8. INTERIOR. APARTAMENTO (habitación 49). – POR LA MAÑANA
Hay tres hombres jóvenes, evidentemente cansados de esperar, sentados ante una mesa con hamburguesas, patatas fritas y vasos de soda.[2]
Uno de ellos corre el grueso pestillo de la puerta, y la abre. Jules y Vincent aparecen en el pasillo.
JULES: Hola, muchachos.
Los dos hombres entran en la habitación. Los tres tipos, que han sido pillados desprevenidos, son:
MARVIN: El joven negro, que abrió la puerta, se retirará hacia un rincón a medida que progrese la escena.
ROGER: Un surfista joven, de cabello rubio, con un corte de pelo «a lo ala de gaviota», que no dice una sola palabra, está sentado ante la mesa con una gran y jugosa hamburguesa en la mano.
BRETT: Un tipo de raza blanca, con aspecto de jovenzuelo y el cabello corto.
Vincent y Jules ocupan el lugar, con las manos en los bolsillos. Jules es el que lleva la voz cantante.
JULES: ¿Cómo estáis, muchachos?
No hay respuesta.
JULES: (dirigiéndose a Brett). ¿Estoy soñando o acabo de hacerte una pregunta?
BRETT: Estamos bien.
Mientras Jules y Brett hablan, Vincent se sitúa por detrás de los jóvenes.
JULES: ¿Sabéis quiénes somos?
Brett sacude la cabeza con un gesto negativo: «No».
JULES: Somos compañeros de vuestro socio, Marsellus Wallace. Recordais a vuestro socio, ¿verdad?
No hay respuesa.
JULES: (dirigiéndose a Brett). Bien, ahora, voy a hacer una suposición. Tú eres Brett, ¿verdad?
BRETT: Sí, soy Brett.
JULES: Me lo imaginaba. Bien, recuerdas a tu socio, a Marsellus Wallace, ¿verdad, Brett?
BRETT: Lo recuerdo.
JULES: Eso está bien. Parece que Vincent y yo os hemos interrumpido el desayuno. Lo siento, muchacho. ¿Qué comes?
BRETT: Hamburguesas.
JULES: Hamburguesas. El elemento clave de cualquier desayuno nutritivo. ¿Qué clase de hamburguesas?
BRETT: Hamburguesas de queso.
JULES: No, quiero decir, ¿dónde las habéis comprado? ¿En MacDonald’s, en Wendy’s, en el expendedor automático? ¿Dónde?
BRETT: En el Big Kahuna Burger.
JULES: El Big Kahuna Burger. Es esa hamburguesería hawaiana, ¿verdad? He oído decir que tienen unas hamburguesas muy suculentas. Yo nunca las he probado. ¿Cómo son?
BRETT: Son buenas.
JULES: ¿Te importa que pruebe una de las tuyas?
BRETT: No.
JULES: La tuya es ésta, ¿verdad?
BRETT: Sí.
Jules toma la hamburguesa y le da un bocado.
JULES: Hmmm, sí que es suculenta: (dirigiéndose a Vincent). Vince, ¿has probado alguna vez una hamburguesa Gran Kahuna?
VINCENT: No.
Jules le tiende la Gran Kahuna.
JULES: Dale un bocado. Son realmente buenas.
VINCENT: No tengo hambre.
JULES: Pues si te gustan las hamburguesas, tendrías que probar éstas algún día. Yo no suelo tener la oportunidad de comerlas, porque mi chica es vegetariana, lo que me convierte más o menos en un vegetariano, pero desde luego me encanta el sabor de una buena hamburguesa. (dirigiéndose a Brett). ¿Sabes cómo le llaman a un cuarto de libra con queso en Francia?
BRETT: No.
JULES: Díselo, Vincent.
VINCENT: Royale con queso.
JULES: Royale con queso. ¿Y sabes por qué los llaman así?
BRETT: ¿Por el sistema métrico?
JULES: Cuidado con ese gran cerebro tuyo, Brett. Eres un hijo de puta astuto. Así es. Por el sistema métrico. (señala un vaso de papel de un establecimiento de comida rápida). ¿Qué contiene?
BRETT: Sprite.
JULES: Sprite. Bien. ¿Te importa que eche un trago de este brebaje para regar el bocado?
BRETT: Claro que no.
Jules toma el vaso y bebe un sorbo.
JULES: Hmmnim, sabe estupendo. (dirigiéndose a Roger). Tú, flequillo de gaviota, ¿sabes para qué hemos venido?
Roger asiente con la cabeza: «Sí».
JULES: Entonces, ¿por qué no le dices a mi amigo Vince dónde tenéis escondida la mierda?
MARVIN: Está debajo de…
JULES: No recuerdo haberte preguntado nada a ti. (dirigiéndose a Roger). ¿Decías algo?
ROGER: Está debajo de la cama[3].
Vincent se acerca a la cama, se agacha, mira y saca un maletín negro.
VINCENT: Lo tengo.
Vincent hace saltar las dos cerraduras y abre el maletín. No podemos ver lo que hay dentro, pero del maletín surge un pequeño fulgor. Vincent se lo queda mirando fijamente, pasmado.
JULES: ¿Somos felices?
No hay respuesta del todavía pasmado Vincent.
JULES: ¡Vincent!
Vincent levanta la mirada hacia Jules.
JULES: ¿Somos felices?
VINCENT: (cerrando el maletín). Somos felices.
BRETT: (dirigiéndose a Jules). ¿Cómo te llamas? Sé el nombre del otro, Vincent. Pero ¿cuál es el tuyo?
JULES: Me llamo Pitt, y hablando no vas a salvar el culo.
BRETT: Sólo quiero que sepas lo mucho que lamentamos que las cosas salieran tan jodidamente mal entre nosotros y el señor Wallace. Cuando entramos en este asunto, sólo teníamos las mejores intenciones…
Mientras Brett habla, Jules saca su revólver y dispara tres veces contra el pecho de Roger, haciéndole salir volando de la silla donde estaba sentado.[4]
Vincent sonríe para sí. Desde luego, Jules tiene estilo.
Brett se acaba de ensuciar en los pantalones. No llora ni gimotea, pero está aterrorizado, como si su cuerpo implosionara.
JULES: (dirigiéndose a Brett). Oh, lo siento. ¿Ha interrumpido esto tu concentración? No pretendía que fuera así. Continúa, por favor. Creo que estabas diciendo algo sobre «mejores intenciones».
Brett no puede decir una sola palabra.
JULES: ¿Qué ocurre? Oh, ya habías terminado de todos modos, ¿verdad? Bien, deja que te conteste. ¿Quieres describirme el aspecto que tiene Marsellus Wallace?
Brett sigue sin poder hablar.
Jules toma la mesa y la vuelca salvajemente, eliminando la única barrera que había entre él y Brett. Ahora, Brett está sentado en una silla solitaria, delante de Jules, como un detenido político delante de su interrogador.
JULES: ¿De qué país eres?
BRETT: (petrificado). ¿Qué?
JULES: ¡No conozco ningún país llamado «Qué»! ¿Hablan inglés en «Qué»?
BRETT: (al borde de un ataque al corazón). ¿Qué?
JULES: ¿Sabes hablar jodido inglés?
BRETT: Sí.
JULES: Entonces, ¿comprendes lo que digo?
BRETT: Sí.
JULES: Bien. Ahora descríbeme qué aspecto tiene Marsellus Wallace.
BRETT: (impulsado por el miedo). ¿Qué?
Jules toma la 45 y aprieta con fuerza el cañón del arma contra la mejilla de Brett.
JULES: ¡Vuelve a decir otro «Qué»! ¡Vamos, di otro «Qué»! Te desafío, te desafío dos veces, cabrón.
Brett parece lamentarlo.
JULES: Y ahora descríbeme qué aspecto tiene Marsellus Wallace.
Brett hace lo que puede.
BRETT: Bueno, es…, es… negro…
JULES: ¡Continúa!
BRETT: …y es…, es… alto…
JULES: ¿Te parece que tiene aspecto de zorra?
BRETT: (sin pensárselo). ¿Qué?
Jules se vuelve a mirar a Vincent, que se encoge de hombros. Jules gira los ojos y le dispara a Brett en el hombro. Brett grita y sufre un espasmo de temblor en la silla.
JULES: ¿Te parece que tiene aspecto de zorra?
BRETT: (angustiado). No.
JULES: Entonces, ¿por qué intentasteis joderle como si fuera una zorra?
BRETT: (con movimientos espasmódicos). No lo hicimos.
Ahora con un tono de voz más bajo,
JULES: Sí, sí que lo hicisteis, Brett. Intentasteis joderle. ¿Has leído alguna vez la Biblia, Brett?
BRETT: (con espasmos de dolor). Sí.
JULES: Hay un pasaje que he memorizado y que parece apropiado para esta situación. Es de Ezequiel, veinticinco, diecisiete, y dice: «El camino del justo se ve asediado por todas partes por las iniquidades del egoísmo y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, pastorea a los débiles a través del valle de la oscuridad, pues él es el verdadero protector de su hermano, el que encuentra a los niños perdidos. Y yo actuaré con terribles venganzas y furiosos escarmientos contra aquellos que intenten envenenar y destruir a mis hermanos. Y sabréis que yo soy Yahveh cuando os aplique mi venganza».
A continuación, los dos hombres vacían sus armas al mismo tiempo sobre el sentado Brett.
Una vez que han terminado, el cuerpo lleno de plomo permanece sentado en la silla por un momento.
Luego se desploma.
Todo queda en silencio. El único sonido es el de Marvin, que murmura en un rincón.[5]
MARVIN: Maldita sea…, maldita sea… Eso ha sido…, maldita sea, a sangre fría.
VINCENT: (señalando a Marvin). ¿Es amigo tuyo?
JULES: Sí. Marvin, este es Vincent. Vincent, ese es Marvin.
VINCENT: Dile que cierre el pico. Me pone los nervios de punta.
JULES: Marvin, yo en tu lugar haría lo que él dice.
Entonces, de repente, se abre de golpe la puerta del cuarto de baño y un cuarto hombre (tan joven como los demás). se lanza hacia afuera con una Magnum plateada en la mano. Parece como si un médium se hubiera apoderado de él.
CUARTO HOMBRE: ¡Muere…, muere…, muere…, muere…, muere!
El cuarto hombre hace seis resonantes disparos con el arma que sostiene en la mano, en dirección a Vincent y Jules. Lanza un grito maníaco de venganza hasta que se le acaban las balas.
Luego… su rostro cambia por completo y pasa de expresar «La venganza es mía» a una expresión de: «¿Qué demonios es esto?».
CUARTO HOMBRE: No comprendo…
El cuarto hombre sale volando, fuera del encuadre, a causa de las balas que lo hacen pedazos.
El encuadre queda vacío. LA ESCENA SE FUNDE EN NEGRO Sobre el negro, aparece un título: