A finales de septiembre de 1936, las fuerzas de Franco, que habían avanzado de manera casi ininterrumpida desde su llegada a la Península en la segunda mitad del mes de julio, se hallaban prácticamente a las puertas de Madrid. El gobierno republicano se aprestaba a abandonar la capital, que supuestamente carecía de fuerzas suficientes para defenderse de una ofensiva. Sin embargo, en el último momento, Franco decidió interrumpir su avance y desviarse para liberar el alcázar de Toledo, un objetivo estratégicamente de poca importancia. Cuando se reanudó la marcha sobre Madrid, la posibilidad de tomar la capital se había esfumado. ¿Qué circunstancias llevaron a Franco a dar ese paso? ¿Se trató de torpeza militar, como han afirmado algunos de sus detractores, o existía una razón de mayor peso?