[MARCA: 20.21.25]
Tawren aún no ha acabado. Despliega los elementos de la red que tiene a su alcance, golpea a otros objetivos de la superficie. Simultáneamente, reordena las plataformas orbitales y readapta las estaciones de lanzas. Comienza a castigar de forma sistemáticamente precisa a la flota de los Portadores de la Palabra.
Por primera vez desde el catastrófico ataque orbital, son las naves de guerra con el casco de color carmesí las que estallan y mueren en el espacio interior. Los cruceros y las barcazas revientan en explosiones de varios megatones, o quedan destrozados por los devastadores impactos.
Este es un cambio en la dinámica de combate. Este es el cambio de juego. Hesst lo aprobaría. Guilliman lo aprobaría.