Bien, aquí termina el libro.
Espero no haber sido demasiado crudo, y si en algún momento ha tenido la sensación de que exponía vivencias personales que no debía, le pido disculpas. No lo he hecho para mirarme el ombligo, sino para fundamentar a los ojos del lector mis opiniones.
Ahora que he acabado el manuscrito, me doy cuenta de que en realidad éste no es el libro negro del emprendedor, sino que es el libro negro, la bestia negra, del falso emprendedor. Al auténtico no le hará mella nada de lo que aquí se ha expuesto. Para un emprendedor de verdad este libro es tan inofensivo como el «hombre del saco» para un adulto.
Llamo rápidamente a la editorial. Les digo que quiero cambiar el título. Me he equivocado. Tiene que titularse El libro negro del falso emprendedor.
Me dice mi editor que no hay tiempo. Las cubiertas están ya imprimiéndose.
Demasiado tarde para mí.
Espero que no para usted.
Y si lo es, tenga en cuenta lo que me dijo Xavier Gabriel: «Fracasar no es perder. Es no haberlo intentado».
Consejo final: tu enemigo eres tú mismo. El desconocimiento de tu propio desconocimiento es la fuente de todos los fracasos.
Entra sólo a ganar, no a probar.
Y es que, emprender, como vivir y amar, es sólo una cuestión de voluntad.
Fernando Trías de Bes Puigcerda, 1 de febrero de 2007