[MARCA: 14.01.01]
—¿Remus? ¡Repite! —grita Guilliman—. ¡Ventanus! ¡Responde! ¿Cuál es el objetivo? ¿Cuál es el objetivo?
Mira al oficial de comunicaciones.
—Transmisión interrumpida, señor —le informa éste. Se oyen chirridos electromagnéticos a través de los altavoces.
—La conexión de datos desde Leptius también acaba de caer —dice Gage.
—¿Los hemos perdido? —pregunta Guilliman—. Maldita sea, ¿acabamos de perder a Ventanus y su fuerza?
—No, señor —responde el oficial de comunicaciones—. Es sólo una interrupción. Aunque bastante importante.
—Es el sol —apunta Empion.
Todos miran al visor principal.
Bombardeada por energía concentrada mezclada con tóxicos y metales pesados reactivos, la estrella de Veridian está sufriendo un fuerte desequilibrio en su metabolismo solar. Es algo natural, la reacción en cadena y el proceso energético han sido interrumpidos. Sus niveles de radiación son peligrosos. Su emisión se incrementa visiblemente a medida que comienza a quemar sus recursos de combustible a una velocidad anormalmente acelerada.
Su ira blanquiazul es cada vez más feroz, como una luz maligna. Una luz demoníaca. Costras de manchas solares de color negro hierven sobre su torturada superficie. Sorprendentes y letales erupciones salen despedidas de él en lenguas de fuego, y expele arcos de energía a través de millones de kilómetros.
Se está convirtiendo en una nova.