Alfieri en su escritorio.
ALFIERI
Ese veintitrés de diciembre un cajón de whisky escocés se cayó mientras lo descargaban, como suele ocurrir con un cajón de whisky escocés que se descarga un veintitrés de diciembre en el muelle cuarenta y uno. No nevaba, pero hacía frío, su mujer había salido a hacer las compras. Marco todavía estaba en el trabajo. El chico, ese día, no había sido contratado, Catherine me contó más tarde que ésa había sido la primera vez que estaban solos en la casa.
El living. Catherine y Rodolfo. Hay decoraciones navideñas.
CATHERINE
¿Tenés hambre?
RODOLFO
No de comida. Tengo casi trescientos dólares. ¿Catherine?
CATHERINE
Te oí.
RODOLFO
¿No te gusta seguir hablando de eso?
CATHERINE
No tengo problema…
RODOLFO
¿Qué te preocupa, Catherine?
CATHERINE
Quería preguntarte algo. ¿Puedo?
RODOLFO
Todas las respuestas están en mis ojos, Catherine. Pero hace mucho que no me mirás a los ojos. Estás llena de secretos. ¿Cuál es la pregunta?
CATHERINE
Suponete que quiera vivir en Italia.
RODOLFO
¿Vas a casarte con alguien rico?
CATHERINE
No, quiero decir… vivir allá: vos y yo.
RODOLFO
¿Cuándo?
CATHERINE
Bueno… cuando nos casemos.
RODOLFO
¿Querés ser italiana?
CATHERINE
No, pero podría vivir allá sin ser italiana. Los norteamericanos viven allá.
RODOLFO
¿Para siempre?
CATHERINE
Sí.
RODOLFO
Es una broma.
CATHERINE
No, en serio.
RODOLFO
¿Y de dónde sacaste esa idea?
CATHERINE
Bueno, siempre estás diciendo que allá es tan lindo, con las montañas y el océano y…
RODOLFO
Estás bromeando.
CATHERINE
Lo digo en serio.
RODOLFO
Catherine, si alguna vez te llevase a casa sin plata, sin trabajo, nada; llamarían al cura y al doctor y dirían que Rodolfo está loco.
CATHERINE
Lo sé, pero creo que seríamos más felices allá.
RODOLFO
¿Más felices? ¿Qué comerías? ¡No podés cocinar el paisaje!
CATHERINE
Podrías ser cantante, en Roma o en…
RODOLFO
¡Roma! Roma está llena de cantantes.
CATHERINE
Entonces yo podría trabajar.
RODOLFO
¿Dónde?
CATHERINE
¡Tiene que haber un trabajo en alguna parte!
RODOLFO
¡No hay nada! Nada, nada, nada. Ahora decime de qué estás hablando. ¿Cómo puedo llevarte de un país rico a sufrir a un país pobre? ¿De qué estás hablando? Sería un criminal robándote la cara. En dos años tendrías una cara vieja, hambrienta. Cuando los chicos de mi hermano lloran les dan agua, agua que hierven con hueso. ¿Me crees?
CATHERINE
Tengo miedo de Eddie.
RODOLFO
No, viviríamos acá. Ni bien sea ciudadano voy a poder trabajar en cualquier parte y voy a encontrar un trabajo mejor y vamos a tener una casa, Catherine… ¡Si no le tuviera miedo al arresto empezaría algo maravilloso acá!
CATHERINE
Decime, Rodolfo, ¿querrías casarte conmigo si tuviéramos que irnos a vivir a Italia?
RODOLFO
¿Esa pregunta es tuya o es de él?
CATHERINE
Contestame.
RODOLFO
Ir allá sin nada.
CATHERINE
Sí.
RODOLFO
No. (Ella lo observa con sorpresa). No.
CATHERINE
¿No lo harías?
RODOLFO
No; no me casaría con vos para vivir en Italia. Quiero que seas mi esposa, y quiero ser ciudadano norteamericano. Decíselo, o se lo digo yo. Sí. Y también decile, y decítelo a vos, por favor, que no soy un mendigo y vos no sos un caballo, un regalo o un favor para un inmigrante pobre.
CATHERINE
¡No te enojes!
RODOLFO
¡Estoy furioso! ¿Pensás que estoy tan desesperado? Mi hermano está desesperado, no yo. ¿Pensás que podría soportar el resto de mi vida una mujer que no quiero sólo para ser norteamericano? ¿Es tan maravilloso? ¿Te creés que en Italia no tenemos edificios altos? ¿Luz eléctrica? ¿Avenidas? ¿Banderas? ¿Te creés que no hay autos? Trabajo no hay. Quiero ser norteamericano para trabajar, ésa es la única maravilla acá: ¡el trabajo! ¿Cómo podés insultarme así, Catherine?
CATHERINE
No quise decir…
RODOLFO
Mi corazón se muere al mirarte. ¿Por qué le tenés tanto miedo?
CATHERINE
¡No lo sé!
RODOLFO
¿Confiás en mí? ¿Confiás?
CATHERINE
Pasa que… Fue tan bueno conmigo, Rodolfo. No lo conocés; siempre fue el más dulce de los hombres. Me reta siempre pero no lo hace en serio. Lo sé. Sentiría… vergüenza si se pone triste por mi culpa. Siempre soñé que cuando me casara Eddie estaría en la fiesta feliz, riéndose… y ahora está… todo el tiempo enojado y… desagradable… Decile que vas a vivir en Italia, sólo decíselo y tal vez empiece a confiar en vos. Porque lo quiero feliz… porque… lo quiero, Rodolfo… ¡y no aguanto todo esto!
RODOLFO
¡Ay, Cathy!
CATHERINE
Te amo, Rodolfo, te amo.
RODOLFO
¿Entonces de qué tenés miedo? ¿Te va a dar un chirlo en la cola?
CATHERINE
¡No, no te rías de mi! Pasé acá toda mi vida… Cada día lo vi irse a la mañana y volver a la noche. ¿Creés que es fácil darse vuelta y decirle a un hombre que ya no significa nada?
RODOLFO
Lo sé, pero…
CATHERINE
¡No sabés, nadie lo sabe! No soy una nena, sé mucho más de lo que la gente cree. Beatrice dice que sea una mujer… ¿Entonces por qué no actúa ella como una mujer? Si yo fuera esposa haría feliz a mi hombre en vez de andar peleándome todo el tiempo. Me doy cuenta a una cuadra si está triste y necesita una charla con alguien amable y tranquilo… Me doy cuenta si tiene hambre o quiere una cerveza antes de que diga nada. Sé cuando le duelen los pies… lo conozco, ¿y se supone que ahora le tengo que dar la espalda y tratarlo como a un extraño? No sé por qué tengo que hacer eso…
RODOLFO
Catherine. Si apreso entre mis manos un pájaro. Y crece y quiere volar. Pero no lo dejo escapar porque lo quiero mucho ¿hago bien? No digo que lo tengas que odiar; pero así y todo tenés que irte, ¿o no? ¿Catherine?
CATHERINE
Abrazame.
RODOLFO
Mi amor…
CATHERINE
Enseñame. No sé nada, enseñame. Rodolfo, abrazame.
RODOLFO
No hay nadie. Vení, entremos. Vení. Y no llores más. (Salen hacia el dormitorio. Aparece Eddie. Borracho).
EDDIE
¿Beatrice? ¿Beatrice? ¿Beatrice? (Catherine entra desde el dormitorio).
CATHERINE
Volviste temprano.
EDDIE
Navidad. Nos largaron antes. ¿Rodolfo te está haciendo un vestido?
CATHERINE
No. Me estoy haciendo una blusa. (Aparece Rodolfo).
RODOLFO
Beatrice fue a comprar regalos para su madre.
EDDIE
Desaparecé. Vamos. Juntá tus cosas y desaparecé. (Catherine va hacia el dormitorio y Eddie le agarra el brazo). ¿Adónde vas?
CATHERINE
Va a ser mejor que me vaya, Eddie.
EDDIE
No, vos no vas a ninguna parte, él se va.
CATHERINE
Creo que no me puedo quedar más acá. Perdón, Eddie. Bueno, no llores. Voy a estar por el barrio; te voy a ver. Sólo que ya no me puedo quedar acá. Sabés que no puedo. ¿No te das cuenta que no puedo? Lo sabés, ¿no? Deseame suerte. ¡Eddie, no seas así!
EDDIE
Vos no vas a ninguna parte.
CATHERINE
Eddie, ¡no voy a seguir siendo una nena! Vos… (De pronto, él avanza, la atrae hacia sí y mientras ella lucha por soltarse, la besa en la boca).
RODOLFO
¡No! ¡Basta! ¡Respetala!
EDDIE
¿Querés algo?
RODOLFO
¡Sí! Va a ser mi esposa. Eso es lo que quiero. ¡Mi esposa!
EDDIE
¿Y vos qué vas a ser?
RODOLFO
Yo te voy a mostrar lo que voy a ser.
CATHERINE
Esperá afuera; ¡no discutas con él…!
EDDIE
¡Vamos, mostrame!… ¿Qué vas a ser? ¡Mostrame!
RODOLFO
¡No me digas eso! (Rodolfo se lanza a atacarlo. Eddie le paraliza los brazos, riendo y de pronto, lo besa).
CATHERINE
¡Eddie! ¡Soltalo, me oís! ¡Te voy a matar! ¡Soltalo! (Ella tironea a Eddie de su cara y Eddie suelta a Rodolfo. Eddie pierde el equilibrio, mientras las lágrimas caen por su cara mientras ríe burlándose de Rodolfo. Ella lo mira horrorizada, respirando agitada. Rodolfo está paralizado, son como animales que se han lastimado uno al otro y que se han apartado sin una decisión, cada uno esperando el paso del otro).
EDDIE
(A Catherine). ¿Ves? (A Rodolfo). Te doy hasta mañana. Fuera de acá. Solo. ¿Me oíste? Solo.
CATHERINE
Me voy con él, Eddie.
EDDIE
Con eso no. No me hagas hacer una locura, Catherine. Cuidado, ilegal de mierda. Deberían devolverte al agua. Pero me das lástima. Desaparecé de acá y cuidate muy bien de no ponerle una mano encima si es que no querés salir con los pies para adelante. (Sale).
Alfieri en su escritorio
ALFIERI
Lo volví a ver el veintisiete de diciembre. Por lo general me voy a casa mucho antes de las seis, pero ese día me quedé sentado mirando la bahía por la ventana, y cuando lo vi atravesar la puerta, supe que él era el motivo por el que me había quedado. Y si parece que cuento todo esto como un sueño, es porque sucedió así. Hubo varios momentos en el curso de los dos encuentros que tuvimos en los que tomé conciencia cuánto me tocaba a mí todo esto… llegué a sentirme traspasado por la situación. En algún lugar había perdido mi fuerza. (Eddie entra). Lo miré a los ojos más que escucharlo, en realidad, me cuesta recordar la conversación. Pero no voy a poder olvidarme de la oscuridad en la que se hundió el cuarto cuando me miró; sus ojos como túneles. Quería llamar a la policía, pero nada había pasado. Nada de nada había pasado. (A Eddie). En otras palabras, ¿él no piensa irse?
EDDIE
Mi esposa habla de alquilar una pieza arriba para ellos. Una vieja tiene una pieza vacía en el último piso.
ALFIERI
¿Y Marco qué dice?
EDDIE
Se queda sentado. Marco no habla mucho.
ALFIERI
No le contaron, ¿no?, lo que pasó.
EDDIE
No sé; Marco no habla mucho.
ALFIERI
¿Y su mujer qué dice?
EDDIE
Nadie habla mucho en la casa… ¿Entonces?
ALFIERI
No probó nada en contra de él. Lo único que pasó fue que él no tuvo la fuerza suficiente para soltarse de su abrazo…
EDDIE
Le estoy diciendo que lo sé: no es normal. Sólo el que no quiere soltarse, no se suelta. Hasta un ratón, si usted agarra un ratón y lo sostiene en la mano, sabe cómo defenderse. No se defendió, lo sé, señor Alfieri, el tipo no es normal.
ALFIERI
¿Para qué hizo eso, Eddie?
EDDIE
¡Para mostrarle a ella lo que es! ¡Para que lo viese de una vez por todas! ¡Su madre se revolcaría en la tumba…! ¿Así que ahora qué tengo que hacer? Dígame qué hacer.
ALFIERI
¿Le dijo que se iba a casar con él?
EDDIE
Si, me lo dijo. ¿Qué hago?
ALFIERI
Éste es mi último consejo, Eddie, tómelo o déjelo, es su problema. Moral y legalmente no tiene derechos, no la puede detener; es un ser libre.
EDDIE
¿No escuchó lo que le dije?
ALFIERI
Escuché lo que me dijo, y le voy a dar la respuesta. No sólo se lo digo, se lo advierto: la ley es natural. La ley sólo nombra algo que tiene derecho a suceder. Cuando la ley está equivocada es antinatural, pero en este caso no lo es, y si usted se empeña en detener un río, va a terminar ahogándose. Déjela ir. Y bendígala. Tarde o temprano alguien va a venir por ella. ¡No va a tener un sólo amigo en el mundo, Eddie! ¡Hasta aquellos que hoy lo entienden se van a volver en su contra y aquellos que piensan hoy como usted, lo van a despreciar! (Eddie sale). ¡Sáqueselo de la cabeza! ¡Eddie!
(Eddie junto a la cabina telefónica).
EDDIE
Deme el teléfono del Departamento de Inmigración. Gracias. (Disca). Quiero reportar algo. Inmigrantes ilegales. Dos. Sí. Cuatro cuarenta y uno Saxon Street, Brooklyn. Sí. Planta baja. ¿Eh? Estoy en el barrio, por eso. ¿Eh? (Evidentemente le hacen más preguntas. Cuelga. Deja el teléfono cuando Louis y Mike bajan por la calle a la izquierda).
LOUIS
¿Venís al bowling, Eddie?
EDDIE
No, me esperan en casa.
LOUIS
Bueno, cuidate.
EDDIE
Nos vemos. (Los ve salir. Beatrice está sacando los adornos navideños y los guarda en una caja). ¿Dónde están todos? Te pregunté dónde están todos.
BEATRICE
Decidí mudarlos arriba con la señora Dondero.
EDDIE
¿Ya se mudaron arriba?
BEATRICE
Sí.
EDDIE
¿Dónde está Catherine? ¿Arriba?
BEATRICE
Sólo fue a llevarles fundas para las almohadas.
EDDIE
No va a mudarse ahí con ellos…
BEATRICE
Mirá, estoy harta y cansada de todo esto. ¡Estoy harta y cansada!
EDDIE
Está bien, está bien, calmate…
BEATRICE
No quiero oír nada más sobre este asunto, ¿entendiste? ¡Nada!
EDDIE
¿De qué te estás quejando? ¿Quién los trajo acá?
BEATRICE
Está bien, lo siento; tendría que haberme muerto antes de decirles que vengan. Enterrada tendría que estar.
EDDIE
No te mueras, alcanza con que recuerdes quién los trajo acá, nada más. Supongo que todavía tengo derechos en esta casa. Ésta es mi casa, no la de ellos.
BEATRICE
¿Qué querés de mi? Ya se mudaron; ¿ahora qué querés?
EDDIE
¡Quiero que me respeten!
BEATRICE
Ya los mudé, ¿qué más querés? Ahora tenés tu casa, todos te respetamos.
EDDIE
No me gusta el modo en el que me estás hablando, Beatrice.
BEATRICE
¡Sólo te estoy diciendo que hice lo que querías!
EDDIE
¡No me gusta! El modo en que me hablás y el modo en que me mirás. Ésta es mi casa. Y ella es mi sobrina y soy responsable por ella.
BEATRICE
¿Y por eso le hiciste eso a Rodolfo?
EDDIE
¿Qué le hice?
BEATRICE
Lo que le hiciste a Rodolfo delante de ella… sabés de qué hablo. Ella va de un lado a otro temblando sin parar, ¡no puede dormir! ¿A eso llamás ser responsable por ella?
EDDIE
Ese tipo no es normal, Beatrice. (Silencio). ¿Oíste?
BEATRICE
Mirá, terminala con eso. ¡Basta!
EDDIE
Uno de estos días voy a tener que hablar claro con vos, Beatrice.
BEATRICE
No tenés nada que hablar conmigo, está todo muy claro. Ahora vamos a hacer como si nada hubiera pasado, y ya está.
EDDIE
Quiero que me respeten, Beatrice, y sabés de qué estoy hablando.
BEATRICE
¿De qué?
EDDIE
De lo que me da la gana de hacer en la cama y de lo que no me da la gana de hacer en la cama. No quiero…
BEATRICE
¿Y cuándo dije algo sobre eso?
EDDIE
Lo dijiste, sí, no soy sordo. No quiero tener más conversaciones de ese tipo, Beatrice. Hago lo que se me da la gana o lo que no se me da la gana y punto.
BEATRICE
Bueno.
EDDIE
Eres distinta, Beatrice.
BEATRICE
Yo no soy distinta.
EDDIE
No te peleabas conmigo a cada rato y por todo. Desde hace un año o dos entro a esta casa y no sé qué me va a golpear. Esto es un polígono de tiro y yo soy el blanco de todos.
BEATRICE
Bueno, bueno.
EDDIE
No me digas bueno, bueno, te estoy diciendo la verdad. Una esposa debe creer en su marido. Y si te digo que ese tipo no es normal no me digas que es normal.
BEATRICE
¿Pero cómo lo sabés?
EDDIE
Porque lo sé. Yo no voy por ahí acusando. Me dio escalofríos desde el primer momento. Y no quiero que digas que no quiero que ella se case con nadie. Me rompí el lomo pagándole las clases de estenografía para que pudiera salir y conocer otra clase de gente. ¿Haría eso si no quisiera que se case? A veces hablás como si estuviera loco o algo así.
BEATRICE
Pero a ella le gusta él.
EDDIE
Beatrice, ella es una nena, ¿cómo va a saber qué le gusta?
BEATRICE
Bueno, vos la seguís viendo como una nena, no la dejabas salir. Te lo dije cien veces.
EDDIE
Está bien, dejala salir, entonces…
BEATRICE
Ahora ella es la que no quiere salir. Es demasiado tarde, Eddie. (Pausa).
EDDIE
Y si yo le insisto que salga… si yo…
BEATRICE
Eddie, se casan la semana que viene.
EDDIE
¿Ella te lo dijo?
BEATRICE
Eddie, si querés mi consejo, andá y deseale buena suerte.
EDDIE
¿Cuál es el apuro?
BEATRICE
Bueno, le preocupa que lo arresten a Rodolfo, si se casan puede empezar los trámites de ciudadanía. Lo ama, Eddie. ¿Por qué no le das tu bendición? Estoy segura de que a ella le gustaría tenerte de amigo… Un gesto… por ejemplo: decirle que vas a ir a la boda.
EDDIE
¿Ella te pidió eso?
BEATRICE
Sé que le gustaría. Yo quisiera darle una fiesta acá. Tenemos que hacerle algún tipo de despedida, ¿no? Ya va a tener bastantes problemas en su vida. ¿Qué me decís? En su corazón todavía te quiere, Eddie. Lo sé. ¿Por qué llorás? Andá… ¿por qué no le decís que estás arrepentido? Ahí viene… Vamos, hacete amigo.
EDDIE
No, no puedo, no puedo hablarle.
BEATRICE
Eddie, dale un respiro, ¡una boda tiene que ser feliz!
EDDIE
Me voy, me voy a dar una vuelta. (Entra Catherine).
BEATRICE
¿Katie?… Eddie, no te vayas, esperá… Pedile, Katie.
EDDIE
Está bien, yo…
BEATRICE
No, quiere pedírtelo. Vamos Katie, pedíselo. ¡Vamos a tener una fiesta! ¿Qué vamos a hacer, odiarnos? ¡Vamos!
CATHERINE
Me voy a casar, Eddie. Así que si querés venir, la boda es el sábado.
EDDIE
Está bien. Sólo quería lo mejor para vos, Katie. Espero que lo sepas.
CATHERINE
Bueno.
EDDIE
¿Catherine? Recién le decía a Beatrice… que si querés salir más… Recién me doy cuenta que te tuve encerrada en esta casa. Porque es el primer tipo que conociste, ¿entendés? Ahora que tenés un trabajo, podrías conocer a otros tipos, y entonces podrías cambiar de idea, ¿no? Quiero decir, después podrías volver a él, son chicos todavía, los dos. ¿Cuál es el apuro? A lo mejor salís un poco, y tal vez pensás de otra manera en un par de meses. Te vas a sorprender, no tiene que ser él…
CATHERINE
Ya tomamos la decisión…
EDDIE
Esperá…
CATHERINE
No, ya tomé la decisión…
EDDIE
¡Nunca conociste a otro tipo! ¿Cómo decidiste?
CATHERINE
Porque decidí. No quiero a nadie más.
EDDIE
Katie, suponé que lo atrapan…
CATHERINE
Por eso nos vamos a casar ya mismo. Apenas termine la ceremonia va a empezar los trámites de su ciudadanía. Ya tomé mi decisión, Eddie. Lo siento.(A Beatrice). ¿Puedo llevar dos fundas para los otros?
BEATRICE
Claro. Pero no se olviden de devolverlas. (Catherine sale).
EDDIE
¿Tiene otros pensionistas ahí?
BEATRICE
Si, acaban de llegar dos chicos.
EDDIE
¿Qué quiere decir: «acaban de llegar»?
BEATRICE
De Italia. Lípari, el carnicero. Su sobrino. Vinieron desde Bari, ayer. Ni siquiera yo lo sabía hasta que Marco y Rodolfo se mudaron arriba. (Catherine entra). Va a ser mejor, pueden charlar.
EDDIE
¡Catherine! ¿Qué te pasa, estás descerebrada? ¿Los ponés ahí arriba con dos ilegales más?
CATHERINE
¿Por qué?
EDDIE
¡Por qué! ¿Cómo saben que esos dos tipos no están marcados? ¡Los van a venir a buscar y van a encontrar a Marco y a Rodolfo! ¡Sáquenlos de la casa! ¿Cómo sabés qué enemigos tiene Lípari? ¿Y si hay alguien que quiere matarlo?
CATHERINE
¿Qué hago con ellos?
EDDIE
El barrio está lleno de cuartos. ¿No podés soportar vivir alejada un par de cuadras de él? ¡Sacalos ya de la casa!
CATHERINE
Tal vez mañana a la noche…
EDDIE
Mañana no, hacelo ahora. Catherine, ¡no hay que mezclarse con una familia ajena! A estos tipos los atrapan y Lípari es capaz de culparnos a vos o a mí y tenemos a toda su familia detrás nuestro. Tiene su temperamento, esa familia. (Afuera aparecen dos hombres con sobretodo).
CATHERINE
¿Cómo voy a encontrar un lugar esta noche?
EDDIE
¿Podés dejar de discutir conmigo y sacarlos de acá? Siempre creés que estoy tratando de engañarte… ¿Qué te pasa? ¿Tanto te cuesta creer que pienso en tu bien? ¿Alguna vez pedí algo para mí? ¿Creés que no tengo sentimientos? Jamás en la vida te dije algo que no fuera por tu bien. ¡Nada! ¡Y mirá cómo me hablás! ¡Cómo un enemigo! ¡Como si yo…! (Un golpe en la puerta). Andá por la escalera de incendios, hacelos salir por atrás.
PRIMER OFICIAL
¡Abran! ¡Inmigración!
EDDIE
¡Andá, andá! ¡Apurate! ¡¿Qué mirás?!
PRIMER OFICIAL
¡Abran!
EDDIE
¿Quién es?
PRIMER OFICIAL
Inmigración, abra. (Katie sale).
EDDIE
Está bien, tranquilo, tranquilo. (Abre la puerta. El Primer oficial entra). ¿Qué pasa?
PRIMER OFICIAL
¿Dónde están? (El Segundo Oficial irrumpe).
EDDIE
¿Dónde están quiénes?
PRIMER OFICIAL
Vamos, vamos, ¿dónde están? (Sale).
EDDIE
¿Quiénes? Acá no tenemos a nadie. (A Beatrice). ¿Y a vos qué te pasa? (El Primer Oficial entra).
PRIMER OFICIAL
¿Dominick? (El Segundo Oficial entra).
SEGUNDO OFICIAL
Tal vez sea otro departamento.
PRIMER OFICIAL
Sólo hay dos pisos más. Voy por el frente. Subí por la escalera de incendios. Te abro para que entres. Tené cuidado allá afuera.
SEGUNDO OFICIAL
Sí, Charly. (El Primer Oficial sale). Éste es el cuatro cuarenta y uno, ¿no?
EDDIE
Sí. (El Segundo Oficial sale).
BEATRICE
Ay, Dios, Eddie.
EDDIE
¿Qué te pasa?
BEATRICE
Ay, mi Dios, mi Dios.
EDDIE
¿Qué? ¿Me estás acusando?
BEATRICE
¡Mi Dios, qué hiciste! (Se oye un silbato policial. Vemos al Primer Oficial que baja con Marco, detrás de él vienen Rodolfo, Catherine y dos hombres desconocidos, seguidos por el Segundo Oficial, y vecinos. Beatrice corre hacia la puerta).
CATHERINE
(Baja las escaleras hacia atrás, luchando con el Primer Oficial. Mientras aparecen en las escaleras). ¿Qué quieren de ellos? Son trabajadores. Eso es todo. Son pensionistas… viven arriba, trabajan en los muelles.
BEATRICE
Señor, ¿qué quiere de ellos, a quién le hicieron daño?
CATHERINE
No son ilegales, él nació en Filadelfia.
PRIMER OFICIAL
Apártese, señora…
CATHERINE
¿Qué le pasa?… No puede venir así como si nada a una casa y…
PRIMER OFICIAL
Tranquila, ¿sí? (A Rodolfo). ¿En qué calle de Filadelfia nació?
CATHERINE
¿Cómo en qué calle? ¿Usted puede decirme en qué calle nació?
PRIMER OFICIAL
Sí. A cuatro cuadras de acá, en Union Street ciento once. Vamos.
CATHERINE
¡No! ¡No puede llevárselo! ¡Váyanse!
PRIMER OFICIAL
Mire, señorita… si tienen todo en orden mañana están afuera. Si son ilegales regresan a donde vinieron. Si quiere, consígase un abogado, aunque desde ya le digo que va a perder plata. Metámoslos en el coche, Dom. (A los hombres). Andiamo, andiamo, vamos.
BEATRICE
¿A quién perjudican estos hombres, por amor de Dios, qué quieren de ellos? Allá se están muriendo de hambre, ¿qué es lo que quiere? ¡Marco!
De pronto, Marco se separa del grupo, corre, enfrenta a Eddie. Beatrice y el Primer Oficial entran corriendo al tiempo que Marco escupe en la cara de Eddie. Catherine corre al pasillo y se arroja en los brazos de Rodolfo. Eddie, con un grito de rabia se arroja sobre Marco.
EDDIE
Hijo de puta
PRIMER OFICIAL
Basta.
EDDIE
¡Te voy a matar, hijo de puta!
PRIMER OFICIAL
No salga, no lo provoque. ¿Me oye? No salga, viejo.
EDDIE
¡No me voy a olvidar de eso, Marco! ¿Oíste? (Varios vecinos, incluidos el carnicero Lípari y su mujer, se están reuniendo alrededor del porche. Lípari camina hacia los dos hombres desconocidos y los besa. Su mujer les besa las manos. Eddie está saliendo de la casa gritándole a Marco. Beatrice intenta contenerlo). ¿Éstas son las gracias que recibo? ¿Para quién saqué las frazadas de mi cama? ¡Me vas a tener que pedir perdón, Marco! ¡Marco!
PRIMER OFICIAL
Señora, déjelos ir. Métanse en el coche.
CATHERINE
¡Nació en Filadelfia! ¿Qué quieren de él?
PRIMER OFICIAL
Apártese, señora, vamos…
MARCO
(Aprovechando que el Primer Oficial está ocupado con Catherine, se suelta y señala a Eddie). ¡Ése! ¡Yo acuso a ése!
PRIMER OFICIAL
¡Vamos!
MARCO
(Mientras se lo llevan, señalando a Eddie). ¡Ése mató a mis hijos! ¡Ése le robó la comida a mis hijos! (Marco acaba de salir).
EDDIE
(A Lípari y su esposa). ¡Está loco! ¡Les di las frazadas de mi cama! ¡Seis meses los traté como hermanos! (Lípari empieza a salir con su mujer). ¡Lípari! (Sigue a Lípari). ¡Por amor de Dios, los cuidé, les di mis frazadas! (Lípari y su esposa salen… Eddie se vuelve y va hacia Louis y Mike). ¡Louis! ¡Louis! (Louis sale con Mike. Sólo Beatrice queda. Vuelve Catherine). ¡Va a tener que retractarse! ¡Va a tener que retractarse o lo mato! ¿Me escuchan? ¡Lo voy a matar! ¡Lo voy a matar! (Sale).
Una prisión. Marco, Alfieri, Catherine y Rodolfo.
ALFIERI
Estoy esperando, Marco, ¿qué me dice?
RODOLFO
Marco nunca lastimó a nadie.
ALFIERI
Puedo sacarlo bajo fianza pero no lo voy a hacer, ¿me entiende Marco? A no ser que tenga su promesa. Usted es un hombre honorable, y estoy dispuesto a creer en su promesa. ¿Qué me dice?
MARCO
En mi país él estaría muerto. No viviría tanto tiempo.
ALFIERI
Muy bien. Rodolfo… venga conmigo.
RODOLFO
¡No! Por favor, señor. Marco… prometele al señor. Por favor, quiero que estés en la boda. ¿Cómo voy a casarme si vos estás acá? Por favor, no vas a hacer nada; sabés que no te conviene.
CATHERINE
Marco, ¿no entendés? No puede sacarte bajo fianza si vas a hacer algo malo. A la mierda con Eddie. Nadie va a volver a hablar con él aunque cumpla cien años. Todos saben que le escupiste la cara, eso es suficiente, ¿no? Dame esa alegría: te quiero en mi boda. Tenés una esposa y chicos, Marco. Podrías trabajar hasta la audiencia, en vez de estar acá.
MARCO
(A Alfieri). ¿No tengo posibilidades?
ALFIERI
No, Marco. Tiene que volverse. La audiencia es una formalidad, eso es todo.
MARCO
Pero ¿y él? ¿Tiene posibilidades, no?
ALFIERI
Cuando se case puede empezar a hacer sus trámites de residencia. Está permitido, siempre que la esposa haya nacido acá.
MARCO
Bueno… algo logramos.
RODOLFO
Marco, prometele al señor.
MARCO
¿Qué puedo prometer? Sabe que esa promesa es deshonrosa.
ALFIERI
Prometer no matar no es deshonroso.
MARCO
¿No?
ALFIERI
No.
MARCO
¿Y entonces qué se hace con un hombre como ése?
ALFIERI
Nada. Si cumple con la ley, vive. Eso es todo.
MARCO
¿La ley? Toda la ley no está en un libro.
ALFIERI
Sí. Está en un libro. Y no hay otra ley.
MARCO
Denigró a mi hermano. A mi sangre. Le robó a mis hijos, me quitó mi trabajo. ¡Yo trabajé para venir acá, señor!
ALFIERI
Lo sé, Marco…
MARCO
¿No hay ley para esto? ¿Dónde está la ley para esto?
ALFIERI
No hay.
MARCO
No entiendo este país.
ALFIERI
¿Cuál es su respuesta? Tiene cinco o seis semanas en las que podría trabajar. O se queda sentado acá. ¿Qué me dice?
MARCO
Está bien.
ALFIERI
No lo va a tocar. Ésa es su promesa.
MARCO
Tal vez quiera disculparse conmigo…
ALFIERI
Usted no es Dios, Marco. ¿Me escucha? Sólo Dios imparte justicia.
MARCO
Está bien.
ALFIERI
Bien. Catherine, Rodolfo, Marco, vamos.
CATHERINE
Voy a buscar a Beatrice y nos vemos en la iglesia. (Ella sale. Marco se levanta. De pronto, Rodolfo lo abraza. Marco le da una palmada y Rodolfo sale detrás de Catherine).
ALFIERI
Sólo Dios, Marco.
El living.
BEATRICE
Vuelvo en una hora, Eddie, ¿sí?
EDDIE
¿Qué? ¿Con quién estuve hablando? ¿Con la pared?
BEATRICE
Eddie, por amor de Dios, es su boda.
EDDIE
¿No escuchaste lo que te dije? Si salís por esa puerta para ir a ese casamiento no entrás más, Beatrice.
BEATRICE
¿Por qué? ¿Qué querés?
EDDIE
Quiero que me respeten. ¿Nunca oíste hablar de eso?
CATHERINE
(Entra). Ya son más de las tres; tendríamos que estar allá, Beatrice. El cura no va a esperar.
BEATRICE
Eddie. Es su boda. No va a haber nadie de su familia. Por mi hermana, dejame ir.
EDDIE
Ya discutí con vos todo el día, y te voy a repetir lo que te dije cien veces: va a tener que venir a disculparse o nadie de esta casa va a ir a esa iglesia hoy. Ahora, si eso es más que yo para vos, entonces andá. Pero no vuelvas. Estás de mi lado o del de ellos, eso es todo.
CATHERINE
¿Quién mierda te crees que sos?
BEATRICE
¡Sssh!
CATHERINE
¡No tenés derecho de decirle nada a nadie! ¡A nadie! ¡Por el resto de tu vida, a nadie!
BEATRICE
¡Callate, Katie!
CATHERINE
¡Vas a venir conmigo!
BEATRICE
No puedo, Katie, no puedo…
CATHERINE
¿Cómo lo podés obedecer? ¡A esta rata!
BEATRICE
¡No le digas así!
CATHERINE
¿De qué tenés miedo? ¡Es una rata! ¡Merece vivir en una cloaca!
BEATRICE
¡Basta!
CATHERINE
¡Muerde cuando estás dormido! ¡Llega cuando nadie se da cuenta y envenena a la gente honesta! Tiene que vivir en la basura. (Eddie parece querer agarrar la mesa y tirársela a ella).
BEATRICE
¡No, Eddie! ¡Eddie! (A Catherine). Entonces todos merecemos vivir en la basura. Vos, y yo también. No digas eso. Lo que pasó lo hicimos todos, no lo olvides nunca, Catherine. Ahora andá a tu boda, Katie. Me quedo en casa. Andá. Dios te bendiga, Dios bendiga a tus hijos. (Entra Rodolfo).
RODOLFO
¿Eddie?
EDDIE
¿Quién dijo que podías entrar acá? ¡Fuera!
RODOLFO
Marco está viniendo, Eddie. Está rezando en la iglesia. ¿Entendés? Catherine, es mejor que nos vayamos. Vení conmigo.
CATHERINE
Eddie, andate, por favor.
BEATRICE
Eddie. Vamos a otra parte. Vamos. Vos y yo. (No se mueve). No quiero que estés acá cuando venga.
EDDIE
¿Adónde voy a ir? Ésta es mi casa.
BEATRICE
¿Qué sentido tiene? ¡Está loco! ¡Ya sabés cómo se ponen! ¿Qué sentido tiene quedarse? ¡Vos no tenés nada contra Marco, siempre te gustó Marco!
EDDIE
¿No tengo nada contra Marco? ¿El que me dijo rata frente a todo el barrio? ¿El que dijo que maté a sus hijos? ¿Dónde estuviste?
RODOLFO
Es mi culpa, Eddie. Todo. Te pido perdón. Hice mal en no pedir tu permiso. Te beso la mano. (Intenta tomar la mano de Eddie, pero Eddie la aparta).
BEATRICE
¡Eddie, te está pidiendo perdón!
RODOLFO
Yo traje todos estos problemas. Pero vos también me insultaste. Tal vez Dios entienda por qué me hiciste eso. Tal vez ni siquiera quisiste insultarme…
BEATRICE
¡Escuchalo! Eddie, ¡escuchá lo que te dice!
RODOLFO
Creo que, cuando Marco llegue, si le decimos que somos amigos, y que no hay más peleas entre nosotros. Entonces, por ahí, Marco no…
EDDIE
Mirá, oíme…
CATHERINE
¡Eddie, dale una oportunidad!
BEATRICE
¡Qué querés! Eddie, ¡qué querés!
EDDIE
¡Quiero mi nombre! Éste no me quitó mi nombre; éste es nada más que un inútil. Marco tiene mi nombre… (A Rodolfo). Y vos corré a decirle a Marco que me lo va a tener que devolver frente a todo el barrio… Vamos, ¿dónde está? Llevame con él.
BEATRICE
Eddie, escuchá…
EDDIE
¡Ya escuché bastante! ¡Vamos!
BEATRICE
¿Sólo buscás sangre? ¡Te besó la mano!
EDDIE
¡Lo que éste haga no significa nada para nadie! ¡Vamos!
BEATRICE
¿Qué hay que darte para que evitemos esto? Eddie, escuchame… ¿Quién puede devolverte tu nombre? Escuchame, te amo… te estoy hablando, te amo… Marco te puede besar la mano, ponerse de rodillas, suplicarte… pero no es eso lo que querés.
EDDIE
¡No me molestes!
BEATRICE
¡Querés algo más, Eddie, pero a ella no la vas a poder tener nunca!
CATHERINE
¡Bea!
EDDIE
¡Beatrice! (Aparece Marco).
BEATRICE
¡La verdad no es tan mala como la sangre, Eddie! ¡Te estoy diciendo la verdad… decile a ella adiós para siempre!
EDDIE
¿Eso pensás de mi? ¿Que soy capaz de tener esos pensamientos?
MARCO
¡Eddie Carbone!
EDDIE
¡Si, Marco! Eddie Carbone. Eddie Carbone. Eddie Carbone.
RODOLFO
¡No, Marco, por favor! ¡Eddie, por favor, tiene hijos! ¡Vas a asesinar una familia!
BEATRICE
¡Entrá! ¡Eddie, entrá!
EDDIE
Tal vez viene a pedirme perdón, ¿eh, Marco? ¿Por lo que me dijiste delante de todo el barrio? Él sabe que eso no está bien. ¿Hacer algo así? ¿A un hombre que les dio un techo y comida? ¿A dos extraños que vinieron del mar y se robaron una nena por un pasaporte? Robada como un animal de un establo… ¿y ni una palabra para mí? ¡Y ahora me acusan! ¡Mi nombre en el barro, arrastrado, como si fuera un trapo lleno de mierda! Quiero mi nombre, Marco. Ahora dame mi nombre y vamos juntos a la boda.
BEATRICE / CATHERINE
¡Eddie! ¡Eddie, no! ¡Eddie!
EDDIE
No, Marco sabe diferenciar lo que está bien de lo que está mal. ¡Decile a la gente, Marco, deciles que sos un mentiroso! ¡Vamos, mentiroso, sabés muy bien lo que hiciste! (Arremete contra Marco).
MARCO
(Golpea a Eddie al lado del cuello). ¡Animal! ¡Arrodíllate!
Eddie cae con el golpe y Marco empieza a levantar su pie para pisotearlo cuando Eddie esgrime una navaja en su mano. Marco retrocede. Louis corre hacia Eddie.
LOUIS
Eddie, ¡por el amor de Dios!
EDDIE
(Levanta la navaja. Louis retrocede). Dijiste mentiras sobre mí, Marco. Reconocelo. ¡Vamos. decilo!
MARCO
¡Animaaaal!
Eddie arremete con la navaja. Marco le agarra el brazo, tuerce la navaja hacia el pecho de Eddie y se la clava mientras que Beatrice, Catherine, Louis y Mike corren a separarlos. Eddie, con la navaja en la mano, cae de rodillas frente a Marco. Beatrice y Catherine lo sostienen un instante, repitiendo su nombre una y otra vez.
CATHERINE
Eddie, nunca quise hacerte nada malo.
EDDIE
Entonces por qué… ¡Ay, Bea!
BEATRICE
¡Sí, sí!
EDDIE
¡Mi Bea…!
Muere en los brazos de ella. Beatrice lo cubre con su cuerpo.
Alfieri a público.
ALFIERI
Ahora, la mayor parte del tiempo transamos por la mitad, y eso me gusta más. Pero la verdad es sagrada, y aunque supe cuán equivocado estaba, y cuán inútil fue su muerte, tiemblo, porque confieso que algo perversamente puro me llama desde su memoria… algo no puramente bueno pero que lo exhibe en su esencia, en su forma más pura: él se permitió ser conocido por entero y por eso es a él a quien más quiero de entre todos mis clientes sensibles. Sin embargo, es mejor transar por la mitad, ¡así debe ser! Por eso guardo luto por él, lo admito, con cierta… alarma.
TELÓN
Alejandro Tantanian,
Buenos Aires, Barrio de Belgrano.
19 de Julio de 2003.