El asesinato de Prim recibió desde el principio una cobertura cronística que, supuestamente, pretendía aclarar los hechos pero que, en realidad, influyó considerablemente en su opacidad. José Paúl y Angulo redactó así Los asesinos del general Prim y la política de España en un intento —vano, por otra parte— de desvincularse de un crimen en el que había intervenido.
Con pretensiones de aclarar lo acontecido —aunque posiblemente también con otras intenciones—, el abogado Antonio Pedrol Rius publicó Los asesinos del general Prim.
Francisco Narbona y Enrique de la Vega Viguera dedicaron un capítulo al crimen en De Prim a Carrero Blanco. Cien años de magnicidios en España (1870-1973) (Barcelona, 1982).
Con todo, la obra definitiva sobre el tema es la de José Andrés Rueda Vicente, ¿Por qué asesinaron a Prim?, publicada en 2000 por la editorial de la Universidad de Navarra. Rueda ha analizado concienzudamente los folios —bien desordenados, dicho sea de paso— del sumario sobre el atentado y ha podido encontrar en ellos no sólo a los asesinos, que incluían a uno de los acompañantes de Prim, sino también a los directores de la conjura y a los pagadores. La obra constituye, sin ningún género de dudas, un estudio de primera magnitud, ya de consulta obligatoria para poder acercarse a este episodio trascendental de la historia contemporánea de España.