4. PATIO EXTERIOR DE UN EDIFICIO DE APARTAMENTOS – POR LA MAÑANA
Vincent y Jules, con sus largos abrigos a juego, que llevan prácticamente arrastrando por el suelo, cruzan el patio de lo que parece un edificio de apartamentos al estilo de una hacienda de Hollywood.
La cámara les sigue.
VINCENT: ¿Cómo se llama ella?
JULES: Mia.
VINCENT: ¿Cómo se conocieron ella y Marsellus?
JULES: Ni idea. Como se conoce todo el mundo. Ella era actriz.
VINCENT: ¿Ha hecho alguna vez algo que yo haya visto?
JULES: Creo que su mayor interpretación fue la que hizo en un programa piloto.
VINCENT: ¿Qué es un programa piloto?
JULES: ¿Es que no ves los programas de la tele?
VINCENT: Yo no veo la tele.
JULES: Bueno, pero sabes muy bien que hay un invento llamado televisión y que en ese invento muestran programas, ¿verdad?
VINCENT: Sí.
JULES: Pues la forma de elegir un programa en la tele es que hacen un programa, y a ese programa lo llaman piloto. Y muestran ese programa a la gente para ver si gusta o no gusta, y según que tenga éxito o no, deciden si hacen más programas como ese. Algunos son aceptados y se convierten en programas de la tele. Otros no lo son, y no llegan a nada. Pues bien, ella actuó en uno de esos que no llegaron a convertirse en nada.
Entran en el edificio de apartamentos.
5. INTERIOR. ZONA DE RECEPCIÓN (edificio de apartamentos) – POR LA MAÑANA
JULES: ¿Recuerdas a Antwan Rockamora? Medio negro, medio samoano, al que solían llaman Tony Rocky Horror.
VINCENT: Sí, quizá. ¿Un tipo gordo?
JULES: Yo no llegaría a llamar gordo a ese hermano. Tiene un problema de peso. ¿Qué le va a hacer ese moreno? Es un samoano.
VINCENT: Creo saber lo que quieres decir. ¿Qué pasa con él?
JULES: Bueno, Marsellus le dio bien por el culo. Y según se ha dicho por ahí, todo se debió a la mujer de Marsellus Wallace.
Llega el ascensor, y los dos hombres entran.
6. INTERIOR DEL ASCENSOR – POR LA MAÑANA
VINCENT: ¿Qué hizo? ¿Se la folló?
JULES: No, no, no, nada de eso. No fue nada tan malo.
VINCENT: ¿Qué pasó entonces?
JULES: Le dio a ella un masaje en el pie.
VINCENT: ¿Un masaje en el pie?
Jules asiente con la cabeza: «Sí».
VINCENT: ¿Y eso fue todo?
Jules asiente de nuevo con la cabeza: «Sí».
VINCENT: ¿Y qué hizo Marsellus?
JULES: Envió a un par de tipos adonde vivía el samoano. Lo sacaron a la terraza de su apartamento y le hicieron volar el culo por encima del balcón. El negro cayó cuatro pisos. Abajo había una especie de jardín cerrado con cristal, como los invernaderos. El negro lo atravesó. Desde entonces tiene problemas para hablar.
Se abren las puertas del ascensor. Jules y Vincent salen.
VINCENT: Es una maldita lástima.
7. INTERIOR. PASILLO DEL EDIFICIO DE APARTAMENTOS – POR LA MAÑANA
Jules y Vincent avanzan decididos por el pasillo.
VINCENT: A pesar de todo, quien juega con fuego, se quema.
JULES: ¿Qué quieres decir?
VINCENT: No se le da un masaje en el pie a la nueva esposa de Marsellus Wallace.
JULES: ¿No crees que tuvo una reacción un tanto exagerada?
VINCENT: Probablemente, Antwan no esperaba que Marsellus reaccionara de ese modo, pero tenía que esperar alguna reacción.
JULES: Sólo fue un masaje en el pie. Eso no es nada. Yo le daría un masaje en el pie a mi madre.
VINCENT: Eso es como ponerle las manos encima a la nueva mujer de Marsellus Wallace de una forma demasiado familiar. No es tan malo como comerle el coño, pero estás en el mismo terreno de juego.
JULES: Eh, eh, alto ahí. Comer el coño a una zorra y darle un masaje en el pie no es lo mismo.
VINCENT: No he dicho que sea lo mismo, sino que es el mismo terreno de juego.
JULES: Tampoco es el mismo jodido terreno de juego. Mira, quizá tu método de dar masaje sea distinto al mío, pero tocarle los pies a la dama y meterle la lengua en su cueva más secreta no es el mismo terreno de juego, no es la misma liga, ni siquiera es el mismo jodido deporte. Los masajes en el pie no significan una mierda.
VINCENT: ¿Has dado alguna vez un masaje en el pie?
JULES: No me hables a mí de eso. Soy un maestro dando masajes en el pie.
VINCENT: ¿Das muchos?
JULES: Joder, sí. Tengo mi propia técnica. Ni siquiera hago cosquillas.
VINCENT: ¿Le has dado alguna vez un masaje en el pie a un tipo?
Jules lo mira durante un largo rato. Se muestra enojado.
JULES: Que te jodan.
Echa a caminar por el pasillo. Vincent, sonriente, camina un poco por detrás de él.
VINCENT: ¿Cuántos?
JULES: Que te jodan.
VINCENT: ¿Me darías a mí un masaje en el pie? Estoy un poco cansado.
JULES: Será mejor que te calles. Empiezo a estar harto. Eh, ésta es la puerta.
Los dos hombres se detienen delante de una puerta que ostenta el número «49». Susurran entre sí.
JULES: ¿Qué hora es?
VINCENT: (comprueba su reloj). Las siete veintidós de la mañana.
JULES: Todavía no es la hora. Esperemos un poco.
Se apartan un poco de la puerta, situándose uno frente al otro, y siguen hablando en susurros.
JULES: Mira, el hecho de que yo no le dé un masaje en el pie a un hombre no le hace a Marsellus tener derecho a arrojar a Antwan desde lo alto de un edificio sobre un jodido invernadero y fastidiarle su jodida habla al negro. Eso no está bien, hombre. Si algún hijo de puta me hiciera eso a mí, sería mejor que me paralizara algo más que el habla, porque lo mataría.
VINCENT: Yo no digo que él tuviera razón, pero tú dices que un masaje en el pie no significa nada, y yo digo que sí. Le he dado millones de masajes en el pie a un millón de mujeres y todos significaron algo. Actuamos como si no, pero tienen un significado. Eso es lo cojonudo del asunto. Estas cosas sensuales continúan y nadie habla de ellas, pero uno lo sabe, ella lo sabe, el puto Marsellus lo sabía y Antwan debería haberlo sabido. Ella es la puñetera esposa, hombre. Y él no tiene un buen sentido del humor con esa clase de cosas.
JULES: Eso que dices es interesante, pero vamos a meternos en faena.
VINCENT: ¿Cómo has dicho que se llama?
JULES: Mia. ¿Por qué te interesas tanto por la mujer del gran jefe?
VINCENT: Bueno, Marsellus se marcha a Florida y cuando se marche quiere que yo me ocupe de Mia.
JULES: ¿Que te ocupes de ella?
Al hacer la pregunta, Jules se lleva el dedo índice a la cabeza, imitando una pistola.
VINCENT: No de ese modo, hombre. Que la saque. Que se lo haga pasar bien. Que no la deje sola.
JULES: ¿Vas a tener una cita con Mia Wallace?
VINCENT: No es una cita. Es como si tú y la mujer de tu compañero os fuerais al cine o algo así. Sólo es…, bueno, ya sabes, un poco de compañía. Jules se limita a mirarlo.
VINCENT: No es una cita.
Jules sigue limitándose a mirarlo.
* VINCENT: No voy a portarme mal.
* Jules sacude la cabeza y murmura para sí mismo.
* JULES: Esa zorra va a matar a más negros que el tiempo.
* VINCENT: ¿Qué has dicho?
* JULES: Nada, vayamos a nuestro asunto.
* VINCENT: ¿Qué acabas de decir?
* JULES: No dije nada. Pongámonos a trabajar.
* VINCENT: No juegues conmigo. Has dicho algo, ¿qué era?
* JULES: (refiriéndose al trabajo). ¿Quieres hacer esto sí o no?
* VINCENT: Quiero que repitas lo que dijiste.
* JULES: Esa puerta se va a abrir dentro de treinta segundos, así que prepárate…
* VINCENT: Ya estoy preparado…
JULES: Maldita sea, deja ya de pensar en esa zorra y prepárate como un buen profesional.