[MARCA: -0.18.30]
La onda de choque de datos mata al servidor Uhl Kehal Hesst.
No lo mata de un modo inmediato, como le pasa a cuarenta y seis moderati de datos de los pozos de cogitación que lo rodean, pero lo revienta y fríe sectores clave de su arquitectura cerebral. Se trata de un daño cerebral que no se podrá reparar y del que jamás se recuperará. Las conexiones sinápticas se queman como si fueran cables defectuosos. Sufre una hemorragia en el lóbulo frontal.
Se queda de pie.
La luz impacta contra la torre de vigilancia de Kalkas Fortalice un nanosegundo después de que llegue la onda de choque de datos. La noosfera se derrumba igual que una escultura de hielo en un horno. El campo colector de la torre chisporrotea. Hesst siente y absorbe la agonía compartida de varios miles de muertes: sus hermanos modificados que se encontraban en el muelle principal, a bordo de las naves atracadas, en la torre que lo rodea. Algunas muertes son rápidas, unos sencillos destellos de aniquilación. Otras, a pesar de ser rápidas, son físicamente traumáticas: el chapoteo líquido de la compresión, el dolor explosivo de la descompresión, la furia tosca del impacto directo, el infierno aullante de las llamas.
Algunas muertes son más lentas. Tardan segundos enteros en producirse. Los hombres y mujeres conectados en el interior de los receptáculos amnióticos de cristal blindado que lo rodean se agitan con cada golpe brutal de las oleadas de datos que les asaltan el cerebro. Sobrecarga de información. Sobrecarga sensorial. Síndrome del flujo hipertraumático de entrada de datos.
Casi se siente aliviado cuando la noosfera se desactiva.
Se tambalea. Las ventanas de la torre se han oscurecido de un modo automático para atenuar el brillo de las explosiones orbitales. La conexión sensorial permanente de Hesst lo quema a través del alma igual que un cable al rojo blanco. Todo su ser creado mediante bioingeniería está herido mortalmente.
Sólo una idea, guardada en forma binaria sencilla, se mantiene en su consciencia.
Hesst aceptó el modo discrecional hace ya cuatrocientos sesenta y dos minutos. Le cedió la capacidad de decisión a las biomáquinas orbitales.
Las biomáquinas, todos los sistemas automáticos orbitales, han muerto.
La red de armamento defensivo de Calth ha dejado de funcionar.