La relación entre Jesús y los esenios de Qumrán ha sido objeto de algunos tratamientos que —justo es decirlo— no han resultado siempre ni apropiados ni rigurosos. Hace años que vengo trabajando en la redacción de un estudio monográfico sobre el tema, estudio que, dicho sea de paso, nunca consigo concluir fundamentalmente porque, previamente, he terminado otros sobre el Documento Q, los Evangelios y los documentos del mar Muerto.
Hasta que tenga la oportunidad de finalizar esa investigación de años, sin embargo, he realizado diversos acercamientos al tema en Los esenios y los rollos del mar Muerto (Barcelona, 1993), La verdad sobre los manuscritos del mar Muerto (Madrid, 1995) y Los esenios de Qumrán (Madrid, 1996). A esos tres estudios —y a su correspondiente bibliografía— remito al lector que desee ampliar su conocimiento sobre el tema.