Agradecimientos

A Eduardo, por ser tan fan y por sus sabios consejos.

A María José, por ponerse la toga para solucionar nuestras dudas y por seguir ahí tras tantos años.

A Rebeca, por volver a prestarse como conejillo de Indias (o de Londres).

A Eva, la mejor coach, y a Inés y Ana, mis niñas adoptivas.

A Gus, el segoviano más entrañable y todo un gran descubrimiento.

A María, la trabajadora social que Oliver hubiese querido tener.

A las chicas de Alfaguara (Anna, Laia, Rita y Anabel), por su apoyo, entusiasmo y paciencia, y por haber confiado de nuevo en nosotras.

A mamá, porque sé que siempre estás a mi lado.

A papá, por enseñarme tantas cosas.

A Sol, porque un café contigo es la mejor medicina.

A Álex, por demostrarme que los dragones existen.

A JF, por los ovillos de lana.

A los que tuvisteis que marcharos, aunque cada día os quiero más y más.

A César, Paula, Marta y Julia, el equipo perfecto.

A Trudi, por tu amor incondicional.

A Olga, por darle un nuevo sentido al teléfono.

A Javi, por tu imborrable sonrisa.

A mis sobris, porque sois increíbles.

A todos los que os entrecruzáis en las frases que escribimos y formáis parte de nuestro día a día, gracias.