El sol calienta hasta hacer sudar
Y enloquecido se enfurece el carcavón,
Y al igual que a la ardorosa pastora
Le bulle entre las manos a la primavera la labor.
Languidece la nieve consumida de anemia
En las hebras de sus azuladas venas.
Y, sin embargo, humea la vida en los establos
Y salud emanan los dientes de los bieldos.
¡Oh, estas noches de ahora, estos días y noches!
Repica el goteo del deshielo al mediodía,
Se funden los carámbanos que penden del alero,
¡Verborrea de insomnes regajales!
Abiertas por completo la cuadra y la cochera
Picotean las palomas la avena entre la nieve,
Y hacedor de la vida y responsable de todo
A fresquísimo aire huele el abono.