo que hacerlo. Nunca he puesto antes una inyección de adrenalina.
VINCENT: ¿Tienes eso desde hace seis años y nunca lo has tenido que emplear?
LANCE: Nunca tuve que utilizarlo. Yo no ando por ahí jugando alegremente. Todos mis amigos son capaces de manejar sus viajes.
VINCENT: En ese caso, consíguelo.
LANCE: Es lo que quiero hacer, si me dejas.
VINCENT: Yo no te lo impido.
LANCE: Deja de hablarme a mí y háblale a ella.
Seguimos a Lance que sale corriendo de la sala de estar para entrar en…
29. CUARTO DE TRASTOS
Abarrotado con un montón de trastos. Empieza a buscar frenéticamente el libro, repitiendo una y otra vez las palabras: «Vamos, vamos».
Desde fuera de la pantalla se oye:
VINCENT (voz): ¡Date prisa, hombre! ¡La perdemos!
LANCE: (gritándole a Vincent). ¡Busco todo lo rápido que puedo!
Lance continúa su búsqueda frenética. Oímos a Jody, que ha vuelto a la sala de estar, y habla con Vincent.
JODY (voz): ¿Qué anda buscando Lance?
VINCENT (voz): No lo sé. Algún libro de medicina. Jody le pregunta a Lance.
JODY (voz): ¿Qué estás buscando?
LANCE: ¡Mi libro de medicina negro!
Mientras él continúa la búsqueda, apartando y derribando trastos, Jody aparece ante la puerta.
JODY: ¿Qué estás buscando?
LANCE: Mi jodido libro de medicina, el negro. Es como uno de esos libros de texto que les dan a las enfermeras.
JODY: Jamás he visto un libro de medicina.
LANCE: Confía en mí, tengo uno.
JODY: Pues si era tan importante, ¿por qué no lo guardabas junto con la inyección?
Lance se revuelve rápidamente hacia ella.
LANCE: ¡No lo sé! ¡Deja de molestarme!
JODY: Mientras tú lo buscas, esa chica se va a morir sobre la alfombra. Nunca lo vas a poder encontrar con toda esta mierda. Hace seis meses que vengo diciéndote que ordenes todo esto…
VINCENT (voz): ¡Ven aquí y al infierno con el libro!
Lance, enojado, derriba un montón de trastos, se da media vuelta y sale disparado para la sala de estar.
30. SALA DE ESTAR
Vincent está inclinado sobre Mia, a la que habla suavemente, cuando Lance regresa a la habitación.
VINCENT: ¡Deja de dar vueltas como un estúpido y ponle la jodida inyección!
Lance se inclina sobre la caja negra que ha traído Jody. La abre y empieza a preparar la jeringuilla para poner la inyección.
LANCE: Mientras preparo esto, quítale la camisa y encuentra la posición de su corazón.
Vincent le desgarra la blusa, abriéndosela.
Jody regresa a la habitación, pero se mantiene al margen de la acción.
VINCENT: ¿Tiene que ser exacto?
LANCE: ¡Sí, tiene que ser exacto! Le voy a poner una inyección en el corazón, así que tengo que acertar exactamente en su corazón.
VINCENT: Bueno, no sé exactamente dónde tiene el corazón. Creo que está aquí.
Vince señala el pecho izquierdo de Mia. Lance mira por encima del hombro y asiente.
LANCE: Eso es.
Mientras Lance prepara la inyección, Vincent levanta la mirada hacia Jody.
VINCENT: Necesito un marcador grueso. ¿Tienes uno?
JODY: ¿Qué?
VINCENT: Necesito un marcador grueso. Cualquier lápiz bastaría, pero un marcador grueso sería estupendo.
JODY: Espera.
Jody se acerca corriendo a una mesa de despacho, abre de un tirón el cajón superior y, en su entusiasmo, saca todo el cajón de la mesa. Su contenido (facturas, papeles, bolígrafos) se derrama sobre el suelo.
La inyección está preparada. Lance le entrega a la aguja a Vincent.
LANCE: Está lista. Yo te diré lo que tienes que hacer.
VINCENT: Vas a tener que ponérsela tú.
LANCE: No, tú le pones la inyección.
VINCENT: Nunca he hecho esto antes.
LANCE: Yo tampoco lo he hecho, y no voy a empezar ahora. Tú la has traído aquí, y eso significa que tú le pones la inyección. El día que yo lleve a tu casa a alguien que se está muriendo, entonces yo le pondré la inyección.
Apresuradamente, Jody se reúne con ellos. Sostiene un marcador grueso en la mano.
JODY: Ya lo tengo.
Vincent arranca el marcador de la mano de Jody y taza un gran punto rojo sobre el cuerpo de Mia, ahí donde está el corazón.
VINCENT: Está bien. ¿Qué hago ahora?
LANCE: Bueno, le vas a poner una inyección de adrenalina directamente en el corazón. Pero delante del corazón tiene el músculo pectoral, así que tendrás que atravesárselo. Lo que tienes que hacer es clavar la aguja sobre su corazón como si la apuñalaras.
Lance demuestra el movimiento de apuñalamiento, lo que le hace parecerse a La Forma matando a sus víctimas en Halloween.
VINCENT: ¿Tengo que apuñalarla?
LANCE: Si quieres que la aguja penetre hasta su corazón, tienes que hincársela con fuerza. Una vez que lo hayas hecho, aprieta el émbolo.
VINCENT: ¿Qué ocurrirá después de eso?
LANCE: Yo también tengo curiosidad por saberlo.
VINCENT: ¡Esto no es ninguna broma, hombre!
LANCE: Se supone que saldrá de esto… (hace chasquear los dedos) …así.
Vincent levanta la aguja por encima de su cabeza, como si se dispusiera a apuñalar a la mujer. Baja la mirada hacia Mia. Mia se desvanece súbitamente. Pronto no habrá nada que pueda salvarla.
Vincent entrecierra los ojos, preparado para hacerlo.
VINCENT: Cuenta hasta tres.
Lance, de rodillas junto a Vincent, no sabe qué puede pasar.
LANCE: Uno…
El punto rojo sobre el cuerpo de Mía. La aguja levantada, preparada para golpear.
LANCE (voz):… dos…
En el rostro de Jody hay una expresión expectante. La aguja permanece en el aire, preparada, como una serpiente de cascabel lista para lanzarse al ataque.
LANCE (voz):… ¡tres!
La aguja abandona el encuadre, descendiendo con fuerza. Vincent baja la aguja enérgicamente y la hunde en el pecho de Mia.
La cabeza de Mía da una fuerte sacudida a causa del impacto. El émbolo de la jeringuilla es apretado hacia abajo, bombeando la adrenalina.
Mia abre los ojos por completo y lanza un grito infernal y horrorizado. Se incorpora como un resorte y se queda sentada en el suelo, con la aguja hincada en el pecho… sin dejar de gritar.
Vincent, Lance y Jody, que estaban sentados delante de Mia, retroceden, mortalmente asustados. El grito de Mia se desvanece. Lentamente, empieza a absorber grandes bocanadas de aire.
Los otros tres, ahora desparramados por la habitación, asustados hasta los huesos, miran para ver si ella está bien.
LANCE: Si estás bien, di algo.
Mia, que sigue respirando, sin mirarlos, dice con un tono de voz relativamente normal.
MIA: Algo.
Vincent y Lance se derrumban sobre sus espaldas, exhaustos y temblando ante lo cerca que ha estado Mia de morir.
JODY: ¿Alguien quiere una cerveza?
CORTE A:
31. INTERIOR. EN EL MALIBU DE VINCENT (en movimiento) – DE NOCHE
Vincent está tras el volante, conduciendo a Mia de regreso a casa. Nadie dice nada. Los dos están todavía demasiado conmocionados por lo ocurrido.
32. EXTERIOR. DELANTE DE LA CASA DE MARSELLUS WALLACE - DE NOCHE
El Malibu se detiene delante de la casa. Mia baja del coche sin decir una sola palabra (todavía medio mareada) y empieza a caminar en dirección a la puerta principal de su casa.
VINCENT (voz): ¡Mia!
Ella se da media vuelta. Vincent se baja del coche y se queda de pie en el camino de acceso a la casa, a bastante distancia de ella.
VINCENT: ¿Qué piensas acerca de cómo manejar esto?
MIA: ¿Qué piensas tú?
VINCENT: Bueno, soy de la opinión de que Marsellus puede vivir una larga vida sin oír nunca nada sobre el incidente.
Mia sonríe.
MIA: No te preocupes por eso. Si Marsellus llegara a enterarse de algo, yo tendría tantos problemas como tú.
VINCENT: Eso lo dudo mucho.
MIA: Si tú puedes mantener un secreto, yo también.
VINCENT: Estrechémonos la mano para sellar el acuerdo.
Los dos caminan el uno hacia el otro, se extienden la mano para estrechársela y eso es lo que hacen.
VINCENT: Guarda silencio.
Mia le suelta la mano a Vincent y, en silencio, hace con las manos el signo de no ver, no oír y no hablar.
Vincent sonríe.
VINCENT: Y ahora, si me lo permites, tengo que llegar a casa antes de que me de un ataque al corazón.
Mia se echa a reír. Vincent se vuelve para marcharse.
MIA: ¿Todavía quieres escuchar el chiste de «Fuerza Bella Cinco»?
Vincent se vuelve hacia ella.
VINCENT: Claro, pero creo que todavía me siento un poco petrificado como para reírme.
MIA: Ah, ah. No te reirás porque no es divertido. Pero si todavía quieres escucharlo, te lo contaré.
VINCENT: Estoy impaciente.
MIA: Tres tomates caminan por la calle; son un papá tomate, una mamá tomate y un pequeño bebé tomate. El bebé tomate va rezagado, tras el papá y la mamá tomates. El papá tomate se enfada, se acerca a mamá tomate, da una patada en el suelo… (da una patada en el suelo y dice) ketchup.[13]
Ambos sonríen, pero ninguno se echa a reír.
MIA: Hasta luego, Vince.
Mia se vuelve y entra en la casa.
PRIMER PLANO DE VINCENT:
Una vez que Mia ha entrado en la casa. Continúa mirando hacia donde ella estaba momentos antes. Se lleva una mano a los labios y le lanza un beso. Luego, sale del encuadre, dejándolo vacío. Se oye el motor de su Malibu al ponerse en marcha y alejarse.
LA ESCENA SE FUNDE EN NEGRO